A lo largo de este mes, semana a semana fui recordando y celebrando aniversarios de juegos que de una manera u otra dejaron su marca en el gaming en aquel 2017. Aunque parezca mentira, todavía queda un juego de marzo de aquel año que técnicamente no fue lanzado ese mes pero que sí vio la luz del día en aquel entonces, y que uno podría argumentar que es el más importante de los últimos años en cuanto a su influencia y lo que significó para la industria entera. Y es que el 23 de marzo de 2017 salió en Early Access un pequeño título al que pocos prestaron atención en un principio, pero que luego se convirtió en un éxito tan grande que sin este juego el gaming no sería lo mismo: PlayerUnknown’s Battlegrounds.
Las razones por las cuales este juego, simplemente abreviado como PUBG, era algo que solamente unos pocos conocían durante su lanzamiento tienen que ver con sus orígenes. PlayerUnkown, cuyo nombre real es Brendan Greene, previamente venía de crear mods para el juego ARMA 2, uno de los cuales ya introducía este aspecto de Battle Royale inspirado en la película japonesa. Como tal, el público que buscaba atraer PUBG en un principio no era tan masivo, pero a medida que más gente iba probando este nuevo juego en Early Access, sin la necesidad de estar atado a otro título como ARMA 2, más se iba propagando de boca en boca lo que hacía de PUBG una experiencia tan única y adictiva.
Esta idea de que 100 jugadores se meten en una partida, todos contra todos, y solamente uno sale victorioso era algo bastante novedoso para aquel entonces. Por supuesto que al ser un juego en Early Access a PUBG le faltaba mucho pulido, pero eso no le impidió a la gente volverse fans de este nuevo juego. A lo largo de aquel 2017, el juego fue tomando tanto peso que en cierto punto era de lo único que se hablaba en materia de multiplayer online. La gente se preguntaba si PUBG iba a aparecer en la E3 de ese año, pensando que quien sea que consiga una exclusividad con este juego iba a ser automáticamente el “ganador” del evento. Muchos trataban de adivinar qué juego iba a ser el primero en intentar copiar este modo tan novedoso, porque si claramente le funcionó a PUBG, entonces los grandes estudios iban a poder hacer bastante dinero copiándolo.
Fue llegando a los últimos meses de este 2017 que las cosas se tornaron un poco difíciles para PUBG. Fortnite, que venía de un lanzamiento en Early Access que no llamó la atención de mucha gente, decidió “tomar prestadas” algunas ideas de PUBG y con su nuevo modo Battle Royale conquistó el mundo de la noche a la mañana. Sin embargo, las dos grandes razones por las cuales Fortnite triunfó tan de golpe eran cosas que muchos insistían que a PUBG le hacían falta: por un lado, este modo de Fortnite era free-to-play; por el otro, este Battle Royale estaba disponible en consolas. Mientras que Fortnite lograba alcanzar a casi todo el mundo del gaming (cosa que luego haría con sus ports a celulares y Switch), PUBG solamente atraía a la gente con una PC que pudiese correr el juego y estuviese dispuesta a pagar por un juego en Early Access.
A finales de ese 2017, PUBG intentó dar respuesta a una de esas dos ventajas que Fortnite le sacaba, y el juego finalmente salió de Early Access en PC al mismo tiempo que lanzó su versión para Xbox bajo el programa de “Game Preview”, que efectivamente es el equivalente al Early Access de Steam. Sin embargo, este port fue un desastre técnico en sus comienzos, solamente mejorando luego de varios parches. Esta combinación de factores hizo que, de cara al 2018, la presencia de PUBG se sienta mucho menos que a principios del 2017 cuando parecía que el juego iba a dominar el mundo. Resulta que el juego que hacía a todo el mundo preguntarse quién lo iba a copiar, fue copiado tan bien que terminó perdiendo la relevancia que lo hizo tan exitoso en un principio.
Por suerte para PUBG, el juego siguió disfrutando de una saludable cantidad de jugadores, y con el paso del tiempo lo que nació como un proyecto de Early Access que continuaba el trabajo empezado en un mod de ARMA 2 se convirtió en una franquicia enorme. PUBG ahora tiene no solamente uno sino dos juegos de celulares que son bastante exitosos a pesar de que la gente no hable de ellos. El circuito competitivo y la escena de eSports del juego todavía sigue en pie, que es más de lo que se puede decir sobre muchísimos otros títulos multiplayer cinco años después de su lanzamiento. Incluso también se están desarrollando experiencias narrativas, con un juego a cargo de uno de los co-creadores de Dead Space que en algún momento, vaya uno a saber cuándo, saldrá a la luz.
PUBG es, en cierto punto, bastante parecido a lo que en la música se llama “one-hit wonder”: esa banda que solamente tiene un hit que pegó fuerte, y después es olvidada por aquellos que no terminan convirtiéndose en fans acérrimos. Así y todo, no se puede negar la influencia que este juego tuvo en el gaming moderno: sin PUBG no hay Fortnite, y es muy difícil imaginarse cómo sería la industria hoy en día sin Fortnite, especialmente con las charlas sobre pavadas como el metaverso y otras yerbas. Es un poco triste el juego que consiguió la fama y éxito total no fue el que empezó la movida, pero al menos PUBG siempre fue fiel a su propio estilo. Cinco años después, el juego todavía sigue en pie, y en esta industria donde todo va y viene tan rápido, y donde las copias pueden ser más exitosas que los originales, eso es algo realmente admirable.