Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1

En 2018 salieron muchísimos juegos. Las tiendas digitales de las consolas se llenaron de contenido, mientras que Steam está alcanzando el punto de la saturación. Y aunque publicamos más de 200 análisis de videojuegos durante este año, muchos nos quedaron afuera.

Algunos los jugamos demasiado tarde y pasaron de esa ventanita de tiempo en la que usualmente se escribe un análisis. Otros los empezamos a tiempo pero por alguna razón se quedaron durante meses dando vueltas hasta que por fin los terminamos. Otros se jugaron en vacaciones, en celular, donde sea – lo que tienen en común es que se jugaron y no escribimos.

Pero ahora que se viene la discusión del juego del año, aprovechamos para revisar todo lo que jugamos y quedó afuera. A lo largo de esta semana publicaremos 5 entregas de estos mix de ‘análisis express’, explorando algunos de esos juegos de los que vale la pena hablar un poco más.

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
7

Ni no Kuni 2: Revenant Kingdom

Evan es el felino-humano heredero al trono del reino de Cascabel, lugar donde viven dos especies, las ratas y los felinos. Pero justo antes de heredarlo debido al asesinato de su padre, un golpe de estado de parte de las ratas lo obliga a escaparse del reino. Con ayuda de varios personajes que encontrará en su aventura su objetivo será unir a todos los reinos mediante un tratado de paz.

El problema con las secuelas es que tienen que estar a la altura del primero y en este caso no llega del todo, sobretodo en el combate, área en que el sistema ha cambiado. Ya no es más ese híbrido de usar a nuestro personaje y a los familiares que usábamos como esbirros, sino que ahora controlamos a una party de máximo 3 personajes en un estilo de combate en tiempo real que logra asimilarse al de final fantasy XV pero sin ser tan frenético (y divertido) como ese. Además del combate y la exploración del mundo abierto, tenemos el sistema de construir nuestro reino, el cual iremos expandiendo y mejorando con el paso del tiempo, poniendo a la venta nuevas habilidades y armas para nuestros personajes. Como en Assassin’s Creed II, las mejoras toman tiempo real de juego en construirse, invitándote a salir de aventura – y de paso grindear un rato.

En cuanto a la historia, es bastante simple, pero esto no es algo malo. Que sea simple le da más tiempo para desarrollar a los personajes principales y lograr que nos involucremos más con cada uno de ellos. Ni no Kuni 2 definitivamente tiene sus problemas, sobre todo relacionados con el combate y la dificultad, pero entre los personajes, la historia y la increíble música lo positivo logra superar a lo negativo, siempre y cuando te gusten los juegos de rol que duran 60 horas como mínimo. (Santiago Peñalver)

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
6

Skelly Selest

Es fácil menospreciar a Skelly Selest por su apartado gráfico hyperpixeleado, pero bastarán un par de partidas para entender que estamos ante uno de los roguelikes de acción más interesantes que han pasado por debajo del radar.

Nuestro pequeño esqueleto protagonista viene con hacha y pistola, armas que usará para enfrentar a las hordas infernales que, nivel tras nivel, intentarán detener nuestro avance. Nuestra munición es limitada, pero podemos recargar el arma al eliminar enemigos con nuestros ataques directos; y siempre podremos (y tendremos que) usar nuestro movimiento de barrida para deslizarnos fuera de peligro. El juego incluye una cuantiosa cantidad de mejoras y poderes especiales, además de varios modos de juego y contenido extra esperando a ser habilitado, siempre tentándonos a una partidita más.

