Estas entregas de Disney Classic Games, promete traernos algunos de los juegos más atesorados de Disney de la era 2D. En la primera entrega nos tocan dos absolutos clásicos: Aladdin y The Lion King. Los dos juegos son clásicos de una época donde el género plataforma era rey, gracias a juegos como estos. Los dos con excelente música, gráficos vibrantes, muy buenas plataformas —aunque a veces un poco frustrante—, y sobre todo y más importante, excelentes juegos licenciados. Le hacen honor a las películas en las que están basadas en cada detalle.
Es increíble cómo estos juegos claramente limitados en el departamento gráfico, brillan aún el día de hoy. Es una combinación del arte, la música y las increíbles animaciones que crean el combo perfecto para transmitir la personalidad infatigable de estas películas. Incluso el diseño de niveles, que ignoran momentos claves de la trama, pero más que al historia —de la cual cuentan solo pedazos— lo que quieren transmitir es la divertida personalidad y la sensación de aventura. Porque al fin y al cabo, estas películas son fenomenales aventuras.
Como bien indica el nombre, estos son ‘Classics’, es decir que no están tocados para nada. Son los juegos como los conocemos, el de Genesis en el caso de Aladdin, y SNES para The Lion King. Ambas versiones están muy bien emuladas, sin problemas y con algunos detalles más que interesantes como aditivos. Por ejemplo, ambos juegos tienen contenido extra como arte conceptual y hasta entrevistas con los desarrolladores originales. Son muy lindos detalles, principalmente para quienes han atesorados estos juegos por años, y hoy pueden ver un poquito detrás de la cortina de cómo fueron hechos.
El único aditivo que no es un detalle para nada, es la disponibilidad de un estado de grabado para guardar el juego en cualquier momento. Esto es muy útil para poder dejar el juego en cualquier lugar, e increíblemente útil para evitar ciertas secciones frustrantes que ambos juegos pueden tener. De todos modos, ambos juegos tienen suficientes posibilidades para ganar vidas extra y Continues. Es decir que no son imposibles. Aunque es verdad que mantiene la máxima que los juegos de antaño eran más desafiantes, aún así, son totalmente terminables.
La mejor parte de este combo es que, aunque los dos son títulos clásicos de un mismo género y época, son muy diferentes entre sí. Aladdin es un título que requiere suma precisión y velocidad para deshacerse de enemigos. Además, esta es la versión conocida como Final Cut, que incluye varias mejoras ideadas por los desarrolladores que solucionan bugs, mejoran la dificultad y mejoran la cámara. Por el lado de The Lion King, es un título un poco más simple —aunque tiene sus momentos difíciles— con un protagonista mucho más ágil, que puede saltar casi de un lado de la pantalla a otra, y también utiliza a sus amigos de a la selva como asistencia en al aventura.
Se trata de un combo hermoso para los gamers de antaño, y para cualquier otro gamer que no conozca estas aventuras clásicas. Estos juegos lograban capturar a la perfección la esencia y personalidad de estos filmes clásicos, y al mismo tiempo, lograban ser excelentes juegos de plataforma. Desafíos serios, pero que rara vez se sentía injuisto. Aún hjoy nos encontramo sjugando nnuevamente estos jugeos, y nos sentimos tan comprometidos con la acción en pantalla como si fuera la primera vez.
DISNEY CLASSIC GAMES VOL. 1
Acá no hay error. Tal vez es la nostalgia haciendo su viejo truco, pero estos juegos se mantienen tan bien como siempre, más allá de los momentos frustrantes que pueda tener. Son la clase de juego cuya personalidad conecta tan fuertemente con el material fuente, que jugarlo se siente casi como ser parte de las películas, y a eso no hay con qué darle. Además, aprecié un montón todas las inclusiones que me dejaron echar un vistazo dentro de la cocina de estos clásicos.