El anuncio de Marvel‘s Avengers por parte de Square Enix generó un sinfín de emociones. Muchas de ellas negativas. Dejando de lado el confuso trabajo de comunicación inicial y el hecho de tardar casi un año en terminar de explicar los lineamientos principales del juego, sus meras imágenes generaban un cóctel de expectativas difíciles de cumplir. Faltando poco para su lanzamiento, en Malditos Nerds obtuvimos acceso a una Beta cerrada con una interesante porción de contenido para probar, lo que permitió comenzar a disipar la niebla de guerra.
El nuevo huevo de oro de la gallina predilecta de Disney es un esfuerzo de desarrollo en conjunto de Crystal Dynamics, Crystal Northwest y Eidos-Montréal, quienes crearon algo que me muero de ganas de definir como un ‘Frankenstein Hermoso’, que no es lo mismo que un Cadáver Exquisito y sin embargo también aplicaría. La secuencia de ADN de los Vengadores de Squenix está compuesta por una serie de dobles hélices de los especímenes más variopintos del gaming moderno. Uncharted y Marvel’s Spider-Man. Destiny y Marvel: Ultimate Alliance. Warframe y Diablo. El resultado de una mezcla de dobleces de distintos géneros que da como resultado algo que pese a todas sus imperfecciones y desprolijidades, es sumamente efectivo.
Comprendo que mi descripción puede sonar irónica, por lo que me gustaría dejar algo en claro de entrada: mi reacción ante esta Beta fue de grata sorpresa aún cuando tengo mis dudas de que tengan tiempo para solucionar sus falencias antes de la fecha de lanzamiento. Viviendo en la era de las correcciones sobre la marcha, esto no sería ni raro ni problemático de todos modos. Sin embargo, la intención detrás del producto es tan transparente como efectiva y aún viendo sus hilos, es imposible no engancharse con sus mecánicas. Una experiencia manipuladora bien estudiada con muchísimas chances de éxito gracias a plantar base sobre una franquicia bien establecida, transformada en un expendio de dopamina cruda.
Marvel’s Avengers podría ser definido como un Hack n’ Shloot. La jugabilidad clásica de un juego de acción en tercera persona, donde cada uno de nuestros personajes contará con distintas habilidades para derrotar a nuestros enemigos, los cuales irán dejando items, materiales y diversas recompensas a medida que se desarman. Cada uno de los héroes presentados responde a la misma lógica desde los controles, pero aún así logran sentirse lo suficientemente diferentes como para que valga la pena ir rotandolos. Extrañamente, el clásico sistema de clases no se siente como tal ya que por más que entenderíamos a Hulk como un Tanque o a Iron Man como un Ranger, en sí todos los Vengadores cuentan con la misma resistencia, posibilidad de ataques a distancia y hasta provocan el mismo daño. Al ser un tema de balance esto puede ser corregido, pero en realidad el olfato me dice otra cosa: la intenciòn del juego no es la de formar el mejor equipo posible con los héroes más poderosos de la Tierra, sino de vivir la fantasía de formar parte del mismo.
Esto se ve reflejado en gran parte por Kamala Khan, quien toma el rol de hilo conductor de la aventura, luego de que el accidente que genera la separación de los Avengers le diera poderes a ella y a otras personas, considerados ahora Inhumanos. Dejando seguramente el momento donde adopta el mote de Ms. Marvel para el clímax del juego, en un principio es tan solo una adolescente mega-fan del grupo de héroes, quien se ve envuelta en la tarea de reunirlos. Durante este proceso, no hay un segundo donde Kamala deje de asombrarse por encontrar una lata de gaseosa alguna vez sostenida por Thor, una guitarra perteneciente a Tony Stark o el hecho de terminar peleando contra los villanos más famosos de la agrupación. Kamala es cada uno de los jugadores y jugadoras que tomaran el mando, cumpliendo el sueño de pelear codo a codo con los Vengadores y su personalidad fresca, enérgica y desfachatada – que nos hace acordar a Dina de The Last of Us Part 2 – sienta el tono del juego, dando a entender que no se va a tomar tan en serio a sí mismo, sino que es una experiencia más relajada.
