Primero que todo, sin embargo, hay que empezar este análisis con una nota semiamarga. La versión que pude probar para esta review es la de PlayStation 5, que junto con la de Xbox Series X/S presentan novedades significativas y marcan el futuro de la saga. Lamentablemente no sucede lo mismo con las versiones de PS4, Xbox One y, llamativamente, con la de PC. Esto se debe a que ciertas tecnologías no pueden ser del todo procesadas por esas plataformas… o al menos esa es la explicación oficial. Si bien todo indica que esto realmente es así, es fácil ser escéptico cuando a simple vista no parece ser algo imposible de procesar para consolas o máquinas que son capaces de correr juegos super complejos o de mundo abierto. Insisto, seguramente sea verdad en el caso de PS4 y Xbox One (en el de PC el razonamiento es que la variedad de configuraciones de hardware es enorme y no se podría garantizar un buen rendimiento) pero para el usuario promedio va a resultar algo injusto, sobre todo cuando la experiencia es básicamente la misma que FIFA 21 y se le está cobrando 60 dólares como todos los años.
Dicho todo esto, vamos a concentrarnos en la versión de nueva generación de FIFA 22 que es la representación más auténtica de los avances que presenta la franquicia. Porque si bien no marca un antes y un después, se han ajustado las suficientes tuercas como para dar la mejor experiencia en muchos años. Todo comienza con una tecnología llamada HyperMotion que permite un nuevo nivel de captura de movimiento en los jugadores. Utilizando trajes Xsens, fue la primera vez que se pudo capturar en tiempo real los movimientos de 22 jugadores dentro de la cancha mientras disputaban un partido. El resultado es el paquete de animaciones, luchas cuerpo a cuerpo, movimientos, patadas, atajadas, barridas y regates más realista, dinámico y atractivo hasta la fecha.
Van a pasar muchísimos partidos hasta que dejemos de sorprendernos con lo que hacen los jugadores dentro de la cancha en materia de animación. Realmente es llamativo el efecto que se logra y lo mucho que terminó afectando, por lo menos en mi caso, la experiencia total de juego. Si bien es algo con beneficios principalmente visuales o estilísticos, el pase de magia funciona y la percepción de cuán realista es el partido cambia por completo. Quizás en materia de jugabilidad pura y dura no hay tanto cambio cuando dos jugadores saltan para cabecear una pelota con respecto a ediciones anteriores, pero esa misma lucha por el balón está presentada con muchísima más autenticidad y precisión. Ahora un jugador quizás se apoya en el otro para cabecear y lo hace de una manera super verosímil; esto también se evidencia cuando nos plantamos para sacar una pelota o cuando la paramos después de un pase largo. En teoría crearon más de cuatro mil nuevas animaciones con la tecnología HyperMotion, la cual aprovecha herramientas de inteligencia artificial y machine learning para lograr este efecto. Sea como sea que lo hayan programado, el resultado es sobresaliente y una de las maneras en las que este FIFA saca mucha distancia con respecto a su competencia y a ediciones pasadas.
El grado de realismo de las animaciones potencia lo que es un paquete visual bastante atractivo. Sin sentirse 100% next gen o revolucionario, es un juego que utiliza muy bien la iluminación para crear una experiencia televisiva muy auténtica. Mientras que en FIFAs anteriores había ciertos filtros o momentos donde la paleta de colores o las luces creaban una sensación extraña, esta edición corrige varios de esos errores y sabe generar esa situación un poco trillada pero bastante característica donde alguien va a pasar mientras estemos jugando y se va a preguntar si es un partido de verdad o un juego (sobre todo cuando el clima está nublado).
El césped quizás se arruina por demás pero queda muy marcada la diferencia cuando es pasto de verdad o cuando es sintético, y las caras de los jugadores que están licenciados y capturados en 3D son fotorrealistas, aunque es una lástima que aquellos con los que no hicieron acuerdos parezcan muñecos de plastilina. Ojalá las tribunas estuvieran a la altura del resto del apartado gráfico ya que si no son aquellas de la liga inglesa (es el torneo con el que más acuerdo tiene EA y al que más ganas le pone) no parecen estar tan bien logradas. Las hinchadas siguen siendo poco realistas y los cantos son muchas veces inverosímiles; incluso cuando muchas veces se logra un buen ‘clima’ de partido, en cuanto la cámara enfoca la tribuna el realismo se cae a pedazos.
