Los buenos juegos de puzles son más escasos de los que uno esperaría, siendo la gran mayoría de ellos experimentos cuyas falencias caen en mecánicas repetitivas o en una innecesaria dependencia a la simulación de física no demasiado precisa. Muy pocos juegos poseen el enorme carisma y fantástica ambientación de Foxhunt, que además de ser una delicia para los ojos también es una aventura con lógica de la buena.

De pie ante las ruinas, en medio de un blanco desierto del que no podemos escapar, un pequeño zorro llama nuestra atención. Al seguirlo encontramos una tarjeta; la primera de muchas; que contiene el inicio de una serie de pistas para encontrar el próximo indicio. Así comienza una de las experiencias más amenas que he tenido en un juego de este género, pues los enigmas que propone Foxhunt son variados y bastante fascinantes.
Cada pista nos ayuda a relevar secretos y hasta nuevas áreas dentro de las ruinas, que a su vez nos exponen a nuevos puzles. Descifrar los indicios en cada tarjeta es extremadamente satisfactorio, una combinación entre lo que está escrito y algunos garabatos que pueden aparecen en las tarjetas. Ayuda mucho que el juego esté tan bien diseñado, con controles simples y animaciones suaves y agradables. Desplegar nuestra colección de pistas para seleccionar una en particular es sorprendentemente satisfactorio; y esa es la palabra que define a Foxhunt: Satisfactorio.

Aquellos que gusten de un buen juego de puzzle no pueden ni dudarlo: Foxhunt tiene que formar parte de su futuro inmediato, así que vayan y descarguen el juego de manera totalmente gratuita, y disfruten de una de las experiencias más amenas—incluso relajantes—que nos puede ofrecer un desarrollador indie. Ojalá que los desarrolladores hagan más magia como esta.