A muchos de nosotros a veces no nos alcanza con simplemente jugar nuestros juegos favoritos, sino que también nos resulta muy entretenido ver a otra gente jugarlos y reaccionar a ellos. La enorme lista de Youtubers que se dedican a realizar Let’s Play consiguen el éxito gracias a esta idea. Es por eso que siempre que alguno de mis creadores de contenido favoritos juega, por ejemplo, la serie Yakuza por primera vez, me gusta ver esas reacciones iniciales. Recientemente una de ellas mencionó que nunca había jugado la serie Yakuza porque vista desde lejos le parecía muy “dura”, pero al probarla se dio cuenta que no era así. Esto es porque Yakuza, aunque no lo parezca, tiene un corazón de oro.
La serie Yakuza tuvo una trayectoria de lo más curiosa en Occidente. Lejos quedaron los días en los que a Yakuza se lo conocía, de manera errónea, como el clon japonés de Grand Theft Auto con Mark Hamill y Michael Madsen. En la época de Playstation 3 los juegos habían encontrado su nicho dedicado, que los amaba pero no podía terminar de convencer al “mainstream” de que eran juegos que valían la pena. Fue recién a principios del 2017, con la localización de Yakuza 0 para Playstation 4, que la serie de repente levantó vuelo.
El motivo por el cual la gente comenzó a prestarle atención a ese Yakuza 0 que parecía haber salido de la nada fueron los memes virales. Durante ese mes de lanzamiento uno no podía navegar por Twitter sin toparse con algún chiste relacionado con Yakuza 0. Esa euforia que la gente sentía por el juego era consecuencia del excelente humor que la gente estaba descubriendo. Lo que a simple vista parecía una serie de juegos con mafiosos malos, en realidad se trataba de unas historias llenas de humor japonés que sorprendentemente se traducía bastante bien a los estándares de humor occidentales modernos.
Inteligentemente, SEGA aprovechó la explosión del juego en las redes sociales y la usó para llevar Yakuza a todavía más gente. Hoy en día es difícil de creer que un nuevo Yakuza tiene exclusividad con la nueva consola de Microsoft considerando que en los días de Playstation 3 hubo juegos que no salieron en Occidente en formato físico porque las ventas no lo justificaban. Lo cierto es que lo que empezó como un boom de popularidad impulsado por el humor de los juegos nunca paró, porque la gente que entró por el humor se quedó por el resto de la experiencia.
Esa fama de juego de gente mala que puede llegar a tener Yakuza queda prácticamente desintegrada cuando uno descubre que en realidad son juegos donde los protagonistas no son gente mala en absoluto. Kazuma Kiryu, el rostro de la serie desde su comienzo hasta Yakuza 6, es un personaje serio y duro en apariencia, pero con una bondad casi infinita. Es cierto que al retratar el mundo del crimen organizado japonés el juego efectivamente muestra a gente mala haciendo cosas malas, pero los malos son los villanos, valga la redundancia.
Uno de los primeros eventos de la serie, y algo que termine afectando a todos los juegos, es que Kiryu adopta a una niña huérfana, así como él también se crió en un orfanato. Esta idea de ayudar al prójimo es algo que define a Kiryu, y que queda claro a lo largo de toda la serie. Si bien Kiryu suele confrontar físicamente a mucha gente a lo largo de la serie Yakuza, una de sus filosofías de vida es que nunca va a matar a nadie. Quizás a la hora de combatir puede que sea un poco difícil de creer, considerando que el juego te permite usar armas de fuego, pero al menos en la narrativa, que es lo que importa, Kiryu no es un asesino.
Esta contradicción con la idea de lo que es un yakuza es en gran parte lo que la gente terminó amando del juego. Eso que empezó como una lluvia de memes propulsados por las ridiculeces que suceden en los juegos se convirtió con el paso de los años en arte y apreciación hacia Kiryu y los demás protagonistas de Yakuza justamente por sus morales firmes y claras. A la gente le gustan los héroes, y Kiryu encaja a la perfección en ese rol a pesar de lo que las apariencias puedan llegar a indicar.
Es un poco por ese motivo, además de cuestiones de jugabilidad, que la comparación con Grand Theft Auto a la que se sometía a los juegos de Yakuza en aquel entonces siempre fue equivocada. En los juegos de GTA, especialmente en Grand Theft Auto V, los protagonistas son tipos cínicos, egoístas, manipuladores. Nadie en las redes sociales pasa el tiempo dibujando arte de, por ejemplo, Michael, porque es un personaje cuyo atractivo no cuadra con la idea de idolatría que sí va con los protagonistas de Yakuza.
Tanto Kiryu como Majima y los demás personajes que tuvieron roles protagónicos en juegos de la serie son altamente amados por la gente. Estos protagonistas son parte de juegos cuyas narrativas apoyan esa idea de que son personas de bien en un mundo que hace lo imposible por romperlos. A pesar de todas las tragedias que les suceden a estos personajes, siempre van a seguir siendo ellos mismos, y eso implica ser altamente bondadosos con sus enormes corazones. Algunos son más drásticos que otros, pero al fin y al cabo todos son personajes que se pueden calificar como buenos.
La serie Yakuza no sería lo que es hoy en día sin estos personajes. Si bien el humor es gran parte del atractivo, estas historias no funcionarían de la misma manera sin estos protagonistas que llevan la narrativa por el camino del bien, contrarrestando esa idea de que un juego llamado Yakuza tiene solo gente mala. Ahora que la serie está haciendo un cambio de protagonista, el nuevo rostro tiene zapatos muy grandes que llenar, pero siempre y cuando tenga ese mismo corazón de oro que caracteriza a la serie en sí, no va a tener ningún problema en el futuro.