ANÁLISIS | Legion S03E01: Chapter 20

Se sabe que el destino de los mutantes quedó sellado por completo en el momento en que Disney adquirió los derechos que le pertenecían a Fox (y también adquirió Fox, claro). “X-Men: Dark Phoenix” (Dark Phoenix, 2019) sufrió las consecuencias a la hora de ponerle punto final a la franquicia cinematográfica, y ni vamos a conjeturar sobre el futuro estreno (o no) de “Los Nuevos Mutantes” (The New Mutants, 2020). La tele le dijo adiós a “The Gifted” (2017-2019) después de dos temporadas, así que los honores de la despedida (por ahora), quedan en manos de Noah Hawley y su visión alucinógena superheroica, también conocida como “Legion”.

Como ocurrió con la saga fílmica, la historia de David Haller (Dan Stevens) arrancó con bombos y platillos, sumando un calidad (narrativa y visual) única para el género y la televisión, que pronto cayó bajo su propio peso y esa maldita máxima de “estilo sobre substancia”. “Legion” se perdió en sus propios juegos estéticos y psicológicos, error que no pudo remontar después de su segunda entrega, pero no deja de intentarlo antes de este cierre definitivo. Esta tercera temporada arranca con un episodio que mantiene sus parámetros, pero ya no nos conquista tanto desde las formas, un tanto gastadas.

Andrew Stanton, director responsable de locuras animadas como “Buscando a Nemo” (Finding Nemo, 2003) y “Wall-E” (2008), empezó a dar sus primeros pasos en la TV gracias a “Stranger Things” y “Better Call Sall”. Ahora suma superhéroes a su currículum, haciendo yunta con Hawley y Nathaniel Halpern (“The Killing”) detrás del guión. Este “Chapter 20” nos vuelve a introducir al mundo de “Legion” a través de Switch (Lauren Tsai), una mutante con la capacidad de viajar en el tiempo, que no logra conseguir el afecto de papá, más interesado en pasar sus horas metido en el trabajo con robots. La joven pronto se cruza con extraños indicios que la llevarán hasta David y su “secta” de sumisos seguidores, que se alimentan constantemente de su poder.

Recordemos que Haller se plantó como un verdadero villano al final de la segunda temporada con acciones imposibles de perdonar. Del otro lado, tenemos a Syd Barrett (Rachel Keller) y el resto de la Division 3 -ahora rebautizados como Forces of Division-, trabajando codo a codo con Shadow King (Navid Negahban) para atraparlo y frenar esta locura hippie (¿?). Switch cae justo en el medio, y muy convenientemente, cuando la Division intenta irrumpir en los cuarteles, y es ahí donde sus habilidades para manipular el tiempo la ayudan a revertir las cosas y advertirle a David sobre el ataque.  

Esta es, básicamente, la premisa de este primer vistazo, que se centra en el camino de Switch (y su punto de vista), ahora convertida en aliada del hijo del Profesor X. Este es su recorrido a través de la madriguera del conejo, uno incluso más surrealista que el de la mismísima Alicia. Stanton no se priva de ningún truquito visual y hasta suma un número musical en base a “Something For Your M.I.N.D.” de Superorganism. Estéticamente, no hay punto de comparación con otros productos similares, pero “Chapter 20” igual se siente demasiado cíclico y redundante, como una necesidad de aclarar un poco las cosas antes de que todo esto se desmadre.  

El director se detiene en los “poéticos” mecanismos de los viajes temporales de la forma en que los experimenta Switch, a través de diferentes puertas y lecciones grabadas que dan consejos y advertencias sobre las consecuencias de esta habilidad. Claro que siempre hay consecuencias cunado se manipula la línea temporal. La gran incógnita de esta temporada es cuánto van a abusar los realizadores de este recurso, más ahora que la chica se rehúsa a colaborar con Amahl Farouk y la Forces of Division, creyendo firmemente que David es la verdadera víctima.   

Bienvenida Switch a esta locura

Mientras Switch cae bajo los influjos de Haller (como tantos antes que ella), incapaz de distinguir el poder que tiene entre sus manos y su capacidad de manipulación y destrucción, veremos qué tan  bien/mal acaba la alianza entre la Division, Syd y Shadow King, una coalición bastante extraña y peligrosa, pero la ¿única? capaz de detener a David. Lo mismo ocurre con Barrett, dispuesta a hacer lo necesario, ahora, más en plan de venganza.

“Chapter 20” funciona como una torpe introducción y deja muchísimos interrogantes por el camino -¿por qué a Lenny (Aubrey Plaza) ahora la llaman The Breakfast Queen?- que, seguramente, no llegaran a contestar. Igual, mantiene una narrativa bastante ordenada y cargada de suspenso, sin perderse tanto en la parafernalia visual y la incoherencia de otras temporadas. Esto más que nada, gracias a la presencia de Switch como punto de vista del espectador, un personaje bien llevado que, esperemos, no caiga pronto en este juego donde las sustancia de la historia se pierdo fácilmente dentro de su estilo.