Después de muchas idas y vueltas Valve aceptó la derrota y decidió cancelar Artifact, su juego de cartas coleccionables ambientado en el universo de Dota 2.
Así lo comunicó la empresa a través de una publicación en el blog, en la que explicó que después de casi un año de trabajar en el reboot del juego están conformes con los resultados, pero no han conseguido “una base instalada de jugadores activos a un nivel que justifique continuar con el desarrollo”.
Un año después del fallido lanzamiento en 2018, que fue criticado por su modelo de negocio que requería de un pago inicial y la compra de sobres por separado, Valve anunció que iba a dedicarse a cambiar el juego por completo, con nuevos sistemas, modelos de negocio y mecánicas.
Aún así el juego continuará disponible en ambas versiones de forma completamente gratuita: Artifact 1.0 pasará a llamarse Artifact Classic, y Artifact 2.0 será bautizado Artifact Foundry.
“Sabemos que las dos versiones de Artifact todavía atraen jugadores y mantienen un valor para la comunidad”, dijo Valve explicando la decisión.
Artifact Classic ofrecerá todas las cartas de forma gratuita, y quienes hayan pagado por el original verán sus cartas convertidas a ediciones especiales de Coleccionista, y van a poder obtener esas ediciones mediante el juego, lo que no será una opción para los usuarios de la versión gratuita.
Artifact Foundry, por su parte, permitirá ganar todas las cartas a través del juego sin opción de compra. Valve aclara que aunque el juego no está terminado, lo que falta terminar son meras cuestiones estéticas y de pulido de la experiencia, pero “el gameplay fundamental está terminado”.
“Estamos muy agradecidos con todos los jugadores de Artifact, en particular con aquellos que nos ayudaron a refinar lo que terminó siendo Artifact Foundry”, dijo la empresa.
“El equipo siente que esta es la forma que mejor le servirá a la comunidad. Estamos orgullosos del trabajo que hemos hecho en ambos juegos y emocionados de ofrecerlos a una audiencia mucho más grande de jugadores”.