El final de la séptima temporada de “Arrow” bien podría haber sido el cierre definitivo de la serie superheoica de The CW, dejando a todos bastante contentos… y lagrimeando. Sabemos que al camino de Oliver Queen le quedan varias encrucijadas por resolver, pero casi casi como que nos deja esperando ese final inevitable y tan anunciado, después de sólo diez episodios y el próximo crossover de la cadena con “Crisis on Infinite Earths”. Es más, “You Have Saved This City” se hace eco de los hechos de “Elseworlds” -el especial anterior- y nos muestra el acuerdo que hizo el arquero de Star City con The Monitor (LaMonica Garrett) para salvar a Barry y a Kara, un trato que, eventualmente, lo va a llevar a su muerte. Pero ya vamos a llegar a ese punto tan crucial de este desenlace.
“Living Proof” había dejado al Team Arrow bastante mal parado tras el ataque de Emiko a la estación de policía. Ante los ojos de la opinión pública, el equipo justiciero volvía a ser un grupo de peligrosos renegados, estrategia que Adachi planeó desde siempre para poder vengarse de su hermano y, por ende, de toda esa familia que la abandonó, atacando a los seres queridos de Ollie. Con el virus todavía en su poder -de ahí el ataque a la jefatura para recuperarlo-, la líder del Noveno Circulo sigue adelante con las amenazas, esta vez una embestida random a los ciudadanos, cuya culpa vuelve a recaer en los justicieros.
Igual, el equipo decide trabajar contrarreloj para detenerla, y con la ayuda de Curtis, Laurel y Ben Turner/Bronze Tiger (papá de Connor) se dirigen al edificio de Queen Consolidated donde Emiko los espera, detonador en mano, muy al estilo de la Talia al Ghul de Nolan. Con las bombas ya desarmadas, el enfrentamiento final les corresponde a Oliver y su hermanastra, una puja no sólo por el poder, sino la última oportunidad del arquero para convencerla de que ella es mucho mejor que su padre. Claro que Adachi duda, como lo hacen sus seguidores que no ven con buenos ojos que su líder haya fallado a la hora de destruir la metrópoli.
Si sumamos que las malas decisiones de Emiko también terminaron delatando la existencia del Noveno Círculo (para muchos, sólo un mito urbano), no sorprende la traición de Virgil y Beatrice (Samantha Jo), representantes del consejo que decidió ponerse en contra de ella. Durante este último enfrentamiento, que une a los hermanos contra la organización terrorista, Adachi queda mortalmente herida ganándose un poquito de redención, pero sabe que sus seres queridos nunca van a estar totalmente a salvo.
El triunfo vuelve a ser de los justicieros, otra vez con el apoyo de la policía, pero Ollie entiende que ya es momento del retiro, al menos para él, Felicity y la bebé que está por nacer. Así, su verdadero legado se traduce en el equipo que formó, ahora en manos de Diggle, Dinah y Rene, mientras pasa desapercibido para poner a salvo a su familia. Ya habíamos visto el nacimiento de Mia y esos días felices en la cabaña de Bloomfield. Felicidad que dura bastante poco, hasta que The Monitor golpea la puerta exigiéndole a Queen que cumpla su parte del trato: asistirlo durante la crisis que se avecina, incluso sabiendo que va a tener que dar su vida en el proceso.
Habrá que esperar hasta la próxima temporada, y el crossover que se viene, para saber los detalles de esta partida que, entendemos, no es tan definitiva porque el multiverso es un lugar más complejo del que nos imaginamos. El futuro de 2040 ya demostró que no tiene un Green Arrow, y es acá donde ambas historias se conectan y se acomodan para plantear una posible vuelta de tuerca para la serie.
Mientras el peligro de las bombas y el Noveno Círculo cobraban fuerza en el presente, los flashforwards tampoco traían alivio para los héroes. Felicity, Mia, Alena, William, Roy y Rene habían caído bajo las garras de Galaxy One, pero Connor y Zoe logran salvar a sus compañeros que ahora deben idear un nuevo contraataque para frenar los maquiavélicos planes de esta organización terrorista (en realidad, Eden Corps) con ganas de acabar con Star City de raíz. La idea es crear un virus para destruir al renacido Archer, una peligrosísima misión que queda en manos de William y Mia, demostrando cual es la nueva generación de justicieros que la ciudad necesita.
Así es, “You Have Saved This City” es un paralelismo entre pasado y futuro, un paso del testigo entre los héroes maduros y los más jovencitos. Muy a su pesar, Felicity entiende que sus hijos están más que preparados para tomar la posta y cuidarse a ellos mismos, y tras contarles el destino que sufrió su papá, decide partir junto a The Monitor para reunirse con su marido en algún universo paralelo. De esta manera, Emily Bett Rickards se despide de la serie, cerrando el círculo del OTA (Original Team Arrow) que arranco en aquella lejana primera temporada de la mano de Oliver, John Diggle y Smoak.
James Bamford, veterano director de “Arrow”, hace un gran trabajo uniendo los acontecimientos de amabas líneas temporales; las múltiples escenas de súper acción -su especialidad como stunt y coordinador de dobles de riesgo-; y con las emotivas despedidas, un tanto cursis, sí, pero muy sentidas y sinceras cuando se trata de los actores detrás de los personajes. El guión de Beth Schwartz (showrunner de la serie) y Rebecca Bellotto no deja ningún cabo suelto y cierra una de las mejores temporadas del justiciero, una que mostró muchos más matices y se la jugó con diferentes géneros y narrativas.
Tranquilamente, “Arrow” podía haber bajado su telón con “You Have Saved This City” dejando a todos contentos, pero Ollie tiene una última misión y un papel fundamental en “Crisis on Infinite Earths”, como para que la despedida sea aún más lacrimógena. El gancho de la octava temporada viene por ahí, aunque todavía no sabemos qué caras volveremos a ver en el presente y el futuro de la serie. Queda claro que un spin off futurista es una gran posibilidad en este escenario, con William, Mia, Zoe y Connor tomando el legado de sus padres, tanto biológicos y adoptivos.