Hace unos días publicamos las declaraciones de Sony respecto de la propuesta de Microsoft para quedarse con Activision Blizzard por casi 69.000 millones de dólares.
Hablando con el organismo regulador de Brasil, Sony argumentó que la franquicia Call of Duty es demasiado importante para la industria y afectaría la decisión del público al momento de elegir una consola.
Pero Microsoft salió a contraatacar esta semana y acusó a la casa de PlayStation de bloquear la llegada de juegos al servicio de suscripción Xbox Game Pass a través del pago a desarrolladores.
Microsoft da a entender entonces que resulta hipócrita que una empresa que ha basado gran parte de su negocio en la obtención de exclusividades ahora se queje de lo mismo.
“Teniendo en cuenta que las estrategias de exclusividad han estado en el centro de la estrategia de Sony para fortalecer su presencia en la industria de los juegos, y que Sony es líder en la distribución de juegos digitales, la preocupación de Sony con la posible exclusividad del contenido de Activision es incoherente, por lo menos”, dijo la empresa.
“Solo revela, una vez más, un temor sobre un modelo de negocio innovador que ofrece contenido de alta calidad a bajo costo para los jugadores, amenazando un liderazgo que se ha forjado a partir de una estrategia centrada en el dispositivo y la exclusividad a lo largo de los años”.
Microsoft alega que su capacidad para continuar expandiendo Xbox Game Pass se ha visto “inhibida” por las acciones de Sony, que habría pagado “tasas de bloqueo” para prevenir que los desarrolladores agreguen contenido a Game Pass y otros servicios de suscripción.
La empresa dice que la competencia “no quiere que servicios de suscripción amenacen su dominio en el mercado de distribución digital”.