Además de ser una de las series más queridas del gaming, Mortal Kombat siempre, de alguna manera u otra, fue responsable de innovar. En los ‘90 su violencia sin precedentes dio lugar a la creación de la ESRB. En la época de Playstation 2 nos acostumbró a juegos de pelea con alta cantidad de contenido extra (¿cómo olvidar Motor Kombat?). En la pasada generación dieron cátedra sobre cómo los juegos de pelea deben manejar la idea de un modo historia, cosa que perfeccionaron en el reciente Mortal Kombat 11. Ahora, un año después con el lanzamiento de Aftermath, vuelven a marcar el camino con la primera expansión narrativa para un juego de pelea, pero lamentablemente no viene sin problemas.
Mortal Kombat 11, en su versión básica, es un excelente juego. Todos los fans de la serie quedaron más que impresionados por cómo el modo historia tomaba todo lo bueno de la serie y lo amplificaba en medidas nunca antes vistas. Aftermath, al ser principalmente una expansión enfocada en el modo historia, sigue esa línea de manera tan eficaz que hace parecer que la historia de Mortal Kombat 11 nunca terminó. Eso es en parte por la premisa de Aftermath: inmediatamente después del final de Mortal Kombat 11, nuevos personajes aparecen para hacernos saber que ese final era en realidad el comienzo de algo más.
No es ningún secreto decir que, como es de esperarse, Mortal Kombat 11 termina con los buenos triunfando. Es lo lógico y a lo que estamos completamente acostumbrados. Sin embargo, Aftermath propone que la manera en la que derrotamos a Kronika, la villana de Mortal Kombat 11, no funcionó porque en el proceso destruimos su corona, la herramienta necesaria para arreglar el lío que Kronika dejó. Para solucionar esto, Aftermath le da protagonismo a un grupo de personajes nuevo para la historia de Mortal Kombat 11: Shang Tsung, Nightwolf y Fujin. Con una excusa perfecta para justificar por qué no estuvieron presentes en la historia original, estos personajes están a cargo de viajar atrás en el tiempo para recuperar la corona de Kronika antes de que sea destruida.
La elección de esos tres personajes no es dejada al azar ni nada por el estilo. De hecho, la razón por la cual el foco está en ellos, entre otros personajes, es uno de los motivos por los cuales Aftermath existe. Esta expansión no solamente integra a la narrativa a todos los personajes DLC de Mortal Kombat 11 (excluyendo los invitados de otras propiedades como Terminator o Joker), sino que les da un rol protagónico que no pudieron tener en la historia del juego base. Así, a esos tres personajes se les suma Sheeva, Sindel y Shao Khan para ofrecer una historia más corta que la original, pero que termina de completar la experiencia de Mortal Kombat 11.
Lo cierto es que entre esos seis personajes, la estrella es en realidad una sola: Shang Tsung. Es muy obvio por qué, ya que el personaje está interpretado en rostro y voz por Cary Tagawa, actor de aquella legendaria primera película de Mortal Kombat. Aftermath es prácticamente la historia de Shang Tsung y Tagawa se roba fácilmente toda escena en la que aparece. Su actuación desborda talento y se le nota en la cara, a pesar de estar mirando un modelo 3D, que disfruta por completo su papel como Shang Tsung. Cualquier fan de Mortal Kombat que haya visto la película va a estar con una sonrisa de oreja a oreja durante las tres horas que dura la historia de Aftermath, y quienes ni siquiera conozcan la película igual van a poder disfrutar de la mejor actuación que la serie tiene para ofrecer.
Más allá de la nueva historia, Aftermath viene con más contenido. Al ya extenso elenco de Mortal Kombat 11, esta expansión añade tres personajes jugables: Fujin, Sheeva y Robocop. Este trío añade arquetipos de personaje bastante interesantes y diferentes a lo que estamos acostumbrados. Fujin, por ejemplo, hace extenso uso de sus poderes como Dios del Viento para recorrer el escenario entero prácticamente sin esfuerzo. Sheeva pone a trabajar sus cuatro brazos en una extensa cantidad de agarres. Robocop compensa su dureza en movimiento con un variado arsenal de armas a distancia.
Por suerte, Aftermath también trae consigo contenido gratuito. De hecho, cualquiera que tenga instalado Mortal Kombat 11 en sus sistema de preferencia, automáticamente pasará a tener lo que ahora se conoce como Mortal Kombat 11 Aftermath después de una actualización gratuita. Exceptuando los personajes y la expansión de la historia, Aftermath agrega sin costo alguno nuevos escenarios, el regreso de las Stage Fatalities y Friendships, y un extenso retoque de balance a todos los personajes del juego. Aquellos interesados en el aspecto competitivo de Mortal Kombat 11 van a tener mucho para probar, ya que algunos personajes como Raiden o Shao Kahn recibieron cambios bastante amplios.
Lamentablemente, lo positivo de tener todo ese contenido de manera gratuita contrasta fuertemente con el peor aspecto de Aftermath, que nada tiene que ver con la calidad del contenido en sí, sino con el precio. La expansión, junto con los tres personajes nuevos, cuesta $40 dólares (o diferentes valores localizados según la tienda digital, pero que también son bastante elevados). Este precio es realmente excesivo para lo que agrega Aftermath, especialmente considerando que para aquellos que todavía no compraron Mortal Kombat 11, existe Mortal Kombat 11 Aftermath Kollection, que incluye el juego base, el primer pack de personajes y Aftermath por $60 dólares. En cambio, los que compraron el juego al momento de lanzamiento ya pagaron $60 dólares por el juego base, $40 por el primer pack de personajes y ahora deben pagar otros $40 por esta expansión. Es una propuesta excesivamente costosa.
Y al fin de cuentas, ese va a ser el factor decisivo para muchos. Mortal Kombat 11 Aftermath triunfa en todo lo que se propone. La historia es altamente entretenida, los nuevos personajes son muy interesantes y hasta el contenido gratuito agrega mucho más a un juego que ya contaba con bastantes buenos elementos. Pero nada de lo que se pueda decir quita el hecho de que Aftermath cuesta $40 dólares para quienes ya cuentan con el juego, y ese es un precio altísimo. Es especialmente frustrante considerando que hay más personajes DLC en desarrollo, y que seguramente el año que viene tengamos una nueva colección que por $60 dólares incluya todo de nuevo.
¿Vale Aftermath $40 dólares? Eso quedará a criterio de cada uno. Lo cierto es que es una expansión increíble para lo que es un nuevo hito en el mundo de los juegos de pelea, con Mortal Kombat innovando una vez más.
Jugué Mortal Kombat 11 Aftermath en Playstation 4 Pro. Terminar la nueva historia me llevó alrededor de unas tres horas, pero la cantidad de horas que uno puede pasar practicando con los nuevos personajes (cosa que ya vengo haciendo) no se puede contar.