Estamos ante el final de una generación de consolas y lamentablemente no hemos visto tantas mecánicas revolucionarias como hubiéramos querido. A pesar de haber comenzado todo con el sistema Némesis en 2014 con Shadow Of Mordor, los años siguientes estuvieron más marcados por cómo publicadores y desarrolladores pelean por nuestro tiempo, atención y dinero que por ver cuál puede llevar la industria hacia adelante con ideas innovadoras. Por este motivo es que Watch Dogs Legion fue una sorpresa tan agradable en la E3 2019 y la razón por la cual lo consideramos como nuestro juego favorito del evento. Días antes de la presentación oficial en la conferencia de Ubisoft, se había filtrado que lo que distinguiría a este juego sería la posibilidad de jugar con cualquier NPC (non-playable character -que irónicamente ahora pasan a ser personajes jugables-) y honestamente costaba creer que eso podía ser verdad o que fuera a estar bien ejecutado. Luego de tener el juego en mis manos durante aproximadamente una hora, las dudas quedan bastante sepultadas.
Watch Dogs Legion transcurre en una visión distópica de una Londres post-Brexit, obsesionada con la vigilancia, horrorizada por inmigrantes y con una intensa lucha de clases. No es el típico juego de Ubisoft que parece tenerle pánico a comprometerse con ideologías o con ciertas formas de ver el mundo; Legion tiene un mensaje claro de revolución, de ciudadanos comunes y corrientes alzándose por encima de las circunstancias para generar un cambio auténtico, incluso sacrificando hasta su propia vida. Resulta más que interesante y coherente entonces, como la mecánica principal que distingue a este nuevo Watch Dogs funciona como una analogía de esta bajada de línea: cualquier personaje, por más mundano e inofensivo que parezca, puede terminar formando parte de nuestro equipo y realizando cosas extraordinarias. La demo que nos dieron a jugar comienza en un bar donde estamos rodeados de posibles reclutas; lo que hacemos con nuestro teléfono es ver qué características tienen y así poder decidir si queremos agendarlos para luego sumarlos a nuestras filas. Por ejemplo podremos ver cuánto daño le hacen a drones, cuánta resistencia tiene a balas de fuego, habilidad de hackeo, entre muchas otras estadísticas que responden al aspecto estrictamente videojuego de Watch Dogs Legion. Pero también vemos su nombre, su ocupación, intereses amorosos, amistades, qué hace en su día a día, cuál es su rutina completa, qué problemas con la ley tuvo, qué piensa de DeadSec (la organización de hackers revolucionarios para la que trabajamos), etc. Me podría haber pasado horas simplemente leyendo estas vidas simuladas que son generadas de manera aleatoria para cada usuario pero que resultan fascinantes.

Esta simulación no sólo está en forma de texto, sino que una vez que guardamos un contacto lo podemos ver localizado en el mapa y también vemos un montón de relojes que representan dónde estará y qué estará haciendo a una cierta hora. Con estos artilugios es como Watch Dogs Legion logra crear un mundo que se siente vivo y único, con personas que tienen una rutina que se siente mucho más orgánica que la de otros juegos y con la constante ilusión y posibilidad de que ese tal Chris que vemos a la distancia y que a las 5:00 PM está saliendo de su trabajo o encontrándose con un amigo, puede ser el personaje que usemos para completar una misión. Las oportunidades son infinitas y cómo decidamos ir formando nuestro equipo depende pura y exclusivamente de nosotros. Mientras estaba jugando la demo, uno de los desarrolladores que hacía las veces de guía ante cualquier inconveniente que pudiera tener, me dijo que una vez llegó a tener todo un equipo de gente que estaba emparentada entre sí. Pero si lo quisiéramos podría ser todo de ancianas o totalmente diverso, eso queda a nuestra elección.
Para reclutar a un personaje debemos ganarnos su confianza, eso lo hacemos cumpliendo objetivos que lo ayuden y así volverlo un seguidor de DeadSec. Una vez que llenamos ese medidor, completamos una misión de reclutamiento y ahí ya es nuestro para jugar como él/ella. Acá también se abre un abanico enorme de oportunidades, por ejemplo mientras jugaba quería reclutar a una cierta mujer, pero para hacerlo uno de los objetivos que me permitían asociarla a DeadSec consistía en evitar que la chantajeen. Seleccioné el ícono en el mapa, fui hasta la locación y cuando llegué otra mujer estaba a punto de chantajearla. Cuando la inspeccioné con mi celular, ese personaje tenía muy buenas estadísticas de hackeo; la oportunidad que se me presenta ahora es dejar que ese chantaje ocurra, guardar este contacto y terminar reclutando a las dos (ya que el personaje inicial tenía otros objetivos con los cuales ganarme su confianza). Esas micro historias, esa dinámica entre personajes que exceden al que estoy utilizando, hacen de Watch Dogs Legion un totalmente fresco y una experiencia sumamente personalizada. Por lo menos en el tiempo que pasé con el juego, la gracia nunca se agotó y no se sintió como un truco de magia que a las seis horas de gameplay termina cansando o mostrando sus hilos. Lamentablemente es difícil de confirmarlo o asegurarlo en un 100% pero mi impresión y mi intuición me dicen que va a tener un efecto más duradero que algunos encuentros orgánicos con NPCs en títulos como Red Dead Redemption 2.

