Desde el lanzamiento de Call of Duty: Warzone Activision ha estado peleando una batalla perdida contra los cheaters, pero la empresa espera que eso cambie con la llegada de un nuevo sistema anti-cheat.
Anunciado hace unos meses y prometido para el debut de Call of Duty: Vanguard, el nuevo sistema bautizado Ricochet, se presentó hoy de manera oficial.
Ricochet Anti-Cheat va a integrarse a la versión de PC de Call of Duty: Warzone junto a la actualización del Pacífico, que estará disponible poco después del lanzamiento de Vanguard.
Es un sistema a nivel kernel, lo que significa que va a tener acceso a un amplio abanico de software y aplicaciones en la máquina, incluidas varias que afectan el desempeño de la placa de video.
‘Si bien el controlador del kernel, que es solo una parte de RICOCHET Anti-Cheat, se lanzará para PC, por extensión, los jugadores de consola que jueguen a través de cross-play contra jugadores en PC también se beneficiarán. El controlador de nivel de kernel se lanzará posteriormente para Call of Duty: Vanguard más adelante’.
Obviamente el acceso a niveles tan profundos de la PC puede despertar desconfianza en algunos usuarios, pero es necesario para detectar cualquier tipo de comportamiento sospechoso y desarrollar mejores herramientas.
De todas maneras la empresa entiende las posibles dudas de los jugadores, por lo que aclaró que Ricochet se activará sólo cuando el juego esté ejecutándose, como suede con otros sistemas similares presentes en juegos como Fall Guys, Fortnite, Apex Legends y Valorant, entre otros.
El sistema también incluye “una amplia mejora a la seguridad” tanto de Call of Duty: Warzone como del futuro Vanguard a través de una serie de algoritmos con machine learning.
Call of Duty: Vanguard sale el 5 de noviembre en consolas y PC.