El comienzo del milenio era una época muy diferente en varios sentidos, pero en el gaming había algunas constantes que parecía que seguirían para siempre. Una de ellas era la presencia de los juegos licenciados: cualquier propiedad intelectual medianamente popular (más aún si era algo animado) muy probablemente terminaba con una adaptación a videojuegos. Así la industria se llenó de títulos completamente olvidables que no servían ni para promocionar la licencia en la que estaban basadas. Sin embargo, hubo uno que con el tiempo se volvió un juego de culto en algunos nichos, y hoy vuelve con un remake: SpongeBob SquarePants: Battle For Bikini Bottom – Rehydrated.
Este juego de Bob Esponja salió originalmente en el año 2003 para Playstation 2, Nintendo Gamecube y la primera Xbox, y esta nueva versión es un remake para plataformas modernas. El por qué este juego y por qué ahora son muy buenas preguntas que no tienen respuestas demasiado claras, pero posiblemente tengan que ver con el hecho de que THQ, distribuidora original de aquel juego viejo, hoy en día volvió a operar como THQ Nordic. En aquellos tiempos, cuando alguien nombraba un juego licenciado había altas posibilidades de que THQ fuese responsable y en cierto punto genera algo de nostalgia ver ese nombre de nuevo en este tipo de juegos.
La premisa de este remake no es nada diferente para quienes hayan jugado el original: Plankton, antagonista por excelencia de la serie Bob Esponja, intenta una vez más diseñar un plan para robar la receta de la Kangre Burguer. Para esto Plankton decide construir una máquina de robots, pero al olvidarse de cambiar el switch de “No obedecer” a “Obedecer”, los robots se rebelan contra su creador y causan estragos en Fondo de Bikini. Queda en manos de Bob Esponja, Patricio y Arenita, los tres personajes jugables, acabar con la amenaza metálica y devolver la paz a la ciudad.
Como historia, este remake no pretende ser la gran cosa. La narrativa que decide usar es bastante típica de historia original para videojuego basado en dibujo animado, y por lo tanto no pretende superar al show de TV en ningún momento. Así y todo, esa simplicidad le juega a su favor, porque le permite al humor típico de Bob Esponja lucirse de la misma manera que un episodio del show. Ya sea con los personajes principales o con los varios NPCs que van desde Calamardo hasta la langosta Larry o Sirenoman y Chico Percebe, ninguno de los chistes que hace el juego se siente fuera de lugar e incluso si hace años que no ves Bob Esponja, igual te vas a sentir como en casa.
No se puede decir exactamente lo mismo de la jugabilidad. Battle for Bikini Bottom es un plataformero del 2003 y nada de lo que hace este remake para traerlo al 2020 le quita esos años de encima, aunque el diseño del juego en sí es a prueba del paso del tiempo: Bob Esponja y los demás personajes tienen que recolectar espátulas doradas en los varios niveles del juego para así desbloquear todavía más niveles. En papel, no es muy diferente a un juego de Mario con sus Estrellas. Los niveles además son bastante extensos y todos están basados en episodios memorables del show, transmitiendo la sensación de que uno realmente está explorando el mundo de Bob Esponja. Como bonus, bastante del contenido que se tuvo que recortar del juego original fue incluido en este remake en forma de un modo horda multijugador (que hasta permite usar a varios personajes secundarios), pero no es lo suficientemente atractivo como para que valga la pena.
Lo cierto es que el remake se queda corto en lo que respecta a modernizaciones. Desde el control de los personajes, pasando por el combate con los enemigos, hasta el sistema de checkpoints y la dificultad del juego, todo se siente realmente como un plataformero de principio de los 2000. En cierto punto, eso no está mal, ya que el juego es entretenido, pero esa diversión viene más por el lado de Bob Esponja que por el juego en sí. Con un poco más de cariño en lo que refiere a el trabajo de remake podrían haberse solucionado estos aspectos y transformarlo en un plataformero más moderno.
Esto también se nota un poco en el aspecto técnico del juego. Todos los modelos 3D y texturas fueron recreados desde cero, pero así y todo los personajes no terminan de parecer del todo modernos y esto contrasta con el buen trabajo de animación. El framerate del juego apunta a los 60 fps pero incluso en Playstation 4 Pro puede llegar a bajar de manera brusca cuando hay demasiado en pantalla. Salvo los personajes cuyos actores cambiaron con los años, todo el diálogo es reusado del original y remasterizado, pero la diferencia de calidad se nota bastante cuando se contrasta con las nuevas grabaciones. Además, en varios puntos me topé con glitches de audio, me atasqué en la geografía de algunos niveles, encontré algunos glitches de interfaz y varios problemas de física en ciertos puzzles.
Un dato que no puedo dejar de mencionar es que el juego cuenta con varias opciones de idiomas tanto para texto como para voces. Si alguna vez quisiste un juego de Bob Esponja con voces en español tu deseo se cumplió, pero esta buena noticia viene de la mano de una mala. THQ, como tantas otras compañías, no termina de entender (o simplemente no le importa) la diferencia entre español latinoamericano y español europeo, siendo este último el que eligieron para el juego. A pesar de ser la versión americana del juego, si uno elige las voces en español no tiene más opción que este doblaje. El texto también está localizado a esa rama del español, lo que hace que los personajes y, por lo tanto, los chistes, utilicen manierismos de un español que puede resultar completamente ajeno.
Pero a pesar de la clara falta de pulido, SpongeBob SquarePants: Battle for Bikini Bottom – Rehydrated es un buen rato. Tal y como en aquel entonces, es una de las mejores adaptaciones de un show de TV a videojuego, a pesar de que la vara no sea demasiado alta. Es un título al que se le notan los años y que podría haber sido mejor en lo que respecta a un remake, pero el encanto de Bob Esponja y su universo se carga todo el juego a sus espaldas. Ya sea revisitándolo como jugándolo por primera vez, es imposible pasear por el mundo de este juego sin una sonrisa tan grande como la de Bob Esponja.
Jugué SpongeBob SquarePants: Battle for Bikini Bottom – Rehydrated en Playstation 4 Pro durante un poco más de 11 horas, que me alcanzó para conseguir casi todas las espátulas doradas del juego. No pude ver el final secreto al conseguirlas todas, pero quienes conozcan el original saben que no es la gran cosa.