Cuando empezó el año nada parecía indicar que este enero iba a ser diferente a los de años anteriores: un mes lento en cuanto a noticias en el mundo del gaming. Hace dos semanas, Microsoft decidió demostrar lo contrario y nos desayunamos la noticia de que iban a comprar Activision Blizzard. Cuando pensábamos que eso iba a ser lo más notable del mes, Sony decide cerrar este enero con otro notición: la compañía dueña de Playstation compró el reconocido estudio Bungie. Mucho puede decirse sobre esta adquisición, pero a diferencia de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, hay una pregunta cuya respuesta no es tan clara: ¿con qué objetivo Sony compró Bungie?
La historia de Bungie como estudio hace que esta compra tenga un tinte de ironía, así como lo tiene la adquisición de Activision Blizzard. Ahora, Microsoft es dueño de Crash Bandicoot y Spyro, dos franquicias que supieron ser los rostros de Playstation durante los años de aquella primera consola. Sony, por otro lado, acaba de comprar Bungie, el estudio creador de Halo y que puso a Microsoft en el mapa del gaming allá en la época de la Xbox original. Bungie, incluso, pasó de ser un estudio de Microsoft a trabajar bajo Activision Blizzard. No hace mucho fue que el estudio decidió independizarse y logró quedarse con los derechos de Destiny, el juego que quizás sea la razón más grande detrás de esta compra.
Para entender el motivo detrás de esta adquisición, hay que mirar el panorama general de Sony y su oferta del gaming. La compañía detrás de Playstation es reconocida por sus exclusivos videojuegos de alta calidad. Estas experiencias que, por lo general, solamente podés encontrar en Playstation suelen ser juegos single-player, con presupuestos enormes para crear experiencias narrativas y cinemáticas que realmente dan que hablar. Cuando algunos de estos juegos llegan a PC, la única plataforma por ahora ajena a Playstation donde los podés encontrar, la situación tiene una sensación parecida a cuando una película llega a DVD; tenés que esperar un montón de tiempo para experimentar algo que ya muchísimas personas disfrutaron. No por nada a Sony se le trata como un estudio con juegos “de prestigio”.
Bungie, mientras tanto, viene hace ya 8 años manteniendo Destiny, un juego como servicio que tuvo tantos altos como bajos. Es ahí donde podría estar la clave de esta compra. ¿Cuántos juegos multiplayer exclusivos de Sony podés nombrar? ¿Cuántos de esos fueron un éxito? El título más reciente que puedo recordar es Destruction AllStars, un juego que pasó tan desapercibido que no me sorprendería que pocos lo recuerden. Mientras que en menos de un año todo el mundo olvidó este juego de Sony, Destiny todavía sigue en pie casi una década más tarde. Ser dueño de un estudio que parece haber entendido como mantener un juego de este estilo durante tanto tiempo sin dudas es una ventaja para Sony. Antes Playstation ya era la plataforma por defecto donde uno buscaba experiencias narrativas single-layer de calidad. Ahora, es posible que se le sumen juegos online que realmente te den ganas de jugarlos por mucho tiempo.
Sin embargo, esa es solo una posibilidad, y en cierto punto es incluso un enorme interrogante. Lo cierto es que luego de esta compra una de las primeras cosas que se aclaró fue que tanto Destiny como futuros proyectos de Bungie seguirán siendo multiplataforma. Por supuesto que esto puede cambiar en el futuro, pero de ser así entonces volvemos a la pregunta del principio: ¿con qué objetivo Sony compró Bungie? Las recientes compras de Microsoft tienen mucho sentido: el gigante de la tecnología busca adquirir más estudios para fortalecer su listado de exclusivos y al mismo tiempo expandir la oferta de Game Pass, el servicio que realmente le termina de dar coherencia a todo el ecosistema de Xbox. Con Sony y Bungie, la respuesta no es tan clara, aunque hay algunas pistas sobre qué es lo que podría venir en el futuro.
En un principio, el solo hecho de ser dueños de Destiny significa que todo el dinero que traiga el juego, sin importar la plataforma, terminará beneficiando a Sony. En cierto punto, esto podría significar que Sony no necesita exclusivos de Bungie, sino juegos lo suficientemente exitosos como para justificar que sean multiplataforma. Bungie, que venía de ser un estudio independiente, ahora tiene acceso a los presupuestos de Sony, y esto podría hacer que ese objetivo se cumpla con creces. Además, según los comunicados de prensa, Sony también busca convertir a Bungie en un estudio “multimedia”, lo que también indica que no solo la división del gaming se ve favorecida por esta compra. No debería sorprender a nadie que en algún futuro llegue a los cines una película basada en el universo de Destiny.
Las recientes adquisiciones de Microsoft son bastante fáciles de entender. Esta compra de Bungie por parte de Sony, sin embargo, requiere un poco más de análisis para poder encontrarle una respuesta a esa pregunta que me hice al principio. Incluso así, difícilmente vayamos a comprender el verdadero efecto de esta compra hasta que podamos ver claramente los frutos de la misma. Quizás recién cuando conozcamos el próximo proyecto de Bungie sabremos cuáles fueron las consecuencias de esta adquisición tanto para el estudio como para Sony. Mientras tanto, con la información de que los juegos de Bungie seguirán siendo multiplataforma y que Sony quiere convertirlo en un estudio multimedia, el verdadero motivo de esta compra no tiene una respuesta clara. Tal vez debemos acostumbrarnos a esto, porque parece que este tipo de adquisiciones recién empiezan, para bien o para mal.