Las transacciones de juegos digitales son un tema más complicado de lo que parece. Cuando se trata de discos, todo es mucho más fácil: ponés el disco para jugarlo, le das el disco a algún amigo cuando se lo querés prestar y hasta incluso lo podés vender como usado para empezar a juntar plata para tu próximo juego. Es esta última actividad una de las cosas que parece casi imposible para los juegos digitales, pero gracias a una disposición de la justicia francesa con respecto a Valve, parece que esto está cerca de ser una realidad.
Este caso judicial, que viene arrastrándose desde hace ya algunos años, es llevado adelante por la Unión Federal de Consumidores de Francia. Los argumentos que presenta esta organización en contra de Valve tienen que ver con los términos y condiciones del servicio de Steam: Valve no le devuelve a uno el saldo de su billetera digital si desea eliminar su cuenta; Valve no se hace responsable si algún software daña de alguna manera al usuario o su equipo; Valve puede explotar mods y contenido creado por usuarios como desee; los usuarios pueden ver sus cuentas suspendidas por razones poco claras; los usuarios no compran juegos, sino suscripciones para acceder contenido de Steam.

La corte francesa dictaminó esta semana que efectivamente, todos estos son derechos que Valve no debería tener legalmente, añadiendo también que debería estar entre los derechos de los consumidores la posibilidad de revender bienes digitales, ya que según la corte Steam no está vendiendo suscripciones para su contenido, sino licencias digitales que pueden ser comercializadas como productos físicos. Este caso contra Valve está basado en varias leyes de la Unión Europea, por lo que también podría llegar a aplicarse a otros países que formen parte de la unión.
Cabe destacar que el juicio todavía no está terminado. Valve todavía tiene tiempo de argumentar en su defensa para tratar de evitar la aplicación de estas nuevas medidas. No sorprendería a nadie que la compañía efectivamente haga uso de este período, ya que sería raro que acceda a los pedidos de la unión sin intentar defenderse, porque de perder definitivamente el juicio sentaría un precedente que gente de otros países podrían seguir. Si bien este caso está construído en base a leyes europeas, una vez que Valve habilite la posibilidad de revender juegos en un territorio va a ser imposible que los demás no pidan lo mismo.
Lamentablemente las leyes en otros países con respecto a estos temas son todavía más complicadas. Los territorios americanos son conocidos por no ser exactamente generosos en tema de devoluciones y reventas, pero si Valve pierde este juicio de manera definitiva, las cosas podrían cambiar a nivel mundial. Quedará esperar a los tiempos de justicia francesa para saber cuándo podremos revender la millonada de juegos de Steam que ya no jugamos.