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Sega Genesis Mini es una de las mejores consolas retro

El próximo 19 de Noviembre, Sega finalmente lanzará a la venta la intrigante Genesis Mini, su propia consola miniatura en respuesta al boom iniciado por Nintendo y su dupla NES/SNES, luego continuado con otros interesados en aprovechar la moda y lanzar al mercado productos no tan buenos como los fans hubieran esperado (¡hola, PlayStation Mini!). Debido a la incertidumbre respecto a la calidad y los altibajos vistos en los productos ya lanzados, ¿realmente vale la pena una nueva consola miniatura? ¿Puede Sega subirse a los estándares de Nintendo y dar batalla? La respuesta parece ser un contundente , y no podíamos estar más emocionados por ello.

La consola en cuestión

Las reseñas del producto ya han salido por toda la Red y la opinión universal es que, en esta oportunidad, Sega Hizo lo que Nintendon’t, casi-casi cerrando de manera poética un círculo de rivalidad que venía desde los años ’90. Lo que Sega nos ofrece con esta mini-consola es una verdadera obra de arte que apela tanto a la nostalgia de los que tuvimos el aparato original como a un nivel de calidad en la colección de juegos que se incluyen; lo cual fue toda una proeza, pues en el historial de Sega podemos apreciar muchos títulos licenciados como sus mejores exponentes; licencias que no pudieron obtenerse para este rejunte de magia. Eso significa que Sega debió apelar a sus títulos originales y exclusividades.

Por ejemplo, el fantástico Wonder Boy in Monster Land

Ya en un par de notas anteriores dimos cuenta de algunos juegos que se iban revelando, pero ahora que podemos ver el listado completo nos encontramos con un nada despreciable listado de 42 joyitas de la consola. Desde luego, algunos de estos juegos no son tan interesantes como otros (la versión jamás lanzada de Tetris para Genesis parece ser una interesante aunque pobre adición), pero muchos otros son clásicos en el catálogo de Sega, incluyendo Phantasy Star IV, Castlevania: Bloodlines, Wonder Boy in Monster World, Dynamite Headdy, Comix Zone, y por supuesto Sonic the Hedgehog 1 y 2, aunque sorprende que no esté su tercera aventura, siendo Sonic Spinball el título que ocupa su lugar.

Sonic no podía faltar

No es sólo una colección de grandes juegos lo que nos llama la atención de este aparato, si bien es su mayor atractivo cuando vamos al núcleo del asunto. Toda la consola es una belleza, desde su diseño hasta la estructura de su menú interno, que permite cambiar de idioma para reflejar otros diseños y, en muchos casos, diferentes idiomas para los propios juegos. Algunos incluso reflejarán sus versiones originales, como el Mean Bean Machine del Dr. Robotnik pasando a ser Puyo Puyo en el original de Japón. Las falencias de este producto son mínimas en consideración: el eterno problema de los cables cortos para los controles no quedó exento en la Genesis Mini, y es verdad que no hay función de Rebobinar durante gameplay (como sí ocurre en la SNES Mini). Otro detalle es la inclusión de los joysticks clásicos de tres botones en lugar de los más avanzados, con seis botones, que pueden ser adquiridos por un valor adicional. Si bien la gran mayoría de los títulos del catálogo no necesitan estas entradas extra, tener seis botones es un gran beneficio para encarar Street Fighter 2: Special Champion Edition, que también está en el catálogo.

Esto es un golpe directo a la nostalgia

Pero esas son quejas mínimas para algo que, en esencia, es prácticamente perfecto. Una consolita hermosa con una colección de juegos que compila lo mejor de una época dorada. Sólo nos queda esperar a su lanzamiento y disfrutar una vez más con clásicos de antaño. Ah, y si se me permite una pequeña queja personal al margen… ¿Dónde está Rocket Knights Adventures, Sega? Pero, como ya dije… esas son quejas mínimas; quejas de un fanático más del montón para una consola que supo destacarse en su momento de gloria. Mejor olvidemos las quejas y revivamos ese momento.