No hay ninguna duda de que las historias y propuestas más originales de la industria de los videojuegos se encuentran, desde hace algunos años, en los juegos indies, y Dredge viene a seguir confirmando esta teoría con un juego único que mezcla la paz de pescar con la tensión de una historia lovecraftiana.
Dredge salió el 31 de marzo para todas las plataformas y, aunque fue publicado por Team17, se trata del lanzamiento debut del estudio Black Salt Games. A grandes rasgos, el juego consiste en la pesca, aunque por detrás esconde mucho más para ofrecer.
Nunca me interesaron demasiado los juegos de pesca, en realidad, las mecánicas de pesca que muchos títulos añaden como contenido extra o secundario. Por lo que no sabía cuánto me iba a atrapar esta propuesta. Debo decir, antes de comenzar el análisis, que el juego realmente me apasionó hasta el punto de dedicarle más horas de las necesarias a explorar y descubrir los peces de todo el mapa.
La historia de Dredge nos pone en la piel de un hombre que llega a un pequeño pueblo tras aceptar una propuesta laboral para ser pescador. Esta isla llamada Vértebra sobrevive en base a la pesca, ya que su economía y la alimentación de su población se basan en ello. Al poco tiempo de llegar, el Alcalde nos presta un pequeño barco, porque el nuestro estaba destruido, y nos manda directo a la acción.
Básicamente, el juego se trata de mover nuestra embarcación, pescar, volver a la ciudad para vender lo que hayamos conseguido, y hacer crecer nuestra economía como la del pueblo. La vida del pescador no es fácil, ya que los primeros peces que vayamos a vender nos darán pocos ingresos e, incluso, tendremos que pagar un impuesto a la ciudad por el barco que nos prestaron.
A medida que avancemos en la historia, conoceremos nuevos personajes, misiones secundarias, nuevas locaciones y mensajes en botellas tirados en el océano que nos contarán más sobre el pasado y los misterios que se esconden en ese enigmático lugar.
Es importante señalar que voy a ser muy cauteloso a la hora de hablar del título, ya que considero que muchas de las cosas más interesantes tanto de su historia como de lo que pasa en el juego, son una sorpresa muy bonita de apreciar. Si bien no creo que eso sea “spoiler”, no lo haré ya que sorprenderse a la hora de jugarlo fue una de las cuestiones más lindas que me regaló Dredge.
Al poco tiempo de juego, nos daremos cuenta de que hay cosas turbias y misteriosas que ocurren en el océano, y que muchos personajes con los que dialogamos parecen saber. El juego utiliza un ciclo de día y de noche y, aquí, es donde se encuentra uno de los puntos más altos del título: su ambientación.
Durante el día, todo es color de rosas y el juego consiste en pescar en un extenso y lindo mapa. Una mecánica súper relajante, que podría equipararse a la sensación de pesca de otros juegos como Sea of Thieves o Minecraft donde el factor principal es “estar de chill”. Sin embargo, cuando se hace de noche, las cosas empiezan a cambiar.
Apenas comenzamos el juego, todos los personajes nos hablan sobre la noche y nos aconsejan que tengamos cuidado y, la verdad, están en lo cierto. Cuando el sol deja de iluminar, una niebla sacude al mapa y se genera un clima que nos pondrá bastante tensos y donde veremos (o alucinaremos) con cosas paranormales basadas en el género del horror cósmico, o lovecraftiano.
Como ya hice mención, no voy a comentar nada de lo que sucede por las noches. Solo me voy a limitar a decir que existen peligros para con nuestro protagonista y su embarcación. La magia de Dredge se encuentra en la gran ambientación y diferencia de matices que logra con el cambio del día a la noche. Todo lo lindo de las horas de luz queda opacado por la oscuridad, con momentos de incertidumbre total y donde las cosas más inesperadas pueden suceder.
La historia, obviamente, cada vez tendrá más relación con los sucesos lovecraftianos y está todo esto tiene una muy buena narrativa. Cada diálogo, cada mensaje que encontramos, nos ampliará un poco más el lore de los misterios del pasado y lo que está sucediendo en la actualidad, por lo que vale la pena prestar atención a cada detalle.
En cuanto a su jugabilidad, principalmente se centra en la exploración y en la pesca. La mecánica para atrapar peces y recoger tesoros del fondo del océano se basa en skills check, donde tendremos que apretar un botón en el momento justo. Si bien hay pequeñas diferencias entre los tesoros y los distintos tipos de peces, la mecánica es siempre la misma.
