Hace un poco más de una semana Riot presentó un video sobre Project L, un juego de peleas basado en League of Legends que había sido anunciado hace mucho tiempo pero del cual no habían hablado desde aquel entonces. De por sí ese video me dio mucho que pensar sobre los juegos de pelea y el futuro del género, pero lo que realmente me generó dudas tiene que ver con Arc System Works, uno de los desarrolladores más grandes en el ambiente de estos juegos. Mientras que Riot pareciera dar un paso hacia adelante en el género, Arc System Works tropieza, y eso me llevó a contemplar qué es lo que se viene para estos juegos que amo tanto.
Si bien Arc System Works es reconocido como un gran estudio y una de las figuras más importantes de los juegos de pelea modernos, lo cierto es que últimamente todo lo que viene de ellos se siente algo estancado. Guilty Gear Strive fue lanzado este año y aunque consiguió un éxito notable para lo que es un juego de la serie Guilty Gear, la realidad es que no se estableció como el gran nuevo juego de peleas que llevará al género hacia el futuro. Para aquellos que no son fans de la serie, Guilty Gear Strive es simplemente otro Guilty Gear más, e incluso los fans de Guilty Gear de la vieja escuela tienen bastantes quejas sobre las innovaciones que presenta el juego.
No es solamente Guilty Gear Strive, sin embargo, el único factor que contribuye a esta sensación de apatía hacia Arc System Works. El resto de los juegos del estudio también sus propios inconvenientes: Dragon Ball FighterZ prácticamente llegó a su fin en cuanto a contenido nuevo este año; Granblue Fantasy Versus nunca se pudo recuperar de la pandemia que expuso su pésima infraestructura online; BlazBlue no solamente brilla por su ausencia, sino que otros proyectos como un juego gacha de celulares terminaron siendo cancelados por falta de interés. Incluso el anuncio más reciente del estudio DNF Duel, basado en el popular juego coreano Dungeon Fighter Online, no llama demasiado la atención. Este estudio que en su momento le dio nueva vida al género con excelentes juegos ahora parece dormido en los laureles.
Es ahí donde entra Riot con Project L, y el increíble potencial que tiene este juego. Por un lado, lo que se mostró en el video simplemente se ve genial. Project L está encabezado por dos de los cofundadores de la EVO, el torneo de juegos de peleas más grande del mundo, y como tal aparenta ser fruto de la pasión de los fans. A pesar de que el video muestra un juego claramente en desarrollo, Project L ya amerita comparaciones favorables con títulos como Marvel Vs. Capcom, y la fluidez del combate que Riot mostró dejó a todo el mundo ansioso por ver más. Algunos, entre los que me incluyo, estábamos preocupados por qué clase de juego de peleas Riot tenía en mente, pero después de ver aquel video todas las dudas fueron despejadas para bien.
Más allá de lo bien que Project L se ve como juego, lo más importante y lo que más a favor le juega es justamente ser un juego de Riot. Al estar basado en League of Legends, Project L inevitablemente tendrá millones de ojos encima cada vez que se muestre. Especialmente después de la exitosísima serie Arcane, Riot tiene en sus manos un juego con la capacidad de atraer un incontable número de gente a un género totalmente nuevo. Considerando que los juegos del estudio suelen ser bastante accesibles, especialmente en lo económico, el éxito monetario de Project L prácticamente ya está garantizado. Si Dragon Ball FighterZ en su momento fue un éxito rotundo y sumó un gran público que nunca había probado uno de estos juegos, entonces Project L va a venir a conquistar el género entero, superando a cualquier otro juego de peleas que uno se pueda imaginar.
Sin lugar a dudas esto es algo positivo para el género; ninguna comunidad puede sobrevivir para siempre solamente con sangre vieja. Siempre es necesario innovar, y esa innovación suele venir de la mano de gente nueva, con ideas y experiencias diferentes y frescas. Obviamente que Riot no está reinventando el género, pero Project L parece ser la combinación de varias ideas que tuvieron diferentes niveles de éxito por separado, y que juntas tienen muchísimo potencial. El juego de Riot ya tiene de por sí una presencia tan grande en el ambiente de juegos de pelea que hasta es imposible negar que vaya a ser una influencia para juegos futuros.
Como fan de los juegos de Arc System Works, no me llena de placer admitir que el estudio está perdiendo su magia. De hecho, mi juego de peleas favorito de este año ni siquiera es el nuevo Guilty Gear, sino Melty Blood: Type Lumina. Así y todo, esto no es de por sí algo malo; el ciclo de innovación y renovación es algo inevitable y cuando uno está en la cima otro necesariamente está por debajo. Arc System Works de a poco va cediendo su lugar a cosas nuevas y emocionantes, y Project L de a poco va surgiendo como el líder de una nueva era en el género de juegos de pelea. Falta mucho para que salga este juego, pero ya con ese primer vistazo fue suficiente para tener una idea de lo que el futuro le depara a este género tan especial.