Por supuesto que más allá de todo el apartado visual lo más importante sigue siendo aquello que sucede cuando la pelota empieza a rodar. Afortunadamente en ese aspecto también FIFA 22 representa un avance significativo en comparación con lo que venía haciendo EA Sports. Con un ritmo bastante más lento y con jugadores que se desplazan de manera mucho menos robótica, este FIFA se coloca como una de las mejores experiencias de juego de la saga. Cómo defender está mucho más claro y hasta visualmente es más coherente en cuanto a cómo tenemos que esperar a que los delanteros intenten pasarnos; los pases se sienten mucho más ajustados con una pelota que esta vez parece tener el peso y la velocidad adecuadas.
Otra de las formas en que FIFA 22 es bastante disfrutable consiste en que la inteligencia artificial de nuestros compañeros se comporta como debería hacerlo un plantel de verdad. El movimiento de todo el equipo con y sin la pelota es no sólo más realista sino también más funcional a cómo queremos jugar. Instintivamente los jugadores van a picar cuando lo tienen que hacer o se van a acomodar mejor en una contra. Además hay algunas novedades como el hecho de mantener apretado R1 para que un compañero se acerque a nosotros y así poder jugar en corto. De hecho hay varias pequeñas mejoras en la calidad de vida del juego como poder elegir con indicadores en pantalla usando el stick derecho a qué defensor queremos seleccionar o cómo se indica qué jugador adicional va a ir a presionar entre varias otras decisiones que pueden no ser tan importantes pero que en su conjunto ofrecen una mejor experiencia de juego. Incluso la capacidad de los arqueros recibió algún tipo de ajuste, aunque sigue sin ser ideal. Al momento de hacer este análisis algunos problemas iniciales como el hecho de que patear desde afuera del área a colocar era gol en un 90% de las veces ya empezaron a ser parcheados; veremos cuánto se modifica la jugabilidad de acá a un tiempo, pero por ahora es bastante satisfactoria.
Donde FIFA 22 no presenta muchos avances con respecto a la edición del año anterior es en los modos de juego. Volta está bastante olvidado ya que nunca terminó siendo más que una media tinta entre simulador y FIFA Street; el modo carrera tiene alguna que otra nueva cinemática pero continúa básicamente sobre el mismo camino que el año pasado (nobleza obliga decir que ese camino era bueno y hoy por hoy es un modo bastante atractivo para jugar). Crear nuestro propio Club es una opción viable aunque va a requerir mucho tiempo hasta que las competencia se pongan interesante y probar suerte controlando sólo a nuestro jugador creado puede hacernos cumplir ciertas fantasías (más allá de algunos puntajes de rendimiento que parecen un poco injustos). El modo Clubes Pro, por su parte, sí recibió algún que otro cambio, sobre todo en cómo van evolucionando y mejorando los jugadores, abrazando a pleno una estructura más RPG. Sin embargo se topó con algo de resistencia por parte de la comunidad aunque algunos problemas de balanceo ya se están ajustando; además aumentó el grado de customización de nuestro club, lo cual es más que bienvenido.
La estrella, como no podía ser de otra manera, es Ultimate Team. Por más que año tras año EA diga que planea darle más contenido y atención a otros modos de juego, lo único que realmente le importa es FUT y es lógico. En el último año fiscal las transacciones de este modo le representaron a la compañía un total de más de 1.600 millones de dólares en ganancias; una locura. Al parecer está habiendo ciertas quejas de parte de la comunidad más entusiasta de FUT y no parece estar siendo una transición tan tranquila hacia la nueva generación en materia de esports. Para el resto de los usuarios, FUT ofrece el mismo tipo de soporte y experiencia robusta. Por supuesto que sigue estando plagado de microtransacciones o de la necesidad de un grindeo y dedicación extremas si es que no querés invertir dinero adicional, pero eso no significa que no sea un modo efectivo y que te da contenido adicional semana a semana. Abrazando el modelo ‘juego como servicio’ y con componentes de un título prácticamente del género ‘gacha’, FUT hace que tengas ganas de volver constantemente, para bien y para mal.
Antes de la salida de FIFA 22 podía quedar alguna duda de cómo la decisión de Konami de convertir a PES en un juego free to play podía llegar a afectar a un mercado dominado hace años por EA Sports. Luego del pobre recibimiento de eFootball y del buen resultado que saca este FIFA 22, la corona sabemos a qué juego le pertenece. Incluso seguiría siendo de EA aunque la experiencia de juego hubiera sido regular, pero por suerte ese no es el caso y con un apartado técnico notable en materia de animaciones, con buenos cambios en la jugabilidad y un ritmo de juego más realista, el FIFA de este año vuelve a ser un equipo competitivo con pasta de campeón.