Luego de varias horas de juego, esto se torna repetitivo, aunque a mí en ningún momento se me hizo pesado ya que una buena jornada de trabajo trae consigo una buena recompensa. Otro de los aspectos del juego se encuentra en las mejoras que podemos hacer a nuestro barco, como así también a los sistemas de pesca.
En los distintos pueblos que conoceremos, tendremos disponible una pescadería para vender el fruto de nuestro trabajo, una tienda para vender los objetos de valor que encontremos en el mar, y una artillería donde podremos comprar mejoras para nuestro barco, que van desde ampliar el lugar de almacenamiento, cambiar las luces que podemos utilizar, los motores y hasta las cañas de pescar y sistemas de extracción.
Para conocer los peces y dónde buscarlos, se nos otorga una enciclopedia que funciona como un álbum donde iremos desbloqueando todos los peces a medida que los encontremos. Allí aparecerá su silueta y nos dará la información sobre dónde encontrar dicha especie, en qué momento del día y qué herramienta es necesaria.
Cada especie tiene una versión especial llamada aberración, que tiene algún tipo de componente paranormal y que hace que su valor en la tienda incremente. En los lugares donde podemos pescar aparecen líneas de colores que nos avisan de la presencia de estos peces especiales.
Una de las cuestiones que más valoré del juego es que siempre hay algo para hacer, algo que nos distrae de la misión principal. Quizás, emprendimos un viaje en busca de algo en particular y, sin embargo, encontramos un barco destruido con material valioso para extraer o una isla extraña que vale la pena recorrer. Incluso, encontrar una especie de pez todavía no descubierta.
El océano es impredecible y el juego logra incrustar esa sensación en todo momento. Como también logra la sensación de ubicación con el faro del pueblo, que nos va a servir para conocer el camino a casa, estemos donde estemos. En cualquier lugar del mapa podremos observar la luz de la estructura para conocer su ubicación. Esta mitología alrededor del faro, que se ha desarrollado en varias producciones, está muy bien representada en Dredge.
Por otro lado, el manejo del tiempo es otra gran característica del juego, ya que la hora avanzará sólo cuando nos movamos o realicemos acciones. Si nos quedamos quietos en el puerto o en el medio del océano sin pescar, la hora no avanzará. De esta forma, podremos ir planificando mejor las acciones que queramos realizar durante el día y la noche.
Si bien el tiempo no pasa para nosotros, sí lo hará para nuestro alrededor, por lo que, si vemos un peligro acercándose a nosotros, este se seguirá moviendo por más que nos quedemos quietos. En este sentido, a la hora de pescar, acertar los skills check permitirá que obtengamos el pescado en menos tiempo, y hará más rentable y productivo nuestro día.
No hace falta mencionar que muchos de los objetivos principales, como varias especies de peces, sólo los podemos encontrar por las noches, por lo que no podremos evitar sus peligros durante mucho tiempo. Sin embargo, una vez que nos acostumbremos y mejoremos nuestro barco, dejaremos de tener temor a la ausencia de la luz.
Por último, si nuestro barco sufre daño, tendremos que repararlo en la artillería, lo que nos va a costar dinero. De esta forma, durante todo el juego, siempre está la impronta de castigo y recompensa. Ir un poco más allá puede permitirnos conseguir mejores cosas para vender pero, si sufrimos daño, perderemos mucho dinero en la reparación, por lo que evitar cada golpecito al barco cuenta, más aún, en las primeras horas donde las ganancias que obtendremos son ínfimas.
En definitiva, Dredge es un juego muy bonito que reafirma que la originalidad de la industria de los videojuegos se encuentra en los juegos independientes. La historia posee dos finales que están muy bien logrados y, para obtener el final “bueno”, tendremos que resolver la mayoría de los objetivos secundarios que, en mi caso, disfruté un montón y quise hacerlo aun sin saber que existían dos finales diferentes.
Sin lugar a dudas, la ambientación y la exploración son lo que más destaca del juego, y logran que las mecánicas repetitivas de la pesca no se sientan pesadas a lo largo de todo el título. La gran diferencia de matices entre el día y la noche es increíble debido a las sensaciones que logra: tranquilidad cuando sale el sol y mucha tensión cuando se esconde.
Por todos estos motivos, Dredge es una cita obligatoria para todos los amantes de los juegos independientes y seguramente estará en mi lista de juegos indies más destacados del año. Habrá que estar muy atentos a los nuevos lanzamientos del estudio Black Salt Games.
PUNTAJE: 9.0
Dredge salió en PlayStation 4, PlayStation 5, Nintendo Switch, Xbox One, Xbox Series y PC el 30 de marzo de 2023 y completar su historia en PC me llevó alrededor de 12 horas de juego.