La semana pasada Doug Lombardi, uno de los portavoces de Valve, confirmó que la compañía había despedido a 13 empleados y cancelado varios de sus contratos con consultores externos. Una de las empresas afectadas por los cambios fue 3 Donkeys, del legendario Richard Garfield, creador de Magic: The Gathering y diseñador de Artifact, el juego de cartas coleccionables de Valve que se perfila para ser uno de los grandes fracasos de la historia de la empresa.
El propio Garfield confirmó la información al portal Artibuff y explicó que no se sorprendieron por el despido considerando todos los problemas que ha tenido Artifact desde su lanzamiento.
“El equipo estaba entusiasmado por el juego y estábamos confiados de que tenían un buen producto pero quedó claro que no iba a ser fácil convertir el juego en lo que queríamos,” dijo.
Artifact, la respuesta de Valve al fenómeno Hearthstone, ha sido un verdadero desastre desde el comienzo. Su abusivo modelo de negocio obligaba a los jugadores a realizar pagos adicionales para acceder a la gran mayoría de las competencias y, aunque la empresa intentó solucionarlo con actualizaciones y parches, la comunidad no tardó en soltarle la mano: a mediados de enero el juego había perdido el 97 por ciento de los jugadores y hoy son menos de 500 los usuarios activos. Los análisis son en su mayoría negativos, el juego no recibe actualizaciones y las redes sociales continúan en silencio desde fines de 2018.
Si Valve está preparándose para bajarle el pulgar a Artifact dejar ir al diseñador y el equipo que ayudó a darle forma es el primer paso. Garfield se mostró comprensivo con la situación:
“Los despidos tienen sentido por una serie de razones. Por nombrar algunas; ahora que el juego está en el mercado el tiempo es crítico, por lo que más voces para escuchar dentro del equipo no es tan beneficioso como tomar decisiones menos consideradas pero más rápidas. Otra – la experiencia que 3 Donkeys ofrecía es menos necesaria después de escucharnos por más de cuatro años.”
Las palabras del diseñador dan a entender que esto es algo que anticipaba desde hace tiempo aunque muestre optimista respecto del futuro del juego, poniéndose a disposición de la compañía para ayudar a arreglarlo.
“Hemos ofrecido nuestros comentarios y consejos de forma gratuita simplemente porque nos gustaría ver que al juego le vaya lo bien que pensamos puede irle.”
Por otro lado, varios de los trece empleados de tiempo completo despedidos aparentemente formaban parte del equipo dedicado al desarrollo de hardware —cuyo último proyecto es el visor de realidad virtual filtrado en noviembre del año pasado— pero según el comunicado de la empresa los despidos “no representan cambios significativos” para el funcionamiento de la división. Prueba de ello es que los drivers de los SteamVR Knuckles (los controles para realidad virtual de Valve) se actualizaron ese mismo viernes y la empresa continúa buscando un ingeniero de software para el proyecto.
Fallout 76, Anthem, Artifact… son tiempos complicados para las grandes empresas y los juegos como servicio.
