Cuando uno pasa mucho tiempo con un juego específico, casi inevitablemente termina teniendo contacto con las comunidades que se forman alrededor de dichos juegos. Ya sea un título pura y exclusivamente single-player o un juego competitivo con actualizaciones constantes, siempre hay una comunidad de jugadores dispuesta a charlar sobre los más minúsculos detalles de esos juegos. Sin embargo, no todo es color de rosa en estos grupos, porque por alguna razón todavía existe gente dispuesta a separar entre aquellos que juegan un juego de manera “casual” y los que lo juegan “bien” como verdaderos fans “hardcore”. No solo este conflicto es totalmente innecesario, sino que también hiere al gaming entero.
Recientemente me vengo topando con este tipo de discusiones en muchos de los juegos que adoro y cuyas comunidades sigo de cerca. Hace poco Dragon Ball FighterZ recibió una actualización de balance que prácticamente cambió la manera de jugar, e inevitablemente hubo gente gritando virtualmente que estos cambios eran para los “casuales”. Granblue Fantasy viene de lanzar versiones exclusivas de verano de varios personajes, que además de ser difíciles de conseguir tienen habilidades altamente poderosas a tal punto que algunos dicen que no valen la pena si vas a jugar de manera “casual”. Genshin Impact con su nueva versión 2.0 está lanzando personajes altamente interesantes, pero la parte más triste de la comunidad los trata como basura porque según ellos no son lo suficientemente fuertes para el contenido “hardcore” del juego.
Este tipo de divisiones no es nada nuevo para mi; en la comunidad de juegos de pelea el conflicto de casual vs. hardcore es tan viejo como el género en sí. Por alguna razón no solo la gente todavía sigue discutiendo esas ridiculeces, sino que el enfrentamiento se expandió a juegos donde realmente no tiene lugar. Genshin Impact, por ejemplo, es un juego que no tiene ni una pizca de contenido PvP (jugador contra jugador). En un caso como ese, que un personaje sea fuerte o no es relativo a los ojos del jugador: si ese personaje me sirve para completar las misiones y el contenido que el juego me presenta, entonces es fuerte para mí y se acabó. Sin embargo, un preocupante número de jugadores constantemente intenta encasillar todo dentro de una única manera de juego que vale la pena, que necesariamente tiene que ser la más óptima en cuanto a números, sin importar que sea divertido o no.
Probablemente estas discusiones en este tipo de juegos sean una evolución del conflicto que revolucionó los debates sobre jugar “bien” un videojuego: el problema de Dark Souls. Incluso hoy en día uno no puede mencionar la idea de una dificultad más fácil para un juego como Dark Souls sin un ejército de gente manifestándose de la nada para comentar que no hace falta que Dark Souls sea más fácil, nada más hay que aprender a jugarlo bien. Para esta gente no hay argumento que valga, y esta idea de que quienes desean un Dark Souls con opciones de dificultad son gente que juega mal mutó en todos esos conflictos de casuales vs. hardcore que afectan juegos que nada que ver. Para colmo, la gente que perpetúa estos argumentos es completamente ignorante al hecho de que ellos tampoco son los que mejor juegan a esos juegos.
Entonces, ¿por qué la gente le da tanta importancia a esta idea de jugar “bien”, o de manera óptima, contra lo que hacen los casuales? En cierto punto está un poco ligado a lo mucho que el fan de videojuegos ata su identidad a este hobby. Será charla para otro día, pero no por nada la identidad de “gamer” es un tema tan profundo de conversación. La gente dispuesta a hacer de los videojuegos su vida entera inevitablemente termina sintiendo orgullo al convencerse de que es mejor que los demás en los juegos que ama. Si esos juegos de repente empiezan a introducir mecánicas más accesibles, o hacen que el piso de habilidad requerido para pasarla bien sea mucho más bajo, entonces es un ataque a la identidad de esos jugadores. Aquellos convencidos de que su esfuerzo para alcanzar un cierto nivel de habilidad en un juego es puesto en peligro por gente “casual” suelen ser los mismos que se tornan altamente defensivos cuando alguien insinúa que los videojuegos no son la gran cosa.
Un simple vistazo a las comunidades de los juegos que mencioné al principio es suficiente para confirmar esas sospechas. Los Reddit de Granblue Fantasy y Genshin Impact están llenos de gente dispuesta a maltratar y burlarse de quienes deciden no jugar de manera óptima, ignorando completamente las divisiones que eso causa. Cuando uno intenta hacer entrar en razón a esas personas, lo único que recibe es declaraciones constantes de lo “casual” que es. Con este tipo de personas es difícil tener discusiones serias, y este tipo de respuestas es inevitablemente consecuencia de aquellos conflictos en cuanto a dificultad en Dark Souls. La idea de que el casual juega mal y el hardcore juega bien es perpetuada constantemente en muchísimas comunidades de juegos de todos los tipos y géneros, y es cada vez más difícil erradicar esa mentalidad que hace daño al gaming.
Por suerte, a pesar de que la gente que mantiene vivo este conflicto innecesario son una minoría vocal, lo bueno es que son justamente eso: una minoría. Es una lástima que este tipo de discusiones todavía existan, pero el gaming en sí es cada vez más accesible y está cada vez más dispuesto a abrirle las puertas a más gente. Inevitablemente seguirá existiendo gente dispuesta a creer que sus esfuerzos los hacen mejores que los demás, pero al final del día estamos hablando simplemente de videojuegos. Cada uno puede jugar como se le dé la gana, y lo importante es dejar que los demás también lo hagan. A nadie le debería importar cómo juegan los demás; siempre y cuando uno se divierta, el resto que haga lo que quiera. Solamente así se va a terminar la discusión de casual vs. hardcore, que nunca debería haber existido en primer lugar.