Quizá su apartado gráfico sea demasiado “Retro” para muchos (en especial si mandamos todos los efectos de monitor viejo al máximo), y la dificultad inicial del juego es francamente elevada; pero si pasan esas dos barreras descubrirán a uno de los herederos directos de The Binding of Isaac, y eso es decir mucho. Recomendado. (Maximiliano Baldo)

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
5

The Hex

En una posada en medio de la nada, seis personajes de videojuegos se reúnen para pasar la noche. Cada uno ocupa su espacio, tratan de no hacer contacto visual entre ellos, aunque parece que se conocieran desde hace tiempo. La mascota del plataformero shareware de los ‘90. La hechicera oscura medieval. El sobreviviente del apocalípsis. De repente, suena el teléfono con un mensaje siniestro: uno de ellos está planeando un asesinato.

Desde ese momento tomaremos el control de cada uno de los personajes, en orden, y visitando sus mundos respectivos. Cada uno de ellos un juego completo en miniatura, con sus mecánicas que parodian cada género del gaming a la perfección. Un poco al estilo de Frog Fractions o los juegos de Wario Ware, pero sin el ritmo frenético de estos clásicos. De a poco estas historias revelan ser más que minijuegos y vamos revelando de a fragmentos una metahistoria que podría ser la de cualquier genio caído en desgracia del gaming independiente norteamericano, desde John Carmack hasta Phil Fish.

The Hex es una de las sorpresas del año, una aventura cargada de mecánicas imaginativas y reflexiones tan graciosas como agudas sobre la industria de los videojuegos y la forma ligeramente enfermiza en la que nos relacionamos con nuestras creaciones y nuestros personajes favoritos. En esta ametralladora de ideas algunas secuencias son mejores que otras, y el final tiende a sobre explicar cosas que habían quedado claras horas antes, pero el viaje resulta vertiginoso y emocionante. (Ignacio Esains)

4

Airships: Conquer the Skies

Sacá al ingeniero loco que tenés adentro y mandate a diseñar y construir imponentes navíos voladores en este interesantísimo juegos de estrategia steampunk. Nuestra misión en Airships: Conquer the Skies consiste en ensamblar vehículos de guerra de acuerdo a nuestras necesidades y caprichos, encajando módulos para formar un adefesio funcional, capaz de hacerle frente a las flotas enemigas.

Los combates nos pondrán al mando de nuestras creaciones, desplazándolas a puntos estratégicos para acribillar a tiros, lanzar bombas, arremeter con arietes y hasta arrojar valientes soldados a invadir los vehículos enemigos. Pero cuidado, que hay más que sólo armatostes voladores allá afuera: otras criaturas se sumarán al desafío de poner a prueba nuestras proezas de ingeniería. El juego cuenta con un modo Campaña en el que debemos conquistar las tierras vecinas, una a una; pero también podemos encarar misiones personalizadas y hasta enfrentamientos con otros jugadores online y en LAN.

Las posibilidades creativas a la hora de diseñar nuestros vehículos, sumado al elemento procedural del modo Campaña, nos otorga una enorme rejugabilidad. Quizá sus únicos puntos flacos sean un apartado gráfico mediocre y la curva de dificultad inicial, aunque por suerte se incluye un tutorial bastante competente. Por desgracia no hay opción para idioma Español, pero aun así el juego se disfruta plenamente. En resumen, un concepto que apunta alto y llega a las nubes. Excelente. (Maximiliano Baldo)

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
3

The Missing: JJ MacField and the Island of Memories

El estilo Playdead es muy difícil de imitar. Inside y Limbo son juegos de plataformas tan oscuros como geniales, narrativamente complejos y cargados de puzzles ingeniosos sin ser especialmente frustrantes. The Missing quizás sea el juego que más se acerca a reproducir este estilo, y aunque narrativamente está al mismo nivel que esos juegos (o quizás más alto), se hunde bajo el peso de sus pésimos controles y puzzles poco inspirados.

