Cuando Turtle Rock Studios anunció la secuela espiritual de Left 4 Dead muchos decidimos tomarnos la noticia con cautela, no sería tarea sencilla intentar retomar el legado del legendario shooter cooperativo, ni siquiera para los mismísimos desarrolladores originales. Dos años y medio después, entre tráilers y una beta bastante mediocre que bajó las expectativas del público, Back 4 Blood se lanzó oficialmente y déjenme adelantarles que el producto final es muchísimo mejor que lo que cabía esperar. Desde el primer momento vamos a estar sobreviviendo a oleadas de zombies, cooperando con otros jugadores y, luego de un breve aprendizaje, arrasando a nuestro paso. Si bien la fórmula cambió, orientándose más a la acción frenética con dosis de estrategia y supervivencia, la esencia sigue intacta por lo que la diversión está asegurada.
La historia nos presenta un escenario post apocalíptico en el que una infección parasitaria transforma a la mayor parte de la humanidad en Riddens: los zombies de Back 4 Blood. Pero lejos de jugar como simples sobrevivientes, el juego de Turtle Rock Studios nos pone en la piel de ocho “Cleaners”, profesionales que se dedican a limpiar zonas infestadas y ayudar a la última resistencia. Este cambio de tono hace que nuestros personajes se vean más confiados, justificando así que cada uno tenga habilidades especiales y que no se sorprendan al ver que un compañero revienta a treinta enemigos a machetazo limpio. A través de un puñado de cinemáticas estratégicamente colocadas vamos a entrar en contexto y, en cuestión de minutos, pasaremos a la acción desenfrenada.
La campaña se desarrolla a lo largo de 4 actos, conformados por 33 capítulos de diferente duración, y nos llevará por una fantástica y dispar variedad de paisajes. Desde la habitación de un hotel de mala muerte, pasando por un túnel colapsado, un catamarán abandonado, un pantano formado por containers empetrolados y hasta las aulas de una escuela secundaria arrasada. Los escenarios están bien diferenciados, algunos son claustrofóbicos y pasilleros, otros abiertos y tan desconcertantes como luchar contra una horda de Riddens en medio de un enorme maizal. En el clímax de cada acto deberemos superar una oleada final, generando siempre una situación épica y dejándonos con la satisfacción del deber cumplido. Los niveles están diseñados con recelo y los pequeños detalles suman muchísimo a la inmersión, pero además están repleto de guiños tanto a la franquicia original como a películas y series del género que nos sacarán una sonrisa en medio de esta lluvia de vísceras.
Si bien es cierto que la propuesta se centra en la acción, será complicado superar los niveles si no trabajamos en equipo, inclusive si estamos jugando en la dificultad más baja. Por eso fue tan acertada la decisión de salir con crossplay desde el primer día, ya sea iniciando un run nuevo o desde quick play vamos a encontrar partida en cuestión de segundos. Eso no nos garantiza, por supuesto, que vayamos a encontrar un buen equipo, pero al menos vamos a poder jugar rápido. En varias ocasiones me encontré deseando poder iniciar partida directamente con bots, dejándola abierta por si alguien quería unirse más adelante, pero por ahora no es posible. Eso sí, si tienen la posibilidad de jugar con amigos, todo se vuelve una fiesta de gore, tripas y pedazos de zombies volando por los aires. Como lo revisé durante el período de acceso anticipado, tuve que recurrir a la función de club oficial en Xbox y a Reddit para encontrar equipo, pero luego del lanzamiento encontré partidas desde todos los checkpoints.
La columna vertebral de Back 4 Blood es el sistema de cartas con habilidades que atraviesa toda la experiencia y sus modos de juego. El modo campaña es el único que nos da supply points, que necesitaremos para ir desbloqueando cartas e ítems cosméticos, la cantidad que ganamos varía según la dificultad en la que estemos jugando. Si bien no tenemos demasiado control sobre el orden de desbloqueo de las cartas, eventualmente nos servirán para combatir un poco el elemento de azar que hace única a cada partida. Podemos formar varios mazos de 15 cartas cada uno y poner en juego una nueva antes de cada nivel, sus efectos se van acumulando y algunas tienen beneficios que afectarán a todo el equipo. Así, Turtle Rock Studios nos invita a explorar con combinaciones y crear builds especializados. Para iniciar una nueva run necesitaremos al menos un jugador más para que el juego lance la partida con dos bots, si dejamos la party pública otros jugadores podrán tomar el control de estos personajes a través del menú Quick Join. El sistema de cartas entra en juego luego de que elegimos Cleaner y uno de nuestros mazos, la primera carta se activa sola y luego podremos elegir una más entre las primeras cinco. A su vez el juego tirará sus propias cartas, una definirá la misión secundaria y el resto diferentes desafíos (mutaciones especiales, presencia de enemigos acorazados o niebla, entre muchas otras) que aportarán una buena dosis de variedad a la mezcla. Las cartas randomizan los enemigos, los ítems y refrescan cada partida así, por más que hayamos terminado la campaña, cada run tendrá sus propias variantes y siempre nos sentiremos desafiados.
