En el gaming hay juegos que marcan un antes y un después en la industria en general, pero también hay otros que traen consigo grandes cambios a pesar de que pasan un poco más desapercibidos. Ya sea por su género, su plataforma o cualquier otra circunstancia, no todos los juegos que terminan pisando fuerte son reconocidos por el mundo entero. El día de ayer cumplió siete años Granblue Fantasy, uno de esos juegos que, a pesar de no ser el más mainstream de todos, cambió el panorama de los gacha de maneras que hoy todos damos por sentado. Por ser el cumpleaños del que hoy en día considero mi juego favorito, me parece adecuado traer a la luz algunos de sus logros para celebrarlo.
En principio, una de las razones por las cuales Granblue Fantasy quizás sea un juego que pase desapercibido por muchos es que, técnicamente, no está disponible “oficialmente” fuera de Japón. El juego está completamente en inglés, localizado por los propios desarrolladores de Cygames, pero no se puede encontrar en la App Store o Google Play. Igualmente es muy fácil descargar el archivo de extensión apk o incluso jugarlo en cualquier navegador, ya sea de PC o hasta de celulares y tablets. Lo importante es que, más allá de esas trabas, la influencia de Granblue Fantasy se puede sentir aunque nunca lo hayas jugado, especialmente en el ambiente de los gacha.
Una de las polémicas más grandes del género tuvo a Granblue Fantasy en el centro, y fue el desenlace de este conflicto lo que para muchos llevó a los gacha en su totalidad hacia un lugar mucho más justo. La situación en sí tenía que ver con el sistema de rolls, esa mecánica típica del juego en la que uno gasta monedas virtuales (que puede grindear o comprar con dinero real) para conseguir un personaje. Después de que algunos jugadores gastasen miles y miles de dólares sin conseguir el personaje destacado del banner, el gobierno japonés empezó a prestar atención a este tipo de juegos y las consecuencias fueron dos: un sistema de “pity”, que después de cierto número de rolls te garantizan el personaje que querés, y la claridad de probabilidades de conseguir ese personaje con tus rolls, algo que muchos otros empezaron a copiar a su manera. Sin ese escándalo, quién sabe cómo serían hoy en día los gacha.
Pero más allá de influenciar al género en sí, una de las cosas más importantes que hizo Granblue Fantasy fue poner a Cygames en el mapa. El estudio previamente era conocido por Rage of Bahamut, otro gacha que no había conseguido tanta fama como el título que hoy nos compete, pero que fue su primer lanzamiento a nivel mundial a pesar de que hoy en día los únicos servidores que siguen en pie son los japoneses. Granblue Fantasy fue y sigue siendo un éxito descomunal, y la magnitud de este éxito se traduce en un alto número de ingresos. En el fandom de Granblue Fantasy esto se traduce en chistes sobre cómo Cygames “tiene toda la plata del mundo”, pero en la realidad esto se traduce en proyectos nuevos y emocionantes.
No sería un disparate decir, por ejemplo, que gracias al éxito de Granblue Fantasy existen algunos de los otros grandes juegos de Cygames. El mes pasado, y después de muchísimos retrasos, Cygames lanzó en Japón Uma Musume Pretty Derby, uno de los gacha con valores de producción más altos que he visto en la industria. Yendo un poco más atrás, Princess Connect Re:Dive, Shadowverse, World Flipper y Dragalia Lost (juego en colaboración con Nintendo) son algunos de los grandes títulos de Cygames que probablemente no hubiesen existido de no ser por lo bien que le fue a Granblue Fantasy. A su vez, a todos estos juegos les está yendo bien por su cuenta, lo que implica más ingresos y más posibilidades de experimentar.
Esos experimentos se están viendo de a poco ahora que Cygames se está adentrando en el mundo de las consolas. El año pasado llegó Granblue Fantasy Versus, que en colaboración con los titanes de Arc System Works marcó el primer gran paso de Cygames fuera de los gacha, además de servirle para adentrarse todavía más en los esports con su propio equipo, Cygames Beast, que representa a grandes como el legendario Daigo Umehara. En algún momento de 2022 se espera que llegue Granblue Fantasy: Relink, un JRPG de acción que fue desarrollado en conjunto con Platinum Games y tiene todas las fichas para dejar una fuerte marca en el género. También existe el misterioso Project Awakening, otro JRPG del que poco se sabe, pero continúa la invasión de Cygames a otras plataformas.
Más allá de los videojuegos, el éxito de Granblue Fantasy también le permitió a Cygames meterse en el mundo del anime. Si bien Rage of Bahamut tuvo su propia adaptación en su momento (que fue producida después del lanzamiento de Granblue Fantasy), fue años más tarde que Cygames estableció su propia división específicamente centrada en anime, Cygames Pictures. De allí salieron muchas más adaptaciones de juegos de Cygames, animes completamente originales e incluso otros estudios tercerizaron algunos de sus trabajos en Cygames Pictures, como la actual temporada de Attack on Titan en la que el estudio de Cygames está aportando arte de background.
Como si todo esto fuera poco, Cygames no es el único que se ve beneficiado por el éxito de sus productos. Así como Granblue Fantasy le permitió al estudio costear proyectos nuevos, los colaboradores que trabajan en estos proyectos también se ven involucrados en el éxito de Cygames. Específicamente, con la reciente localización de Princess Connect Re:Dive, Crunchyroll Games empezó a ser cada vez más reconocido. Esta subsidiaria del grande del anime antes tenía títulos extremadamente de nicho, pero ahora que tienen un título de Cygames, muchos llegan justamente por haber jugado otros juegos del estudio. Son bastantes los tweets y comentarios de gente que dicen haber probado Princess Connect Re:Dive porque Granblue Fantasy los convirtió en fans de Cygames, y esto a su vez se traduce en un éxito para Crunchyroll Games.
Aunque no lo parezca a simple vista, Granblue Fantasy realmente es un titán del gaming en muchos sentidos. En estos siete años de vida el juego cambió paradigmas de su propio género y sirvió como mecha para cientos de otros proyectos que a su vez se convirtieron en éxitos propios. Más allá de ser algo que juego y disfruto todos los días, se siente raro pensar en lo diferente que serían mis gustos de no ser por Granblue Fantasy y la influencia que tuvo en muchas de las otras cosas que disfruto. Por suerte no hace falta imaginar ese tipo de situaciones, porque después de siete años de éxito Granblue Fantasy demostró que todavía tiene mucho más para ofrecer. El juego no para de crecer, y realmente me pone contento verlo ponerse cada vez mejor. Quién sabe dónde estará de acá a otros siete años, pero tengo toda la fe de que seguirá pisando igual o más fuerte.