El anuncio de la compra de ZeniMax por parte de Microsoft fue una de las bombas del gaming de este año. Pero cuando se disipó un poco la polvareda después de la explosión, la empresa salió a aclarar algunas cuestiones.
En primer lugar, la empresa honrará los acuerdos previos a la adquisición, en particular aquellos de exclusividad de las competidoras. Sony se había quedado con Deathloop y Ghostwire: Tokyo, los nuevos proyectos de Arkane y Tango Gameworks, como exclusivos temporales para PlayStation 5, y no habrá cambios en en ese frente: como sucedió con el último juego de Obsidian, The Outer Worlds, los contratos ya firmados serán respetados.
Asimismo, el director de ZeniMax Online Studios, Matt Firor, dijo en su cuenta personal de Twitter que “The Elder Scrolls Online seguirá recibiendo soporte como hasta ahora” y que esperan seguir creciendo en las plataformas actuales.
Aunque Firor no utiliza la palabra prohibida (“PlayStation”), damos por sentado que se refiere a la actual consola de Sony. Lo que no queda claro es si habrá un parche que mejore el desempeño del MMO en PlayStation 5, aunque esperamos que el juego sea retrocompatible.
El futuro, sin embargo, es una nebulosa. Hablando con el portal Bloomberg, Microsoft dijo que los próximos juegos estarán disponibles en Xbox, PC y Xbox Game Pass, pero no descartan lanzarlos en otras plataformas.
“Consideraremos otras consolas dependiendo del juego”, dijo el jefe de Xbox, Phil Spencer al ser consultado por el portal.
Habrá que ver de qué depende la decisión de lanzar o no los juegos en otras plataformas. Quizá Starfield, un título que lleva años en desarrollo y cuyo costo supere fácilmente los 100 millones de dólares sea necesario ponerlo en la mayor cantidad de dispositivos posibles.
O es probable que sea al revés, y Microsoft lance proyectos más chicos y menos “tanques” en sus competidoras, como hizo con Minecraft Dungeons.
El mundo de las consolas como lo conocíamos ya no existe.