Los mazos son una parte vital de Back 4 Blood y pueden adaptar a un cleaner a cualquier estilo de juego: desde un tanque que lleva munición para todo el equipo hasta un especialista en melee que cura mientras ataca. En mi caso tengo uno dedicado a melee y escopeta, con cartas que curan a todo el equipo cada vez que mato un Ridden cuerpo a cuerpo y reducen la cantidad de stamina que cuesta cada golpe, a la vez me hacen más resistente si estoy empuñando un arma de esa clase. También tengo otro que potencia mi velocidad, resistencia, mejora el daño de las ametralladoras livianas y las recarga automáticamente cuando las enfundo. Si bien al comienzo las combinaciones pueden parecer abrumadoras, una vez que terminemos la campaña en dificultad Recruit vamos a tener una buena idea de cómo funcionan los pormenores del sistema. Este conocimiento será vital para cuando saltemos al modo Veteran, que es difícil y está balanceado para un equipo que trata de complementarse. Y si no quieren pensar demasiado hay varios ejemplos de mazos creados por la comunidad, que los está actualizando constantemente en Reddit y foros.
La verdadera magia de Back 4 Blood se hace presente en el multijugador, ya sea jugando la campaña o Swarm, pero también cuenta con un modo para jugar en solitario. Por ahora sirve para familiarizarnos con las cartas y los niveles, pero Turtle Rock Studios está considerando expandir su funcionalidad. De hecho una de las peticiones más populares en los canales oficiales del estudio es que el progreso en el modo solo también otorgue Supply Points, o bien que la campaña se pueda jugar directamente con bots. El tercer modo de juego se llama Swarm, se centra en el PVP y nos propone enfrentarnos a otro equipo de 4 jugadores mientras nos turnamos entre los roles de Cleaners y Riddens. Los primeros pueden armar mazos independientes de los de campaña, de hecho ya vienen las cartas desbloqueadas, mientras que los Riddens cuentan con habilidades mejorables antes de cada round. Swarm es entretenido cuando ya tenés un equipo armado, jugarlo con randoms puede llegar a ser frustrante, y aún así no ofrece el ritmo ni la diversión de la campaña. De todas formas es una adición bienvenida, ideal para romper la rutina o cambiar de aire luego de un par de runs fallidas.
No existe el juego perfecto y no estamos ante la excepción, algunos usuarios reportaron todo tipo de fallos y personalmente me he cruzado con un par de bugs molestos. Sin duda hay cosas para mejorar, desde la inexplicablemente escasa oferta de ítems cosméticos, pasando por algunos bugs que cierran el juego abruptamente, hasta decisiones de diseño que a veces dificultan el disfrute pleno de la experiencia. Publicar un juego multijugador, que nos invita a jugar con randoms, sin la opción de echar gente de tu equipo es algo que todavía no puedo comprender. Sin embargo son detalles que palidecen en comparación a las largas horas de diversión que el juego nos ofrece, sin ir más lejos jugué 35 horas en menos de una semana y no dejo de insistirle a mis amigos que se animen a jugarlo en equipo. Back 4 Blood es una fiesta sangrienta que comienza apenas comenzás el primer nivel y no baja nunca su intensidad. Aún conserva parte de la esencia de Left 4 Dead, pero es un juego completamente diferente y los cambios le sientan de maravilla. La jugabilidad es ágil y el gunplay está pulido al nivel de calidad de un buen FPS arcadoso, pero son los componentes estratégicos, la variedad que aportan las cartas y el armamento personalizable los que lo elevan por encima de la media. En mi caso particular venía disfrutando los primeros niveles, pero la experiencia cambió radicalmente después de la misión de la rockola y desde entonces no pude dejar de jugarlo.
Jugué Back 4 Blood por 35 horas en Xbox Series X. Jugué todos los modos en equipo y con randoms, completé la campaña y hasta me dí el gusto de encontrar algunos secretos. Se ganó su lugar en mi SSD y no dejo de jugarlo con amigos, para completar mi colección de cartas y porque es divertidísimo.