El resto de mi experiencia con Watch Dogs Legion es un poco más mundana, lo que no significa que haya sido sumamente divertida. Uno de los objetivos que debía cumplir consistía en borrar el historial de un posible recluta de Scotland Yard; para eso estuve hackeando cámaras, drones, robando códigos de acceso y utilizando mi araña robótica para conectarme a un servidor y así borrar esos datos. Nada revolucionario, pero todo funcionaba de manera correcta e intuitiva, era divertido y te hacía sentido todo un hacker. Otra misión me llevó a Candem para eliminar a tres enemigos específicos; la gracia es que tanto en esta quest como en la anterior tenía total libertad para encararla como quisiera. En este segundo caso me dediqué a neutralizar enemigos con sigilo y con ataques cuerpo a cuerpo; también usé drones de carga para arrojar objetos e incapacitar a un contrincante. Pero si lo hubiera querido podría haber terminado esta misión de una forma totalmente distinta. Lo más interesante fue como durante esta secuencia, me encontré con otros NPCs a los que salvé de unas jaulas (ya que hay ciertos lugares donde el esclavismo y la trata de personas son moneda corriente) y eso ya los hacía tener confianza y cariño por DeadSec y de esa manera tenerlos listos para su reclutamiento. Pero incluso si no los termino teniendo en mi equipo, ese personaje en teoría se va a acordar de cuál de los miembros de nuestra legión lo salvó. Según me explicó uno de los desarrolladores, cuando se crucen ellos tendrán una interacción determinada que no ocurrirá si llegamos a estar controlando a otro personaje. Ni me quiero imaginar lo difícil que debe ser programar algo así, pero por lo que probamos y por lo que el equipo de desarrollo transmitió, realmente funciona y termina sintiéndose como una mecánica revolucionaria.
A la hora de controlar a nuestro personaje, lo sentí muy similar a Watch Dogs 2 pero con muchas más animaciones a la hora del parkour o de deslizarnos por coberturas; se siente más cinemático en ese aspecto. La parte de shooter en tercera persona no la sentí tan ajustada como hubiera querido y si bien no es el foco del juego, es una de las posibilidades que tenemos para encarar objetivos, por lo tanto es un aspecto al que todavía le falta mucho por pulir. Todo aquello que tiene que ver con mecánicas de hackeo o sigilo están a la altura de la saga y es donde el juego más brilla, con habilidades o perks nuevas que podemos darle a nuestros personajes que nos permiten, por ejemplo, hacer takedowns a distancia o volver “invisibles” a los ojos de nuestros enemigos. Una diferencia con las versiones anteriores es que esta se siente más RPG: nuestros personajes suben de nivel, los enemigos tiene un número arriba suyo indicando su ranking y su dificultad, tiene barras de vida, etc. Legion continúa el camino que los juegos de mundo abierto de Ubisoft comenzaron con Assassins Creed Origins. Estos aspectos donde a Watch Dogs no le molesta ni le avergüenza ser un videojuego le sienten muy bien incluso cuando para algunos pueda romper el verosímil.

Otro aspecto muy interesante de este título es el sistema de permadeath (muerte permanente) que presenta. Lo que sucede es que si nuestro personaje recibe mucho daño y se baja su barra de energía, podemos elegir entre rendirnos y ser capturados por la policía o resistir y luchar. En ese momento entramos en la fase de permadeath y si nuestro personaje no logra sobrevivir, muere para siempre. En la demo probé este sistema y sometí a un personaje a un destino fatal. Sin embargo, esto ocurrió una vez que en una misión principal ya había cumplido un par de objetivos y lo único que me quedaba era escapar de la policía que en este caso me logró eliminar. En cualquier otro juego, volveríamos al checkpoint e intentaríamos esa sección otra vez, sin embargo en Legion tuve que seleccionar otro personaje a utilizar y la misión ya estaba finalizada. Es decir que, si lo deseamos, podemos usar personajes simplemente para mandarlos al muere o sacrificarlos. Por supuesto que es una idea poco feliz y una estrategia no tan inteligente, pero es llamativa la libertad que el juego nos da y cómo continúa hacia adelante sin importar si el personaje vive o no.
De más está decir que quedamos sumamente impresionados con Watch Dogs Legion. El algoritmo que crearon para generar vidas de NPCs simuladas y que ellos se pueden transformar en personajes jugables parecía algo imposible de crear y que funcione de manera adecuada. Sin embargo, por lo que pudimos probar, se salieron con la suya y crearon un sistema fascinante y lleno de posibilidades. La recreación de Londres es estupenda, con una ambientación que nos pone automáticamente en el contexto de lucha y de conflicto social que el juego quiere plantear; pintadas por todos lados, protestas espontáneas, carteles con propaganda estatal y además varios avances tecnológicos como autos autónomos y todo tipo de drones.

Todavía le falta pulir algunos detalles como el gunplay, el manejo de los vehículos o incluso cómo se ven ciertos personajes que, al ser generados de manera aleatoria, no tienen el mismo nivel de trabajo que los que son especialmente creados para la historia. Por suerte queda bastante tiempo hasta el 6 de Marzo cuando el juego salga de manera oficial por lo que esperamos que estos inconvenientes estén resueltos. Si Watch Dogs Legion nos entrega una historia atrapante y un diseño de misiones que estén a la altura de los sistemas y el entorno que propone, vamos a estar en presencia de uno de los juegos más especiales de esta generación. Esperemos que no nos defraude.