ANÁLISIS | Octopath Traveler 2 es una experiencia que puede convencer incluso a quienes no sean fanáticos de los JRPG

Octopath Traveler 2, el título desarrollado por Square Enix y ACQUIRE Corp., aprende de los errores de su primera entrega y nos regala una experiencia única que se destaca en su narrativa, en su combate, y en su apartado visual y sonoro.

Antes que nada, quiero arrancar dejando algo bien en claro: Octopath Traveler 2 es uno de los mejores JRPG que jugué en muchísimo tiempo. Y en todo sentido. Pero vayamos por partes, y antes de entrar en detalle, quiero dar todo el panorama de la “situación” que envuelve a este título. La primera entrega de esta saga fue, sin dudas, uno de los juegos más fuertes de 2018. O por lo menos, uno bastante polémico. Muchísima gente mantiene, al día de hoy, que es un gran JRPG en todo sentido. Otros, dicen que la forma que tiene para contar una historia con 8 personajes y cómo afecta eso a la jugabilidad, se siente bastante mediocre.

Pero lo que no se puede negar es que se animó a probar algo nuevo. Por un lado, tenemos el llamativo estilo de arte que interpela directamente a los fanáticos de los 16-bits, manteniendo la calidad que suelen tener los juego de hoy en día. A eso, le podemos sumar el concepto de tener una party que va cambiando alrededor de 8 personajes distintos, algo que en su momento fue complicado de aceptar para muchos jugadores.

Sí, es verdad, el juego tenía sus problemas pero, a pesar de esto, yo lo disfruté en grande. Octopath Traveler 2 llega para redoblar la apuesta con esta nueva entrega, pero arreglando gran parte de los puntos más flojos de su primera parte, y de esa forma, continuar apostando sobre las ideas principales que le dieron forma al título de 2018.

Para aquellos que no jugaron el primero (por si te lo estabas preguntando, no es necesario hacerlo para encarar esta segunda entrega), Octopath Traveler, tanto el primero como el segundo, no tiene una historia lineal tradicional. La idea se compone de 8 personajes distintos que vamos a ir sumando a nuestra “party”, cada uno de ellos con su historia individual de 4 capítulos, aproximadamente. Cada una de estas historias es autoconclusiva, los personajes de cada una no se conectan entre sí en ningún aspecto.

Este fue el primer punto que a muchos les pareció, por lo menos, extraño o difícil de aceptar. En primer lugar, tener varias historias cortas puede hacer que no todas sean igual de interesantes, como podría pasar en cualquier antología. Esto ya depende de cada uno: las que quizás a mí me gustaron más, a otro les gusten menos. En consecuencia, esto puedo hacer que al momento de empezar un capítulo con un personaje que no te interesante demasiado, se le prestes menos atención, o incluso, nos cueste mantener el hilo de la propia historia, teniendo en cuenta que con 8 personajes que atraviesan 4 capítulos, tenemos 32 historias diferentes, por así decirlo.

Además, se le agrega que cada capítulo tiene un nivel recomendado. Siempre elevado como se podrán imaginar, pero como solo podemos tener cuatro personajes en nuestra party, las cosas se comienzan a complicar. Si elegimos tener los mismos cuatro y realizar sus historias hasta el final, para luego cambiar a otros cuatro, vamos a tener equipamiento y recursos de “endgame” y, probablemente, las otras cuatro historias no tengan ningún tipo de dificultad, bajando notablemente el nivel de la experiencia. Si tomamos la ruta que consta de tratar de utilizar dos parties diferentes, el juego tampoco nos la hace fácil, porque hasta no terminar la historia de nuestro personaje principal (el que elegimos al comenzar el juego) no podemos sacarlo de nuestra party, generando que no tampoco podamos intercambiar las dos parties por completo.

Toda esta suerte de introducción me parecía necesaria para ser transparente con los problemas de la primera entrega. Esto genera una nueva pregunta: ¿Estos problemas mantienen en esta segunda entrega? La respuesta más simple es que si, pero no. Antes de volverse locos, dejen que me explaye. El sistema de personajes es el mismo. Son 8 personajes, elegimos uno inicial y no podemos soltarlo hasta terminar su historia. Y para ser sincero, es el único problema que mantiene del original, aunque los daños que provoca se notan muchísimo menos.

Este detalle no es algo que pueda pasar de largo, ya que es algo que molesta o, mejor dicho, incomoda la jugabilidad. La realidad es que las historias tienen todas un nivel tan alto desde su narrativa, que no duele tanto como antes. Los personajes son mucho más memorables, desde los protagonistas y antagonistas de cada historia así como los personajes secundarios. Los motivos de sus aventuras son mucho más coherentes, por así decirlo. Es muy fácil vincular con ellos y al tener varias historias cortas que se resuelven en cuatro capítulos, no se siente tan negativo.

Además, agregaron historias que se resuelven en conjunto. Es decir, pequeños capítulos que integran a 2 personajes de los 8 disponibles. De nuevo, todas estas diferencias que vengo marcando son lo que, probablemente, hagan que el punto más flojo de Octopath Traveler funcione un poco mejor. Y de nuevo, para apelar a mi sinceridad y ser completamente contundente, eso es todo lo que me parece que Octopath Traveler 2 hace “mal”. El resto es maravilloso.

