Mientras que Fall Guys acaba de lanzar su segunda temporada y se prepara para volver a la relevancia, Among Us se mantiene y Genshin Impact se las ingenia para sumar cada vez más adeptos, al punto de enganchar a gente que nunca tocó un gacha o siquiera un juego oriental, hay otro título que está dando de qué hablar. Si bien dependerá de cada uno de estos juegos aprender a sostenerse en el tiempo más allá de la cuarentena, es innegable el papel que tiene Twitch en sus respectivos éxitos. Y aunque parezcan simples juegos “virales” que la pegaron de casualidad, hay sustancia real en sus propuestas. Veamos por qué Phasmophobia funciona tan bien.
Phasmophobia es un simulador de cazafantasmas para PC, compatible con VR, en el que tomamos el rol de un grupo de investigadores paranormales. Se puede jugar en solitario también, pero la gracia de la experiencia está en el cooperativo para hasta cuatro jugadores. El objetivo es adentrarnos en una locación tomada por una presencia fantasmal y lograr identificarla antes de que nos cueste la vida o la de alguien de nuestro equipo.
Es interesante que tiene una decena de entidades sobrenaturales, de distintas mitologías, como el Oni, el Demonio, el Jinn, la Banshee, entre varios otros. Los investigadores tienen tan solo 5 minutos de gracia para lograr ubicar a esta presencia dentro de la casa y usar distintas técnicas para identificarla antes de que la cosa se ponga turbia.
Cada entidad es distinta: hay algunas agresivas, otras tímidas, algunas atacan o se comunican con personas solas, otras prefieren grupos. Tenemos que ingeniárnoslas para darnos cuenta con qué tipo de fantasma estamos lidiando antes de que perdamos cordura al punto de morir.
Hay varias cuestiones en Phasmophobia que están muy vistas. Sin embargo, la premisa es original y consigue engancharnos hasta a los más veteranos del género. Y si bien dentro de ese grupo de gente que juega terror desde Alone in The Dark hay quienes desconfían de las experiencias cooperativas, creo que el juego de Kinetic Games tiene varias tácticas para hacernos sentir desprotegidos, incluso cuando estamos en compañía.
El reconocimiento de voz es una de sus características más llamativas y su uso en el juego se traduce en una mecánica para contactar a los fantasmas con nuestra propia voz. Usamos clásicas herramientas de contacto paranormal como una spirit box o un tablero ouija y, dependiendo del tipo de fantasma, podemos obtener una respuesta o no.
Más allá de que es aterradora para mucho la idea de interactuar con una presencia en un espacio tan cotidiano y familiar como lo puede ser una casa (aunque también hay un mapa que es un hospital, por ejemplo), incluso para quienes estamos empapadísimos en el género, en Phasmophobia podemos llegar a encontrar momentos de genuino terror.
La experiencia cooperativa funciona porque se enfoca en dividir tareas. El inventario es limitado a tres objetos por jugador y los objetos, en principio, son limitados también. Está más que claro que si tenemos que repartir una linterna entre cuatro, los climas y la atmósfera van a inyectar terror porque la propia oscuridad desconcierta. La adrenalina es real cuando tenemos que intercambiar objetos con el resto de los jugadores en el medio de la investigación. Y ni les digo cuando hay que enfrentar a un ser que solos se comunica con las personas cuando están solas. El cine de terror nos enseñó a no separarnos, pero acá el propio diseño tiene de base la idea de que, si bien la tarea espeluznante que venimos a cumplir no nos conviene enfrentarla a solas, está bien claro también que el juego busca que vivamos una experiencia inmersiva y personal. El fantasma no interactúa igual con todos y las partidas son muy distintas las unas de las otras. La sorpresa, la incertidumbre y el miedo a lo desconocido están garantizados.
Cuando la cuenta de juegos de terror terminados suma no decenas sino cientos de títulos, una comienza a ver los hilos que mueven la experiencia. Empezás a predecir, a aburrirte fácil y por eso quiero recomendar Phasmophobia. Su popularidad puede ser resultado de la obsesión que tenemos hoy en día de jugar experiencias en coop, pero su ingenio y brillantez son mérito propio. Recomiendo que no lean guías ni busquen cómo jugar. Phasmophobia tiene un tutorial vaguísimo y parte de la experiencia está en el misterio que aparecen cuando en el silencio de la noche, entre la quietud, sabés que no estás sola. La falsa soledad que el terror paranormal sabe muy bien explotar.