A pesar de lo que algunos de mis juegos favoritos pueden llegar a indicar, nunca tuve una buena relación con los juegos de terror. Es mucho más fácil para mí darle una chance a este tipo de juegos si mi personaje tiene alguna arma en mano que si estoy indefenso. Por eso juegos como Outlast, Amnesia, Alien: Isolation y parecidos son demasiado para mi, pero con juegos como Resident Evil o incluso hasta Silent Hill la historia es otra. Dead Space fue sin duda uno de esos juegos que alcanzó el balance perfecto entre miedo y acción, y aunque la idea de un remake tiene sus contras, definitivamente considero que se lo tiene más que merecido.
El primer Dead Space fue lanzado en el año 2008, y en aquella época el panorama de los juegos de terror era completamente diferente a lo que es ahora. Resident Evil venía del exitosísimo, icónico y legendario Resident Evil 4, preparándose para la llegada de Resident Evil 5 en el 2009. Silent Hill estaba en una etapa de transición, con Silent Hill: Homecoming marcando el primer gran tropiezo de la serie a finales del 2008. Los grandes del género de terror estaban en una era tumultuosa mientras que la escena indie de terror estaba en pañales, y quizás por eso la llegada de Dead Space fue tan importante para el género.
Cuando Dead Space llegó al mundo, fue visto como una combinación perfecta de sus influencias y una evolución del género. Por supuesto que la influencia de Resident Evil 4 ya se había empezado a sentir en los shooters como Gears of War, que adoptaron ese sistema de cámara que Resident Evil 4 popularizó, pero todavía no había un juego de terror de alto perfil que siguiera los pasos de este grande de Capcom y Resident Evil 5 no se veía en sus tráilers como la evolución del género que muchos esperaban. Gracias a su excelente atmósfera combinada con una jugabilidad que va más allá de lo que Resident Evil 4 ofrece, Dead Space conquistó el corazón de muchos, incluyendo algunos que recién daban sus primeros pasos en los juegos de terror.
El éxito de ese primer juego ayudó a la serie a establecerse como uno de los nuevos cabecillas del terror en el gaming, además que prácticamente posibilitó la creación de Visceral Games como estudio. Esta nueva ola de aire fresco para el género definitivamente marcó un cambio en la percepción de la gente. Los indies empezaban a crecer en renombre, y mientras que los grandes parecían no saber combinar acción con terror, Dead Space lanzó una secuela que incluso dio cátedra sobre cómo incluir un modo multiplayer en este tipo de juegos. Fue recién con el tercer juego que la serie empezó a tambalear, y quizás eso fue lo que marcó el principio del fin.
Dead Space 3 probablemente no sea el juego que muchos esperaban. Visto de lejos, no está mal; sigue siendo Dead Space, solamente que esta vez está más influenciado por los juegos más cinemáticos de la época. Lo que más ensució la reputación del juego fueron las adiciones innecesarias a la serie que a pocos le gustaron. La idea de una historia que podía ser disfrutada en modo cooperativo no es mala de por sí, e incluso Dead Space 3 lo integra de manera decente a su narrativa, pero nadie pedía eso. La mecánica de construir tus propias armas era bastante entretenida, hasta que las microtransacciones asomaban su cabeza y le hacían a uno preguntarse si esta mecánica realmente hacía falta.
De hecho, es justamente ese manejo de la serie claramente influenciado por los objetivos de EA lo que puede traer preocupaciones a la hora de pensar en este remake. No cabe duda que los remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3 demostraron que se puede modernizar este tipo de juegos sin arruinarlos, pero Capcom es Capcom. EA es diferente, y la EA moderna no tiene la mejor reputación. Sin embargo, el éxito de juegos como Star Wars Jedi: Fallen Order o el apoyo que se le da a experiencias narrativas como It Takes Two quizás muestra un lento pero necesario cambio de paradigma en EA. Quizás esa sea una mirada muy optimista, pero tal vez no todo esté perdido con este remake.
Por supuesto que no queda más que esperar para ver cómo salen las cosas, pero lo seguro es que Dead Space se merece volver. Si bien es cierto que EA manejó de manera pésima a la serie durante sus últimos años, no se le puede negar una segunda oportunidad. Para muchos de nosotros Dead Space sigue siendo uno de los mejores juegos de terror, y la idea de que la serie finalmente salga del closet donde EA la tenía encerrada es un alivio tan grande que hasta da esperanzas de un EA que aprendió de sus errores. Ojalá todo salga bien con este remake, así en el futuro podremos dejar atrás los tropiezos del pasado y podemos hablar de un Dead Space que esta vez volvió para quedarse.