Si se preguntaban dónde se había metido Lauren Cohan tras abandonar “The Walking Dead”, esta nueva serie de ABC tiene la respuesta para ustedes. Maggie, es una de las protagonistas de “Whiskey Cavalier”, una historia recargada de espías, aventuras y acción, que no escapa de ninguno de los convencionalismos del género. Esta “buddy cop serie” arranca con el agente del FBI Will Chase (Scott Foley) -nombre clave Whiskey Cavalier-, quien debe volver a la acción tras un tremendo rompimiento amoroso. Su misión inmediata en la ciudad de París, es cubrir a su compañero mientras este se hace pasar por un traficante para adquirir una peligrosa muestra del virus del Ebola.
Las cosas no salen tan bien como su supervisor lo tiene planeado, justamente, porque las volátiles emociones de Will interfieren en el asunto, pero igual logra su cometido y ante la negativa de tomarse vacaciones, acepta un nuevo encargo, esta vez en Moscú. Chase tiene que “recuperar” a Edgar Standish (Tyler James Williams), un analista de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) que, supuestamente, anda vendiendo las identidades de los agentes al mejor postor.
Whiskey no es el único que anda tras la pista de Standish, y cuando está a punto de lograr su objetivo, Francesca Trowbridge (Cohan) le gana de mano. Frankie -operativa de la CIA que responde al nombre clave de Fiery Tribune– jamás deja que sus sentimientos se interpongan (bah, creemos que no los tiene) y no va a dudar en deshacerse de Will para alcanzar todas sus metas.
El piloto de “Whiskey Cavalier”, dirigido por Peter Atencio, un realizador más allegado a la comedia, tiene como objetivo presentarnos a estos dos protagonistas tan parecidos y diferentes, que deberán dejar de lado sus desavenencias y trabajar en equipo por un bien común. En este caso, descubrir las verdaderas intenciones de Edgar, y una conspiración que llega hasta las entrañas de ambas agencias gubernamentales.
Este primer episodio no da respiro en cuanto a la acción, las aventuras cosmopolitas que, como cualquier historia de espionaje, nos pasea de ciudad en ciudad, y algunas humoradas que se desprenden del choque de estilos de estos dos personajes. La química entre Cohan y Foley dan en el clavo, así como las intervenciones de Williams, pero no hay nada en estos 45 minutos televisivos que no hayamos vistos en incontables producciones parecidas.
La originalidad -ni siquiera el “cambio de roles” entre los protagonistas- no es el fuerte de esta creación de Dave Hemingson, responsable de “Bones” (2205-2017) y “Black-ish”, entre tantas otras; pero la fórmula le funciona y “Whiskey Cavalier” (qué raro que lleve el nombre de él, ¿no?) entretiene más allá de los lugares comunes y la previsibilidad de su trama.
Los acontecimientos de este primer capítulo son el punto de partida para lo que se viene y el verdadero plot de este show: las misiones conjuntas de este nuevo equipo conformado por miembros de diferentes agencias -a Chase, Trowbridge y Standish se le suman Susan Sampson (Ana Ortiz), perfiladora del FBI; y el agente de la CIA Jai Datta (Vir Das)-, dispuestos a salvar el día, y al mundo de constantes amenazas.
En el medio, seguramente, tendremos tensión sexual y romances, amistades que van in crescendo, y un montón de situaciones peligrosas, mezcladas con la burocracia política de estas dos entidades que no se llevan tan bien. Nada nuevo para sumar a la ya apretada grilla televisiva, a menos que sean muy fans de “Felicity” (1998-2002) y quieran ver lo bien que se mantiene Noel Crane (¿?).