Si no les alcanzan las series de Batman sin Batman (A.K.A “Gotham” y próximamente “Pennyworth”), Syfy le sigue dando chance a la historia de Superman sin Superman. Por algún extraño (y milagroso) motivo, el drama aventurero creado por David S. Goyer sobrevivió para una segunda temporada, más cargada de conflictos políticos, realidades alternas y personajes comiqueros (¡hola Lobo!) que se suman a esta fiesta centrada en el abuelo de Kal-El, Seg-El (Cameron Cuffe), doscientos años antes de su nacimiento y la destrucción del famoso planeta.
La primera entrega de “Krypton” terminó bastante mal, con Seg sacrificándose y exiliado en la Zona Fantasma junto con Brainiac (Blake Ritson). La idea era ayudar al General Zod (Colin Salmon) -venido del futuro- a detener al extraterrestre roba mundos, pero el tiro les salió por la culata, ya que el eterno enemigo de la Casa El, decidió quedarse al mando de Kandor y otras tantas ciudades, para gobernar con mano dura, aplastando a todos aquellos que osen rebelarse.
“Light-Years from Home” arranca seis meses después de estos hechos, cuando Adam Strange (Shaun Sipos) vuelve a pisar Krypton, escapando de una Tierra que ya no existe en el futuro, en parte, porque el ascenso al poder de Zod alteró la línea temporal, borrando entre otras cosas, el nacimiento de Superman. Un quilombo más propio de Barry Allen, pero acá no lo podemos culpar. La idea de Adam es rescatar a Seg de la Zona Fantasma para intentar restablecer el presente, tal cual debería ser.
Mientras tanto, el joven pariente de Clark empieza a perderse en sus propios pensamientos, arrimándose poco a poco a la locura. Entre sus alucinaciones, se encuentra con Val-El (Ian McElhinney), quien le muestra la salida a través de un agujero de gusano. Resulta que quien le está tirando letra no es una visión de su abuelo, sino el mismísimo Brainiac que lo utiliza (y necesita) para escapar de esta prisión. Juntos terminan en el abandonado planeta Colu, hogar natal del conquistador de mundos, donde ahora habitan otras criaturas (spoiler alert).
Volviendo a Kandor, las cosas no están mucho mejor para los aliados de Seg, convertidos en los rebeldes que Zod y su mamá andan con ganas de destruir. La resistencia se fue a refugiar a una de las lunas de Krypton (momentito, esto nos suena de algún lado), y es ahí donde Val y su protegida Jax-Ur (Hannah Waddingham) intentan escapar luego de ser traicionados.
Como verán, el arranque de la segunda temporada de “Krypton” no da respiro, ni deja de sumar situaciones complicadas a este embrollo intergaláctico. Tal vez, demasiadas para un sólo episodio que no se toma mucho tiempo para procesar cada uno de estos actos. Entendemos que diez capítulos pueden ser poco, pero en “Light-Years from Home” los sucesos ocurren sin prisa ni pausa con el único fin de llegar a la próxima escena como si se tratara de una carrera de postas.
Suponemos que se viene una temporada centrada en la lucha de la resistencia por derrocar a Zod y, al mismo tiempo, los esfuerzos de Strange por restaurar la línea temporal original que pueda liberar al planeta Tierra y permitir que el pequeño Kal-El crezca para convertirse en el Hombre de Acero que todos conocemos. Todavía tenemos mucho camino por recorrer, y Lobo tendrá algo que ver a la hora de entorpecer los planes de Adam y Seg. Che, ¿y si este reinado del general termina evitando que explote Krypton? Naaaaa, no nos podemos arriesgar, además, si algo aprendimos de las paradojas y los viajes en el tiempo, es que estos cambios siempre son para peor y, encima, pocas veces logran alterar los hechos.
“Krypton” sigue teniendo el sello indiscutido de Syfy Channel, y a pesar de que le pone onda a muchos de sus personajes, todavía no convence su puesta en escena a medias, que nos quiere hacer creer que este es un drama con conflictos políticos, militares y científicos, ambientado en una galaxia muy, muy lejana.