En algún lugar del desierto de México, comienza la historia de James Cooper, un padre que está dispuesto a enseñarle a su hijo John como ser el mejor cazarrecompensas del Lejano Oeste, pero las cosas no salen según lo planeado, y desembocará en una búsqueda de venganza y redención por parte de su hijo. Así es como comienza la primer secuencia de Desperados III, la tan esperada precuela que ésta saga se merecía.
Mimimi Games, el estudio alemán que en el 2016 se encargó de darnos el excelente Shadow Tactics: Blades of the Shogun, apuesta una vez más por la táctica en tiempo real y el sigilo en esta entrega repleta de desafíos, con toda la calidad que este estudio sabe darnos. Fuertemente inspirado en la primer entrega de la franquicia, Desperados: Wanted Dead or Alive, con 16 misiones en la historia principal y 5 desafíos desbloqueables, serán incontables las horas que vamos a tener de juego.
La primer misión de Desperados III, que servirá de tutorial con mensajes que van apareciendo en el suelo, nos va a enseñar los diversos controles tanto de la cámara, como de los personajes y las diferentes mecánicas que podemos utilizar para atravesar todos los niveles. Los controles no difieren de otros juegos del mismo género y lo vuelve algo prácticamente orgánico jugarlo, aunque podemos cambiarlos a nuestro gusto creando un nuevo perfil de control. Cada misión del juego tiene una escena introductoria, donde nos mostrarán los diferentes objetivos que debemos cumplir para completarla, haciendo un repaso del plan que diseñaron, además de continuar con la historia. Una vez terminada esta cinemática, queda en nosotros analizar qué camino seguir, y cómo resolverlos de la manera más eficiente.
A medida que vamos avanzando con las misiones, conoceremos a los diferentes personajes jugables, que van a conformar “la banda”. Cooper, uno de los más versátiles, que puede matar con un cuchillo o disparando ambas Colt que lleva en su cintura; McCoy, un doctor que, además de curar, tiene una Colt modificada para aumentar su rango de alcance, usa señuelos para atraer a los enemigos y los mata inyectando veneno; Kate O’hara puede matar a cualquier objetivo con su arma escondida, y distraer a cualquier guardia hombre si viste el disfraz adecuado; Héctor, el tanque del equipo, que puede matar a cualquiera con su hacha y con “Bianca”, su trampa para osos; y, por último, Isabelle, una maestra vudú que usa una hoz y a su gata para distraer y matar, ayudará a la banda haciendo uso de técnicas muy particulares.
Los mapas no son extremadamente grandes, pero las diferentes situaciones a resolver hacen que podamos pasar una buena cantidad de minutos pensando en diferentes soluciones y caminos a elegir, esto hace que el prueba y error en Desperados III está a la orden del día, por lo que el sistema de guardado y carga rápida se vuelve esencial, y funciona a la perfección. La mapas tienen mucho trabajo y dedicación, dándonos constantemente la información de lo que necesitamos saber como lugares para escondernos, puntos ciegos de los enemigos, o la zona de acción de cada cuartel, de donde saldrán guardias a buscarnos si nos descubren.
La historia principal del juego está dividida en 3 capítulos, los 2 primeros con 6 misiones cada uno y el último con 4 misiones. Cada una de las misiones tiene para ser desbloqueadas 8 estrellas con diferentes objetivos a cumplir, como realizar la misión en un tiempo muy corto -ideal para speedrunners- entre otros logros desbloqueables. Los desafíos son misiones exclusivas de ciertos mapas que nos lo asigna alguien llamado “El Barón”, donde buscamos las respuestas a misterios o situaciones que se dieron en esos mapas. Con 4 modos de dificultad -fácil, normal, difícil y desperado- las posibilidades de rejugabilidad que tiene Desperados III son inmensas, sobre todo si sos de los que coleccionan logros y querés platinar el juego, o de los que buscan un gran desafío, porque en los modos de mayor dificultad la reacción de los guardias es casi instantánea y nuestros personajes tienen menos salud.