Los segmentos del ‘Modo Historia’ son donde tenemos la mejor experiencia. Los niveles se ven bien, son amplios y cuentan con varios recovecos para explorar, encontrando objetos para mejorar a nuestros personajes. Mientras que el loop de jugabilidad es partirle el alma a todo lo que se nos venga de frente y no mucho más, estos segmentos están fuertemente scriptados, logrando que experimentemos momentos épicos que realmente se sienten salidos de un comic o una peli del MCU. La pelea inicial sobre el puente Golden Gate resulta ser un tutorial dinámico que no queremos que termine nunca, aún cuando por momentos solo tenemos que apretar el stick hacia delante y no mucho más.
El contrapeso de esto son las “Zonas de Guerra”. Estos espacios abiertos otorgan una completa libertad de exploración al jugador, permitiendo resolver algunas tareas sencillas para obtener mejores ítems o bien dirigirnos directamente al jefe de turno para obtener una recompensa y volver a la base. Es acá donde el juego muestra sus mayores debilidades, ya que toda la experiencia se vuelve sosa y repetitiva, perdiendo el ritmo y el tan calculado flow de los segmentos de historia. Siendo estas partes un trabajo de equipo, podemos elegir ser acompañados por la IA, amigos o desconocidos via Match Making, agregando así un componente un poco más orgánico que puede llegar a suplir la falta de momentos memorables de estas misiones, pero la verdadera solución sería una serie de quests mejor diseñadas.
Y mientras que hasta acá la todo es terreno conocido y comprensible, la experiencia parece volverse innecesariamente compleja con el tema del loot. Todo lo que sea equipamiento se aplica de la manera que ya juegos como Destiny y últimamente Assassin’s Creed nos fue acostumbrando. La mecánica se va volviendo confusa cuando para crear nuevos accesorios debemos juntar diversas clases de materiales, asemejándose más al sistema de crafteo de un gacha mobile que al de un juego de consolas. Cabe aclarar que la experiencia de la Beta estaba tocada para que esta tarea – como la de compra de accesorios con una moneda interna – fuera sumamente accesible, pero aún así da la impresión de ser un sistema innecesario, que recompensará a quienes vivan por y para el juego, siendo ignorado por los jugadores más casuales.
Esta nueva aventura marvelita tiene muchas cosas que tal vez no le perdonaríamos a un juego similar de una IP nueva, pero quedan absuletas por un sólo motivo: la marca. La idea de vestir estás mecánicas tan genéricas como efectivas con semejantes franquicia, hace que todo lo que quede flojo de papeles sea rescatado por la fascinación generada por los icónicos personajes de la Casa de las Ideas. No todo lo que brilla es oro igual, ya que algunas actuaciones de voz dejan mucho que desear y los modelos de los personajes siguen sin convencerme del todo – pero reconozco que esto es una apreciación personal y no un problema del producto en sí. Además, la cantidad de trajes a destrabar, junto con la cornucopia de objetos coleccionables a descubrir, prometen una amplia variedad de opciones de customización para terminar jugando con nuestros héroes en las versiones que más nos gusten.
Marvel’s Avengers sale el cuatro de septiembre y aún hay muchos aspectos por revisar profundamente. De todos modos, la base es sólida y el éxito está prácticamente asegurado gracias a la utilización de algunos de los personajes más populares del momento como promotores para atraer a la primera línea del público casual a un tipo de experiencias que hasta ahora solo parecían poder disfrutar los usuarios más dedicados y exigentes. Resta ver el plan a futuro, pero contando con una fuente de historias y personajes virtualmente inagotable, el nuevo tìtulo de Square Enix tiene el potencial de hacer por los juegos de Marvel, lo que Disney hizo por sus pelìculas.