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Tobal No.1, el inexplicable éxito de PlayStation, cumple 23 años

En 1996 la industria estaba en un momento fantástico. Acababan de salir consolas que finalmente estaban capacitadas para hacer 3D bien, como se suponía que funcionara, y se avecinaba una nueva generación de desarrolladores con potencial incipiente, sobre todo en Japón. Un día como hoy, el estudio Dream Factory, lanzó Tobal No.1, que unía al diseñador de Virtua Fighters y Tekken, Seiichi Ishii con el creador de Dragon Ball, y diseñador de personajes de Chrono Trigger, Akira Toriyama.

Virtua Fighters fue el primer juego de pelea que hizo la transición a 3D de forma adecuada, e inspiró una cantidad de basura impresionante que durante los próximos años intentaría hacer eso con variados grados de éxito. Pero mientras que Virtua Fighter 2 salió con la misma fiereza, ya  no tenía a dos componentes claves del equipo, el mismo Seiichi Ishii, y su Diseñador de Personajes, Kunihiko Nakata. No bien terminado el desarrollo del primero, abandonaron Sega en lugar de Namco y allí crearon lo que sería la competencia del anterior, y el que terminaría prevaleciendo, Tekken. Juntos harían también el segundo, pero hasta ahí llegaría su amor. Después de ese proyecto tomaron caminos separados. Nakata se convertiría en el Director de los aclamados Bushido Blade, e Ishii por su parte, tendría una extraña aventura con Tobal No.1, un título que recién hoy, se podría considerar de culto.

El título fue un éxito rotundo, con 650.000 unidades vendidas solo en Japón el año de su lanzamiento. Y aunque recibió todo tipo de críticas, desde buenas a regulares, pero quedó grabada la idea de que se trató de un éxito absoluto. Si repasamos la historia, cuenta otra cosa. Porque así como llegó, se fue. Incluso tuvo una secuela el año próximo, pero terminó desapareciendo, exceptuando algún lazanmiento móvil.

¡Qué enormes polígonos!

En su momento, la mayoría de los críticos resaltaron positivamente los extraños personajes de Toriyama, que fiel a su estilo, hizo desde humanos a demonios, robots, viejitos calvos y hasta un conejito milenario, gobernante del planeta Tobal. También resaltaron que corría a 60FPS, y aunque los gráficos no eran nada del otro mundo tenía un estilo muy particular. Por su parte, los los compradores se quedaron felices con el juego, y el botín encima incluía un segundo disco repleto de videos de juegos que se venían, y la demo de uno de los juegos más esperados de la historia, Final Fantasy VII.

Más allá de sus flaquezas, Tobal No.1 tiene una premisa interesante y una estética muy particular. Pero no todo entraba por los ojos. Ishii se tomó su tiempo para diseñar su nuevo sistema de pelea, y en vez de hacerlo aún más complejo, buscó simplificarlo, sin perder su profundidad. Mientras que la mayoría de los juegos de pelea de esa época tomaban el concepto de altura de golpe, y lo usaban como el sistema base, Ishii lo hizo el núcleo, con un botón para cada altura de golpe, y un sistema de lanzamiento de oponente tan complejo que parecía sacado de un juego de lucha libre. Esto permitió que sea accesible para los principiantes, algo ridículo hasta el momento, ya que la mayoría de los juegos del género eran impenetrables para quien nunca los había jugado, y aún así tenía suficiente complejidad para que los amantes del género cuenten sus frames y hagan esas locuras.

Y a pesar de todo el impacto que tuvo en su tiempo y lugar, hoy se encuentra perdido en la memoria. Tobal No.1 suena más al nombre de un conservante que un videojuego. No podemos evitar preguntarnos, ¿cómo fue tan exitoso, sin ser realmente bueno, pero tampoco odiado? Como vimos, varias razones. Sin dudas los juegos de peleas era el estilo que mejor se estaba adaptando al paso 3D, y era una época emocionante para el género, porque todos los días parecían salir cosas nuevas. Sumado a eso, una IP nueva, creada por el Director de Virtua Fighter y Tekken, con personajes del creador de Dragon Ball. Era una oferta imposible de rechazar. Más todavía en Japón. Y si necesitamos algún argumento más, incluía otro disco con la demo de uno de los juegos más esperados de la generación. Estaba condenado a ser un éxito, y así quedó, congelado en el tiempo, alabado por unos pocos, pero a la vista de todos, para que lo disfrutemos y aprendamos de él.