Jackie (la JJ del título) pierde a su amiga Emily en una noche de campamento, sale a buscarla y muere horriblemente ¿fin? No. Porque a pesar de que cada muerte es dolorosa, Jackie es incapaz de morir del todo. Es más – debe usar cada uno de sus horribles accidentes para resolver puzzles, lanzando un brazo amputado para activar un interruptor, corriendo en llamas a incendiar una puerta bloqueada, usando su cuerpo para transmitir electricidad. Es grotesco, a veces muy incómodo, pero es parte de la historia de “body horror” que narra con maestría el diseñador japonés Swery (Deadly Premonition).

Como pasaba con aquel delirante émulo de Twin Peaks, The Missing falla en lo básico. El control de Jackie es impreciso y hace que muramos muchas más veces de lo que queremos. Algunos puzzles son interesantes, pero la mayoría son ejercicios de infinito tedio, y ni hablar de las enfurecedoras secuencias de plataformas. La historia es excelente, de las mejores del año, y la última media hora es emocionalmente devastadora. Si tenés resistencia a los juegos mal diseñados, subile dos puntitos al número ese que ves abajo. (Ignacio Esains)

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
2

Moonquest (Early Access)

MoonQuest parece la evolución directa de Terraria y Starbound; una aventura en mundos procedurales 2D que podemos excavar para obtener recursos, fabricar ítems, armas y armaduras y defendernos de los bichos malosos que andan por ahí. Nuestro objetivo es recorrer este mundo desconocido hasta dar con las Piedras Lunares que necesitamos para alimentar a la mítica Máquina Lunar. ¿Dónde están estas famosas piedras? No podremos saberlo hasta que no salgamos a explorar.

A diferencia de los juegos antes mencionados, MoonQuest basa su jugabilidad en una serie de mapas de menor tamaño, todos interconectados en un mundo más grande. El juego está más enfocado en el apartado RPG que en el de excavar y construir, dejando estos últimos elementos para abrirnos paso por algunos obstáculos y encontrar habitaciones secretas, que posiblemente tengan accesos a nuevas áreas del mundo. Cada partida genera un mundo nuevo, de manera que la rejugabilidad es prácticamente infinita.

Sin embargo, no es un título que consiga atrapar tanto como sus predecesores; quizá justamente porque el género ya tiene suficientes representantes de gran calibre. Aun así, MoonQuest posee todos los elementos y el potencial para ser un clásico de culto; y aunque todavía sigue en Early Access, su contenido es más que suficiente para disfrutarlo en plenitud. Goooodbyyeeeeee, Moooooonmeeeeen… (Maximiliano Baldo)

Análisis Express 2018 // Los juegos que quedaron afuera, parte 1
1

Kingdom Come: Deliverance

¿Es Kingdom Come el juego independiente más ambicioso de la historia? Puede ser, al menos hasta que salga Star Citizen. La idea básica del juego se podría simplificar a “Skyrim realista”, un juego de rol con varios elementos de supervivencia y simulación ambientado en la zona de Bohemia, actualmente ocupada por la república Checa. La recreación de época es admirable, aunque el nivel de detalle y de interacción con el mundo palidece frente a otros juegos independientes como la serie Divinity o los recientes juegos isométricos de Obsidian.

Donde Kingdom Come supera al resto de los RPG independientes es en su despliegue técnico y visual, en especial en una PC poderosa en la que los ambientes rivalizan con cualquier AAA. Vale la pena destacar (también en PC) el combate cuerpo a cuerpo en primera persona, que requiere movimientos de mouse que al principio resultan un poco torpes pero que terminan dando mucho control sobre la acción – una pena que en consola no pase lo mismo.

El gran problema de Kingdom Come es que más allá del combate y el aspecto visual, el juego va en picada en cada uno de sus otros aspectos. Los mapas son poco interesantes, sin muchos secretos para explorar, la interfaz es una pesadilla, y sus sistemas de supervivencia resultan irritantes. Pero lo peor de todo es la historia, que se disfraza de simulación pero termina siendo la típica historia del niño normal que descubre que es heredero de un gran guerrero y tiene la misión de salvar al mundo. (Ignacio Esains)