La semana pasada Microsoft envió versiones preliminares de Xbox Series X a varios portales de los Estados Unidos y Europa, y hoy se liberó el embargo de las impresiones de la consola. El veredicto es unánime: Xbox Series X es un salto generacional significativo en el aspecto técnico, pero particularmente en lo que a la experiencia refiere.
Las impresiones no son un análisis, y no todos los aspectos de la consola estaban sujetos a revisión, pero en lo que todos los portales y periodistas confirman es que la consola mejora notoriamente los tiempos de carga de los juegos, incluso sin trabajo adicional de los desarrolladores.
The Verge armó una de las listas más completas, con juegos de varios géneros y escala, para confirmar que la consola mejora hasta un 80% los tiempos de carga, pasando de situaciones marginales como The Evil Within 2, que se toma 43 segundos en Xbox One X y 33 en la Xbox Series X, a casos extremos como The Outer Worlds, que de 27 segundos baja a solo 6 segundos en la nueva consola.
Warframe, Sea of Thieves y Assassin’s Creed: Odyssey cargan en menos de 30 segundos en Xbox Series X, y toman hasta un minuto y medio en la actual consola. Gamespot registró que Final Fantasy XV toma sólo 13 segundos en cargar (un minuto menos que en Xbox One X), y Red Dead Redemption 2 baja de más de dos minutos en la consola de actual generación a solo 38 segundos.
El nuevo SSD NvME es la estrella de la consola aunque, como destaca el portal IGN, del terabyte que ofrece sólo estarán disponibles unos 802GB para juegos. El resto se reserva al sistema operativo y archivos de sistema (el SSD oficial de Seagate reserva 90GB para archivos). Por fortuna, IGN también confirma que transferir juegos entre el disco interno y discos externos USB 3.1 es un proceso rápido.
Jeff Grubb, del portal Venture Beat, puso a prueba la tasa de transferencia y comparó cuatro situaciones con los 49GB de Assassin’s Creed: Odyssey: pasando el juego del SSD interno a un SSD externo por USB y a la inversa, y haciéndolo del SSD interno a un disco rígido externo por USB y la inversa. En el peor de los casos la transferencia toma 10 minutos, algo que no parece tan grave considerando que permite mantener los juegos de Xbox Series X en un dispositivo externo mucho más económico que el SSD externo oficial de 220 dólares.
También es importante considerar que si bien los juegos de Xbox One y generaciones previas se podrán jugar desde el disco externo, no necesariamente se beneficiarán de los mejores tiempos de carga. Grubb ejecutó Assassin’s Creed: Odyssey desde SSD interno, un SSD USB y un disco rígido USB, y en los dos primeros casos la carga tomó unos 10 segundos, mientras que en el tercero se extendió a unos 30.
Pero las mejoras no solo aplican a los tiempos de carga. Los juegos viejos también se benefician del nuevo chip de AMD, y aquellos que tienen framerate liberado corren sin problemas a 60 cuadros por segundo. Final Fantasy XV, Grand Theft Auto IV y Sekiro: Shadows Die Twice se clavan en 60 cuadros.
Todas las impresiones coinciden en que, como esperábamos, la función Quick Resume es un antes y un después para el gaming. Quick Resume es la función que permite tener varios juegos en stand-by y cambiar de uno a otro continuando las partidas exactamente desde donde se la dejó en cuestión de segundos.
Dependiendo del juego, las muestras en tiempo real que registró The Verge muestran tiempos de carga de entre cinco y 10 segundos en el cambio de juegos. Y de hecho es posible, por ejemplo, aceptar una invitación para sumarse a una partida multijugador desde un juego y dejarlo en pausa automáticamente sin acciones adicionales.
El portal CNet, en colaboración con Gamespot, probó el alcance de la función, y registró que conserva hasta siete juegos en la memoria, pero de todas maneras el título no se cierra, sino que en lugar de conservar el estado devuelve al usuario a la pantalla de título.
Lo más interesante es que la “cola” de juego se conserva incluso si la consola se apaga, así que realmente será algo que cambie la experiencia a corto plazo y, sin dudas, es una ventaja de las consolas por sobre las PCs.
Otro aspecto que destacan todas las impresiones es lo silenciosa que es la consola. Los decibeles son inferiores incluso a los de la Xbox One X, que ya era un milagro de refrigeración.
Xbox Series X se perfila con un verdadero salto generacional. Naturalmente el hardware de PlayStation 5 es muy similar, por lo que esperamos que la consola de Sony también ofrezca mejoras en el desempeño y los tiempos de carga, pero en lo que todos los portales coinciden es en que después de probar la nueva generación es muy difícil volver a PlayStation 4 y Xbox One.