Hace unas semanas te contamos que Sony decidió no revelar el precio de PlayStation 5, hasta que Microsoft dijera cuánto iba a costar la nueva Xbox, y un informe de Bloomberg publicado hoy explica por qué.
Según el portal, Sony está teniendo problemas para bajar el precio de la consola, que actualmente rondaría los 450 dólares de costo. Los culpables serían las memorias flash DRAM y NAND, en alta demanda por su utilización en celulares, y un nuevo sistema de refrigeración más caro que el convencional — algo en los que los fabricantes, después de la debacle de Xbox 360, aprendieron a no escatimar.
Si bien durante el primer año de PlayStation 4, que costaba 380 dólares fabricar, Sony perdió plata (porque a eso hay que sumarle la investigación y desarrollo y el marketing) vendiéndola a 399 dólares. Pero la particular posición de la empresa en ese momento la obligó a jugársela, y todos los errores de Microsoft facilitaron las cosas: el volumen de venta aumentó el ritmo de fabricación, que a su vez bajó los costos y apreció el producto.
Pero ahora es diferente. Si el reporte de Bloomberg es real, difícilmente pueda Sony absorber una diferencia un golpe de casi cien dólares por consola para mantenerse dentro del rango de los 399, que es reconocido como el punto justo. Con estos costos se estima que la consola tendrá un precio final de entre 450 y 500 dólares, algo que claramente dependerá de la jugada de Microsoft.
La buena noticia para PlayStation es que el costo de fabricación de la nueva Xbox se estima entre los 460 y 520 dólares. La mala viene por dos frentes: Microsoft tiene un bolsillo infinito con el que absorber el impacto para ofrecer la consola a un precio competitivo, y la empresa también está planeando un segundo modelo menos poderoso (menos poderoso que la Xbox One X de hecho) pero más accesible, que ya con la promesa de juego en 4K (real o no) puede afectar la estrategia de Sony, en particular porque la gran mayoría de las novedades de estos sistemas (4K y ray tracing) son prácticamente imperceptibles para el 90 por ciento de los usuarios y muy difíciles de mostrar en video. Pero los tiempos de carga ultra rápidos, algo que seguramente el modelo inferior de Microsoft priorizará, son fáciles de percibir y un argumento importantísimo de venta.
A nosotros nos afecta mucho más porque la historia nos ha demostrado que todas las consolas llegan a nuestro país al doble de su precio original. Lo que significa que si no bajan de 450 dólares tenemos que pensar en sistemas de 80 mil pesos para arriba, algo casi inimaginable en esta golpeada y devaluada economía.