El 23 de junio de 1996 Nintendo se lanzaba a la carrera tecnológica con su flamante Nintendo 64 en Japón, acompañada nada menos que de Super Mario 64, un juego que marcó una época.
La consola llegaría tres meses después a los Estados Unidos y casi un año después a Europa, en tiempos en los que los lanzamientos globales eran un sueño imposible, y los fanáticos vivían de la importación.
Nacida originalmente como Project Reality, mutó a Ultra 64 hasta recibir el nombre definitivo Nintendo 64, que definiría, como es costumbre de Nintendo, que la mayoría de los juegos incluyeran el “64” en su nombre.
Nintendo 64 era, en su lanzamiento, la máquina más poderosa del mercado, en contraste con los 32-bits de la PlayStation de Sony y Saturn de SEGA, pero los caprichos de Nintendo y su compromiso con la experiencia de los jugadores la hicieron aferrarse al cartucho por una generación más de la necesaria, y eso la sentenció.
Las escenas de video pregrabadas eran la que iba en ese momento y los desarrolladores necesitaban el espacio que garantizaban los CDs. En los cartuchos más espacio significaba mayor costo, por lo que Square Enix, histórico socio de Nintendo, emigró buscando los pastos más verdes de Sony y allí se instaló por varios años.
De todas maneras Nintendo 64 es recordada como una de las consolas más innovadoras de la historia, que no solo incluyó conexión para cuatro controles, sino también un puerto de expansión, y el primer control análogo de la industria, que todas las compañías imitaron después.
Mientras que Sony se basó en el joystick de PlayStation para desarrollar su control, Nintendo nos regaló un engendro de tres patas que aprendimos a amar, con un gatillo, seis botones en el frente y el análogo en el centro. Además, en la parte trasera tenía una bahía de expansión para incluir el rumble — que, por supuesto, el resto de las empresas imitaron.
La consola nos dejó con una larga lista de clásicos eternos, pero sin dudas Super Mario 64, el juego de lanzamiento, fue un antes y un después para los juegos de plataformas 3D, y el estándar que el resto de las compañías intentaron alcanzar por años.
Pero también nos quedaron The Legend of Zelda: Ocarina of Time, para muchos uno de los mejores juegos de la saga, Goldeneye 007, el debut de Super Smash Bros., Paper Mario, Banjo-Kazooie, Perfect Dark, Star Wars: Rogue Squadron, Pokemon Snap, Diddy Kong Racing, y varios más.
En Argentina la Nintendo 64 era un objeto de lujo porque resultaba mucho más conveniente comprar una PlayStation con juegos de cinco pesos copiados que invertir cientos de pesos en una máquina para gastar otro tanto en juegos. Pero eran otras épocas.