Los enemigos se diferencian según su estatus. En la base de la pirámide de enemigos, están los matones que tienen ataque melé; en el siguiente peldaño, están los pistoleros que nos disparan si nos ven; luego están los ponchos, que no abandonan su puesto de vigilancia ante las distracciones, como el señuelo de McCoy; y, en la cima de la pirámide están los casaca larga, estos pueden ser eliminados en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo directo únicamente por Héctor, o si primero se les dispara y luego se los ataca por la espalda con cualquier personaje, y no pueden ser distraídos, ni siquiera por Kate. Además, están los perros guardianes, que si te olfatean empiezan a ladrar y corren hacia tu posición para alertar a los demás. Cada uno de los enemigos tiene un cono de visión con dos secciones: una de visión directa -representada con verde liso- y otra en la que podemos pasar desapercibidos si vamos agachados -del mismo color verde, pero con líneas equidistantes-. Este cono, si nos ven, comienza a llenarse de color amarillo y, si nos descubren, se vuelve rojo y salen a buscarnos o nos disparan inmediatamente, como es de suponer, a cuanto mayor es el estatus del que nos descubre, más rápido se alertan y mayor será la cantidad de gente que nos buscará. Una de las cosas que más llaman la atención es que los diferentes enemigos, también, se diferencian en su género, teniendo pistoleras o ponchos mujeres, a las cuales con Kate tampoco vamos a poder cautivar.
Una de las mecánicas más interesantes de Desperados III es el modo duelo. En este modo, el juego se pausa, y podemos coordinar ataques con todos nuestros personajes para que sean resueltos al mismo tiempo, o dejar fijadas las acciones para activarlas en el momento que nos convenga. Desde ataques coordinados hasta el movimiento de todos los personajes a diferentes puntos del mapa, el modo duelo es una gran herramienta pero que lleva su tiempo acostumbrarse y aprender a usarla de la mejor manera posible.
En Desperados III no solamente jugamos con nuestro equipo, sino que en muchos casos vamos a poder interactuar con nuestro entorno creando “accidentes” como, por ejemplo, empujando una piedra que está al borde de un risco o soltando los tensores de alguna pared floja, lo que nos juega a favor porque los guardias no se alertan. Si molestamos a un caballo o un toro silbándoles con Héctor o arrojandoles una moneda falsa con Cooper, va a ser tomado como una reacción del animal, y vamos a poder noquear a un guardia haciendo que el caballo le de una patada, o que el toro lo ensarte con sus cuernos, matándolo directamente.
Al final de cada misión, vamos a tener una repetición donde nos muestran el camino que hicimos con cada personaje, y que acción hicimos con cada uno de ellos, como también la cantidad de veces que guardamos y los sitios donde cargamos el juego. Es muy divertido ver estas repeticiones porque nos muestran el tiempo neto de juego, como y cuanto nos movimos con cada personaje, y el tiempo de uso que le dimos a cada uno de ellos
La música ayuda a que te concentres plenamente, y pierdas un poco la noción del tiempo que te lleva cada misión. Según el sitio donde estemos, será el estilo musical que escuchemos, por ejemplo, en el medio del desierto vamos a escuchar un estilo cercano a la música de las películas western y cuando nos descubran se vuelve una fusión un tanto caótica que logra su cometido, hacerte saber que te descubrieron. Pero en cambio cuando estamos en Nueva Orleans, escuchamos una música jazz muy tranquila y festiva, para luego volverse oscura si un guardia hizo saltar la alarma.
Como suele decirse “si un formato funciona, no lo cambies”, Mimimi Games se lo tomó muy a pecho, y me pasó de encontrar muchas similitudes con Shadow Tactics. Desde la similitud en las diferencias entre los enemigos, donde según su estatus o rango será la complicación que tengamos, hasta el uso del modo sombra -misma mecánica que el modo duelo en Desperados III. Si bien son dos juegos ambientados en lugares y tiempos completamente distantes uno del otro, las similitudes en cuanto a jugabilidad o diseño de los mapas son demasiadas, y entiendo que sea muy difícil alejarse del diseño, más todavía en un género donde mucho no se puede innovar. También, en ciertas cuestiones, sentí un poco rota la experiencia de juego con la adhesión de Isabelle con todas sus técnicas especiales, que desentonan de la típica historia western que pretenden vendernos.
Más allá de todas estas similitudes que mencioné, Mimimi Games tiene que continuar en este camino. Claramente tienen todo lo necesario para hacer este género, saben como hacer juegos que quedan grabados en la mente y que sean referentes para los próximas entregas tácticas.
Desperados III es la precuela que se merecía esta gran franquicia que arrancó en el 2001 de la mano de Spellbound. Hacía mucho que no maratoneaba un juego hasta terminarlo, pero desde el momento que empecé con la historia principal, no pude soltarlo hasta terminarlo. Disfrute cada instante del juego, cada detalle del mapa, cada diálogo entre los personajes, y llegué a sentirme, aunque sea un poco, un integrante más de la banda o, como decían los guardias cuando estaban alertados, un sneaky motherf*cker.
Completé la historia principal de Desperados III en unas 45 hs, en la dificultad recomendada que es la normal. Es altamente recomendable para todos los que les gustan los juegos de táctica, pero también para aquellos que son ajenos a este género. El código fue cedido por la distribuidora.