Mientras “The Walking Dead” viene tropezando desde hace varias temporadas y perdiendo a sus personajes de peso por el camino, su hermana de universo fue tomando impulso y cosechando mejores críticas gracias a una historia más ordenada y atrapante,… deshaciéndose de esos protagonistas que estorbaban en la trama por el camino. Así llegamos a una quinta temporada (quien lo hubiera creído) donde sólo sobreviven algunos pocos de esos personajes principales que arrancaron este spin off en 2015, como excusa para contar los “orígenes” de este apocalipsis zombie, en el lado opuesto al del grupo de Rick.
Antes de avanzar con esta reseña, debo confesar que estoy como pez fuera del agua, ya que abandoné al grupo de Madison (Q.E.P.D.) después de la primera entrega. Retomando la serie tanto tiempo después me desayuno con un elenco casi completamente nuevo, más allá de Alicia (Alycia Debnam-Carey), Victor (Colman Domingo) y el viejo y querido Morgan Jones (Lennie James), quien viene a hacer de nexo entre las dos series. Se ve que ahí reside el suceso de FTWD: renovar a los protagonistas cuando se empiezan a agotar sus historias.
Pero esta quinta entrega suma algo más para cimentar la conexión entre estas dos hermanas televisivas y, de paso, echando un poco de luz sobe el extraño grupo que se llevó a Rick y Jadis en el helicóptero. ¿Podrá esta serie responder las preguntas que dejó TWD? Lo veremos a lo largo de la temporada que arranca de manera más que vertiginosa con Morgan y su gente respondiendo al llamado de ayuda de Logan (Matt Frewer).
Conociendo la filosofía de Jones podemos entender esta nueva actitud solidaria donde, a pesar de las violentas experiencias vividas, decide, junto a sus compañeros de travesía, intentar asentarse y mejorar la calidad de vida en medio del caos, socorriendo a otros en el proceso. El problema es que la gente vive en estado constante de terror y desconfianza, por lo que hasta ahora no pudieron cumplir su cometido sin ver como los muertos se acumulaban por el camino. Esta tarea redentora -todos tienen culpas que pagar- se les está haciendo bastante difícil, de ahí que pongan todo su empeño en acudir al S.O.S. de este misterioso personaje que asegura estar rodeado de caminantes en una parada de camiones de algún lugar de Texas.
“Here to Help” arranca con tres hermanitos cazando en medio de los bosques cuando son interceptados por una horda de muertos vivos. En ese momento, una avioneta se estrella cerca del lugar, dejando bastante desorientados a Althea (Maggie Grace), Alicia, Dorie (Garret Dillahunt), June (Jenna Elfman), Morgan y Luciana (Danay Garcia), quien queda herida después del aterrizaje forzoso. Evitando el ataque de los zombies, y con la ayuda de estos nenes, el grupo logra llegar hasta la dichosa parada donde deberían estar acuartelados Logan y su gente. En el medio, los chicos les advierten que esta no es una zona segura y no sólo por el hecho de estar rodeada por carteles que advierten del alto nivel de radiación, sino por las extrañas trampas estratégicamente colocadas y un caminante que ostenta un traje ¿militar? un tanto particular. Este detalle llama la atención de Al, quien pretende volver al lugar con su cámara, convencida de que ahí hay una historia para contar.
Michael E. Satrazemis, director acostumbrado a este universo basado en el cómic de Robert Kirkman, decide arrancar la temporada con todo, a puro drama y acción, metiendo a sus protagonistas en medio del peligro (y bastante tensión, aunque cae por momentos), y dejando la puerta abierta para varias amenazas que pululan a su alrededor. Claro que el llamado de auxilio de Logan también va a poner en jaque a este grupo de sobrevivientes que quieren hacer el bien y no los dejan.
Ahora son ellos los que necesitan ayuda, y mientras esperan un nuevo avioncito que los pueda llevar de regreso al refugio que logaron construir en la fábrica textil (conocida como el molino) gracias a Polar Bear/Clayton (Stephen Henderson), van a tener que replantearse varias cosas. Entre ellas, que no todos allá afuera están dispuestos a recibir el auxilio de extraños (los nenes así lo dejan en claro) y, lo más importante, no pueden seguir confiando en cualquiera. Esto último es un tanto extraño, más si tenemos en cuenta todos los quilombos que vienen enfrentando los personajes desde el comienzo de la epidemia. Sí, otra motivación flojita de papeles.
De entrada, la quinta temporada de “Fear the Walking Dead” nos plantea un nuevo ¿villano? y un misterio que conecta directamente con TWD. Por un lado, esperemos que estas nuevas circunstancias borren el mal sabor de boca que dejó entre los fans el desenlace anterior, y por el otro… qué bueno sería que estos acontecimientos repercutan finalmente en Alexandria, explorando la posibilidad de un crossover hecho y derecho que pueda revitalizar la serie original.