¿Es algo del pasado cuestiones a los videojuegos como forma de arte? ¿Qué es lo que lleva a cierta gente a no considerarlos así? Y, aún mejor, ¿Por qué y desde cuándo se los considera arte? ¿Fue el avance de la tecnología? ¿Tiene que ver lo analógico vs lo digital? Nuevas preguntas y nuevas respuestas para una duda que, si bien parece lejana, muchas personas la siguen teniendo.
¿Conocen a John Lasseter? El hombre empezó como animador para Disney, fue miembro fundador de Pixar y productor ejecutivo de sus películas. Además, es cineasta, y fue quien dirigió la icónica y clásica Toy Story. John, en su momento, apostó a la tecnología como medio para contar una historia, y lo tildaron de loco. En las primeras pruebas que Lasseter hizo con el CGI, obtuvo casi todas críticas negativas, argumentando que “todo se veía muy plástico”. ¿Qué hizo entonces John? ¿Se frustró? No, para nada. Dijo: “bueno… si todo se ve muy plástico, entonces voy a hacer una película con personajes de plástico”. Toy Story demostró que el CGI puede ser arte.
Hace poco en esta otra nota, hablábamos un poco de cómo la tecnología y el paso del tiempo le dio otra cara a la narrativa en los videojuegos. Si nos ponemos a pensar, tanto el CGI como la narrativa, son objetos que se desprenden directamente de dos ramas del arte como la ilustración y la escritura. Los videojuegos también tienen música, bandas sonoras que muchas veces son importantísimas para el disfrute del mismo. Y resultan ser, todos estos, aspectos artísticos que se reúnen, junto a la programación, para darle vida a los cientos y cientos de títulos que podemos encontrar constantemente. Vistamos por un momento el monóculo y la galera y volvámonos catedráticos: ¿son los videojuegos un arte?
Para empezar, y evitando hablar mediante meras definiciones propias o conjeturas apresuradas, busquemos la definición de arte: “El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos. El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción las bases económicas y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo”.

Las interpretaciones de lo que acabamos de leer pueden ser variadas, pero no cabe duda en ninguna de ellas, que los videojuegos pueden ser, entonces, una forma de arte. Los videojuegos en sí, tienen una finalidad estética y de comunicación, sea emocional o de algún mensaje en particular. Se expresan ideas y muchas veces, sentimientos. Los videojuegos son, sin duda alguna, un componente y complemento de la cultura. ¿Por qué, entonces, hay tantas personas que le niegan a esta industria su lugar dentro de esta definición? ¿Es una cuestión cultural que deja fuera del concepto de arte a todo lo que sea digital? ¿Lo digital está subestimado?
Lo interesante de este debate no es dejarlo, a mi entender, solo en manos de académicos, porque no todos ellos son parte de este mundo, y me pregunto entonces, lejos de quitarle validez real a dichos conceptos: ¿por qué debería tener validez solo el pensamiento de alguien que analiza el arte desde una forma tan fría, calculadora y distante? Los videojuegos tienen un costado emocional único. Los videojuegos, como dijimos antes, comunican, transmiten, permiten llevar emociones, sentimientos, ideas, conceptos. Son visuales, sonoros, y nos deleitan muchas veces con historias que nos regalan una inmersión como quizás ninguno otro rubro lo puede hacer. Seguir pensando en los videojuegos como un conjunto de dígitos binarios planos es, cuanto menos, arcaico.

Me pareció grato, entonces, recopilar algunos comentarios de personas que están dentro de la industria, opiniones extraídas de entrevistas que les hice hace algunos años, pero que reflejan muy bien lo que piensan ellos sobre este tema. Al fin de cuentas, opiniones de personas que están involucradas directamente con el tema. Nobleza obliga, mencionar a Maxi y La Cueva del Vicio, sitio para donde hice estas entrevistas.
Roque Rey Ordoñez, fundador de Coffee Powered Machine y artista en Okhlos, dijo al respecto: “Los videojuegos son arte, no por todos los elementos artísticos por separado que convergen en la obra, si no por el conjunto de ellos que crea una pieza única que contiene una voz propia. Es tan facilista como errado decir que la ilustración es arte, la música es arte, por ende, algo que contiene ambos es arte, pero si los dos en su conjunto, dicen algo que por separado no podrían decir, ahí nos estamos acercando a un mejor entendimiento del tratamiento de la pieza como un todo. Por otro lado, la cuestión sobre si los videojuegos son arte o no, es un debate que se ganó hace quince años. Ya no existe una posición fuerte sobre la no artisticidad del videojuego. Se pueden reconocer videojuegos que son meramente proyectos comerciales, pero eso se trata como producto y no como obra. La posibilidad de definir un juego como arte no significa la aplicación en carácter universal a todos los videojuegos.”
Tobías Rusjan, director, programador y diseñador de Saibot Studios, elabora: “Considerando arte como una forma de expresión creativa, yo creo que desarrollar video juegos es sin dudas un nuevo tipo de arte. De hecho, diría que es la forma más rica de arte que tenemos en este momento, ya que combina lo visual, sonoro, narrativo, escultura (para el caso de los video juegos 3D) e incluso teatro / actuación (para casos donde la narrativa tiene una fuerte influencia en el desarrollo); pero además de todo eso, los video juegos agregan algo nuevo: la interactividad. Esto último es lo que hace tan especial a los video juegos: darle al usuario / jugador la posibilidad de modificar la obra, siempre dentro de ciertos límites que hacen a las reglas de cada juego. Obviamente que no es lo mismo crear un juego por encargue, que crear algo propio. Pero esto es lo mismo que sucede con cualquier otra rama del arte: la pasión y esmero que cada uno le dedique hacen al resultado final.”
Al menos a mí, no me queda duda de que los videojuegos son una forma de arte. Como dice Roque de forma muy acertada, esta discusión tiene muchísimos años siendo victoriosa frente a las mentes más incrédulas y reticentes al tema. Aun así, increíblemente, todavía hay gente que pone en duda lo indudable. ¿Por qué? Vaya uno a saber, quizás sea material para otra nota. Lo bueno no es solo darse cuenta que quienes amamos los videojuegos tenemos un mismo punto de vista, sino que nos preocupamos más por disfrutarlos que por cuestionarlos.
O al menos la gran mayoría de nosotros, claro.