Resulta imposible definir a “Los Espookys”, más allá de “comedia hilarante bizarrísima”. Creo que alcanza con estos calificativos para empezar a hablar de la última y extraña producción de HBO, pergeñada por Lorne Michaels, creador de “Saturday Night Live”. La idea -originalmente titulada “Mexico City: Only Good Things Happen”– sale de un guión de Fred Armisen, Ana Fabrega y Julio Torres, básicamente, la historia de un grupo de amigos que encuentra en su pasión por el terror un nuevo emprendimiento.
“El Exorcismo” arranca durante la fiesta de quinces de la hermana de Renaldo (Bernardo Velasco), una celebración un tanto gótica, más parecida a Noche de Brujas que a un baile para adolescentes. Para Renaldo es sólo un hobby que comparte con sus compañeros Úrsula (Cassandra Ciangherotti) -técnica en prótesis dentales-, y Andrés (Julio Torres), heredero de un emporio chocolatero, pero podría convertirse en un trabajo de tiempo completo por sugerencia de su tío Tico (Armisen), quien cumplió su propio sueño al convertirse en valet parking (¿?).
La ambientación llama la atención del padre Francesco (Luis Gnecco), quien celoso del joven cura Antonio (Cristobal Tapia Montt) pretende ganarse el cariño de su comunidad, obnubilada por las acciones y los labios brillantes del nuevo sacerdote. Su idea es contratar al grupo de Renaldo y planear un exorcismo para adquirir un poquito más de notoriedad sin lastimar a nadie. Trabajo es trabajo (para ellos también diversión) y ponen manos a la obra para crear esta falsa puesta en escena que, posiblemente, llame la atención del público gracias a la intervención de una famosa conductora especialista en casos extraños.
Pronto se suma Tati (Ana Fabrega), hermana desempleada de Úrsula, que hará las veces de niña endemoniada, y así nacen “Los Espookys”, dedicados al terror a pedido, mientras nos arrancan unas cuantas carcajadas. Imagínense un gran sketch de “SNL” (de la mejor época de Saturday Night Live), llevado a cabo por un grupo de jóvenes latinos (sí, está hablada en español) que tratan de salir adelante persiguiendo sus sueños más locos. Ni siquiera estamos seguros en que extraño país latinoamericanos ocurren los sucesos, pero todo tiene esta atmósfera de misterio y singularidad que no tiene nada de dañina.
Lo más divertido, sin dudas, son sus protagonistas, bien definidos en su carácter y personalidad sin mucho esfuerzo y en apenas los veintitantos minutos de narración que dura este primer episodio. Un gancho perfecto plagado de gags bien orquestados uno detrás de otro, y una gran propuesta si tenemos en cuenta la alta demanda televisiva y la siempre escasa oferta de comedias que realmente funcionan.
Llama la atención que una cadena como HBO se despache con semejante experimento, pero se aplaude la iniciativa de darles el espacio a otras voces y otros contenidos, siempre con la misma calidad de la cadena premium. Igual, no esperen un “Game of Thrones” a la hora de los efectos, Los Espookys hacen todo a pulmón, a base de humo, luces de colores y líquidos extraños que pueden salir por cualquiera de los orificios del exorcizado de turno.