El género Metroidvania ha dado lugar a una gran cantidad de exponentes de considerable calidad, pero también es el ala bajo la cual se cobijan cientos de pequeños experimentos indie. Algunos de estos títulos menores suelen ser de mucha menor duración, pero acaparan nuestro interés con mecánicas inusuales, originales y sumamente atractivas. En el caso de Wolfling, nuestra atención se enfoca en su apartado gráfico y en la habilidad de su protagonista de convertirse en lobo.

Wolfling posee dos modos para elegir desde la pantalla de títulos: uno que evoca a la estética de la vieja y querida NES, y otro que le da al juego un lavado de cara para rememorar la época de Commodore 64. No es sólo un cambio de gráficos, sino también de las melodías y sonidos acordes a las capacidades de ambas plataformas, y en todos los casos el sistema de control se mantiene cuidadosamente equilibrado entre la soltura de un título moderno y algunas tosquedades de la vieja escuela.
El juego en sí muestra a nuestra joven protagonista ser lanzada sin ceremonia a la prisión de un castillo; posiblemente por su condición de mujer-loba, que se activa cada vez que nos toca la luz de la luna. Nuestra forma lupina es más veloz y posee mejores y más poderosos ataques, pero la forma humana nos permite saltar más alto y lanzar dagas (si las encontramos), de manera que se añade un elemento de ingenio al tener que navegar las pantallas del mapa, decidiendo con qué forma debemos continuar para avanzar.

Pese a ser un juego relativamente corto, la producción de Lazycow rebosa de una calidad excepcional para los parámetros a los que apunta y de una dificultad considerable pero no imposible. Es una invitación casi obligada a todos los amantes del género; en particular porque el juego es totalmente gratuito, así que pasen y descarguen esta fantástica joyita indie, que no tiene desperdicio.