El combate de Octopath Traveler 2 es fantástico, tiene todo lo que hace al combate por turnos interesante: distintos roles en cada personaje para dar variedad, dificultad, un sistema de “trabajos” para darnos muchísimas opciones para armar a nuestros personajes, y un gran etcétera que es mejor que lo descubran uds mismos. Realmente es uno de los combates por turnos más completos que hay, gracias a sus dos mecánicas particulares. Por un lado, los ‘puntos de escudo’ de los enemigos, que los rompemos al atacarlos con ciertos ataques o con ciertos tipos de armas, haciéndoles perder el turno y permitiendo que hagamos incluso más daño.

Por otro lado, tenemos la posibilidad de ‘boostear’ nuestras habilidades usando BP (conseguiremos uno por turno). Estos dos sistemas nos regalan una considerable variedad de opciones en cada turno y esto se expande muchísimo más con las nuevas habilidades latentes de cada personaje, algo exclusivo de esta secuela. Sería algo así como una especie de habilidad definitiva que podremos utilizar al recibir daño o al romper enemigos, distinta para cada personaje. Y cada una se siente muy distinta de la otra.

Entender el potencial de esta habilidad latente, sumado a la clase principal, nos hará pensar en cómo podemos terminar de armar a cada personaje con su clase secundaria y habilidades pasivas. Todo el combate funciona alrededor de estas mecánicas, en ir rompiendo sus defensas mientras nos preparamos para tener un turno demoledor. Los jefes suelen tener mecánicas distintas que hacen más complejo el sistema de combate y, a veces, llegan a romperlo.

En lo que respecta a mi criterio, creo que, si gustan de los JRPG como Bravely Default o los Final Fantasy más antiguos, se van a sentir muy a gusto con la cantidad de desarrollo y nivel de profundidad que existe para preparar a nuestros personajes.

El mundo a recorrer en enorme, teniendo no solo dos grandes continentes, sino que también tenemos distintas islas y todo un inmenso océano para explorar. Acá vamos a encontrar tesoros, enemigos, dungeons, y misiones secundarias. Y si bien esto ya estaba bien resuelto en la primera entrega, en esta segunda parte el mundo se siente muchísimo más vivo que antes, gracias a otro gran cambio que logra Octopath Traveler 2: la posibilidad de cambiar entre el día y la noche.

Al poder modificar el momento del día, no solo vamos a tener distintas habilidades en nuestro personaje (no las de combate, sino la habilidad de exploración de cada uno, que ahora son dos, una para cada horario diferente) sino que también el lugar de los NPC cambia. Muchos van a estar durante el día en cierto lugar y, durante la noche, en otro. Hay NPC que te dan misiones en un lugar durante el día, y están en otra locación durante la noche. Esto se aplica no solo en las situaciones en las que podremos hablarles, robarles, comprarles objetos o sacarles información, sino que también es útil para generar cambios en el mundo y realizar misiones secundarias.

El juego, constantemente, nos invita a cambiar el tiempo mostrándonos un mapa enorme en dos formatos distintos, que corresponden a los diferentes momentos del día. Además, como en la primera entrega, casi todas las zonas (desde zonas de exploración o dungeons a ciudades) tienen su propio tema musical que, como si fuese poco, ahora tienen dos versiones distintas para cada momento del día.

Cuando juntamos el combate de calidad de la mano con un mundo enorme para explorar y un sistema de desarrollo de personajes que es casi tan perfecto como titanes del género (de nuevo, Bravely Default es un gran ejemplo), y a esto le agregamos 8 historias aún con sus detalles, resultan ser super sólidas y cada una con su propio clímax (la música juega un papel muy importante en este aspecto) tenemos una experiencia bastante completa en todo sentido.

Octopath Traveler 2 se siente un juego redondo, que perfecciona muchos de los detalles que ya eran sobresalientes en la primera parte y, de la misma manera, trata de remediar los puntos más polémicos. En esta entrega, realmente se siente que entendieron cómo resolver todos aquellos puntos flojos de la mejor manera. Otra cosa a destacar, es la música de Octopath Traveler 2. Sin duda, estamos frente a una de las mejores bandas sonoras que escuche en un videojuego. Y no me refiero solamente al placer que da escucharla, sino a lo que logra desde el lado de la composición. La música es esencial para generar emociones, y eso lo logra a la perfección.

Si bien no me cabe duda de que hay muchísimos otros juegos que logran algo parecido, Octopath Traveler 2 logra algo que me parece increíble: cada uno de los personajes tiene su propia canción. Como su “himno”, que suena cada vez que el personaje está resolviendo un momento importante de su historia. No solo utilizan esta canción para marcar situaciones puntuales, sino que al componer el resto de las melodías (particularmente las de los jefes) lograron que todos estos “himnos” logren una impecable transición con los “boss themes”, sea cual sea el momento en el que demos por finalizada la cutscene.

El compositor Yasunori Nishiki logró componer una canción “genérica” para los jefes del cuarto capítulo, que a mitad del combate cambia por una versión de sí misma añadiendo el himno de cada personaje. Si la música en los videojuegos no es algo a lo que le presten atención, probablemente todo esto que vengo detallando en los últimos dos párrafos sea algo que les resulte indiferente, pero si hablamos de experiencia y emociones, todo esto tiene un poder enorme.

Octopath Traveler 2 es un exponente increíble. No tengo dudas de que, si les gustan los JRPG, probablemente este sea uno de los que más vayan a disfrutar, sobre todo al tener en cuenta que la complejidad en sus sistemas se vuelve un detalle realmente diferencial. Estamos frente a un título que no me canso de recomendar, no solo a los amantes del género, sino para aquellos que incluso no sean muy amantes de los JRPG y quieran experimentar algo único.

PUNTAJE: 9.0

Octopath Traveler 2 fue lanzado el 09/02/2023. La campaña completa me tomó alrededor de 70 horas en Nintendo Switch.