RETROANÁLISIS | Doom 64 (1997)

Sale id Software y la reconocida Midway Games desarrolla una versión de Doom que muchos criticaron, pero que al menos a mí, me parece obligatoria para tener una experiencia completa de una de las mejores sagas de FPS.

Hay una brecha grande entre lo que fueron los tres primeros Doom (incluyendo Final Doom), con su tercera entrega. No solo a nivel gráfico y técnico, sino en su propia búsqueda. Doom 3 era un juego de terror, que buscaba generar momentos tensos donde, más allá de la acción, la exploración por interminables pasillos oscuros eran la clave de toda la propuesta. Los primeros dos, eran títulos FPS duros y puros, donde el objetivo era matar a todos los enemigos que se nos cruzaban, conseguir armas más poderosas y así eliminar a todos los enemigos que se nos cruzaban de una forma menos compleja, por así decirlo.

A pesar de que muchos no estuvieron felices con este cambio en su momento, yo lo sentí como parte de un cambio a futuro, una evolución necesaria de un genero que estaba ampliando sus costumbres y, en lo personal, es un juego que me encanta, que lo vuelvo a jugar cada tanto, a la par de los dos últimos títulos. En un inicio, las tres primeras entregas de la saga estaban en un mismo nicho con otros títulos como Wolfenstein 3D, Spear of Destiny, Heretic o Rise of the Triad, por ejemplo. Por su parte, Doom 3 se daba la mano con otros títulos como el primer Call of Duty, Far Cry, Halo 2, Killzone, Medal of Honor o Star Wars: Battlefront, por solo nombrar algunos ejemplos.

Pero, entre medio de esas dos épocas, existió otra donde el 3D con sprites 2D todavía tenía relevancia en un mundo que comenzaba a ser todo en 3D con bellos y filosos polígonos. Exponentes como Quake, Duke Nukem 3D, GoldenEye 007, Shadow Warrior, Unreal o Half Life le comenzaban a dar otra forma a las cosas, preparando la cancha para esa época que mencioné en el párrafo anterior. En esta brecha digital, es donde aparece Doom 64.

En aquel momento, Nintendo 64 aunque poderosa, no fue uno de los grandes aciertos de Nintendo sobre todo en esta parte del mundo, donde la PlayStation de Sony estaba haciendo estragos. Aún así, si fuiste de esos curiosos como yo que quiso conseguir la consola, lo complicado era conseguir juegos. Estamos hablando de 1996 o 1997, y para comprar un juego de Nintendo 64 no solo tenía que gastar fortunas, sino que tenía que viajar horas ya que no los vendían en cualquier lugar.

Doom 64 se lanzó a finales de marzo de 1997, y uno de sus cambios principales, fue que no estuvo desarrollado por id Software como los títulos anteriores, sino que fue un trabajo de Midway Games, conocida por clásicos como Cruis’n USA, Killer Instinct, NBA Jam, The Suffering, Unreal Tournament 3 y, cómo no mencionarla, toda la primera era de la saga Mortal Kombat. Esta empresa, experimentada, puso todo su esfuerzo en crear una continuación espiritual de Doom II, manteniendo el tono y el ritmo de sus predecesores, agregando solo algunos detalles a la experiencia, pero manteniendo una fidelidad absoluta para que nadie se sienta un extraño dentro de la propuesta.

Pero, justamente, estoy hablando desde el lugar de las mecánicas de juego. En este aspecto, como dije en el párrafo anterior, Doom 64 mantenía todo lo que había hecho grande a la saga, pero Midway Games quiso darle su propia impronta desde lo visual, y cambió varios aspectos de aquello que había sentado un paradigma en las primeras entregas. Este juego optaba por mostrar una estética futurista pero completamente alejada del concepto original. Había algunos pequeños detalles que intentaban “parecerse a”, pero nada realmente concreto. Se sentía como Doom, pero en escenarios que, al menos a mí, me costaron reconocer como tal. Parecían el resultado estético de la mezcla de niveles del Duke Nukem 3D, del Halo y del Unreal, con mucho más metal, cemento y reminiscencias a gran templos, fábricas abandonadas y, por supuesto, el infierno mismo.

Claro está, que esto no afectaba al juego. En su momento, hubo críticas que decían que Doom 64 se sentía como un port de los originales, pero al menos para mí, nada más lejos de la verdad. El juego es más bien como un spin off de la saga, es un Doom situado en otro universo si se quiere, pero seguía siendo un hermoso caos lleno de acción en escenarios 3D y sprites detallados. La dificultad seguía siendo muy alta, porque la esencia está ahí, impoluta, con una dinámica y una velocidad de juego inmensa, sobre todo a la hora de jugar con el mando de la Nintendo 64. Hoy en día, hay ports muy bien logrados, donde podemos aprovechar la sensibilidad del mouse y del teclado, que otorgan, necesariamente, una experiencia diferente. Ni mejor ni peor en este caso, pero si diferente. Si no tienen una Nintendo 64 en casa, si no tienen un conocido que tenga la consola y el juego, aun así, recomiendo probarlo en cualquiera de las plataformas que se encuentra disponible. Si sos fanático de Doom, es entretenimiento asegurado.

Lógicamente, DOOM de 2016 y DOOM Eternal vinieron a cambiar las cosas, y no se puede comparar. Son propuestas completamente diferentes. Doom 64 es para pensar más en un Turok o en un Serious Sam, que en la evolución de los FPS y la infernal propuesta de id Software y sus últimas dos entregas. Incluso, ni siquiera sirve el ejercicio de comparar: son propuestas diferentes de tiempos diferentes que aprovechan, cada una con sus propias posibilidades, la tecnología y el concepto del entretenimiento de cada momento en particular. Disfrutar, vas a disfrutar con todos, porque Doom 64 puede ser una entrada extraña a la saga, como muchos marcan, pero que es divertido, eso no se le puede negar.

Yo soy de esos que disfruté muchísimo el juego en su momento. No lo sentí tan extraño, quizás por sentir que la esencia del juego estaba ahí, intacta. La propuesta visual me parece maravillosa, más allá de que no sea un calco de las entregas anteriores, creo que el corazón de la saga está y pasa más por su gameplay y sus mecánicas, que por la arquitectura o las texturas que Midway Games haya elegido utilizar. Si hablamos de títulos oficiales, no jugaste a todas las entregas de Doom si no jugaste Doom 64. Y no lo digo desde un pedestal señalando con un dedo inquisidor, sino, todo lo contrario, invitándote a que lo juegues. Como dije antes, se puede conseguir en Steam a menos de $50 pesos argentinos, o incluso si tenes el Game Pass de Xbox, lo podés encontrar entre la lista disponible de juegos.