Dentro de la industria se ha ido fomentando una sub-cultura que apela a lo que se conoce como Retro Gaming. Llámense gráficos pixelados, tonadas Chiptune o gameplay de antaño, muchos juegos modernos presentan elementos que aluden a eras pasadas en las que, supuestamente, todo era mejor. Ahora… ¿y si realmente lo eran? Tal parece ser la opinión de Richard Leadbetter, editor de Digital Foundry, un reconocido canal de YouTube enfocado en analizar la performance de los videojuegos en sus diferentes plataformas.

El elemento Retro al que hace referencia Leadbetter no es exclusivo al software, sino también al hardware. Más precisamente, a los viejos monitores de tubo, o CRT; aquellos que muchos juegos modernos emulan desde algunas opciones de configuración gráfica adicional, añadiendo líneas de escaneado (scanlines) y otros efectos referentes a una época pasada, como la presencia de una deformación gráfica en los márgenes de la pantalla y la presencia de “suciedad” en la superficie del monitor. Pero según lo que podemos ver en el video de Digital Foundry y en el texto de Richard Leadbetter, es posible que los monitores CRT sean una de las mejores opciones para el gamer entusiasta; al menos en PC.

El ejemplo que muestra el video es con el reciente juego de Remedy, Control. El juego, que presenta algunos inconvenientes de performance en sus versiones de consolas, tiene un factor de interés especial en PC gracias a las opciones de configuración. Digital Foundry nos muestra que el juego, corriendo a calidad un poco más baja en un monitor CRT moderno, ofrece más calidad que una pantalla 4K. Esto se debe en parte a que el GPU no necesita tantos recursos en un CRT como en un LCD, permitiendo que incluso en resoluciones menores (se mencionan 1024×768 y 1280×960) la calidad final en cuanto a fluidez de cuadros por segundo y velocidad de respuesta sea sorprendente.
Otro elemento a favor del CRT es la tendencia de los juegos modernos de gran porte hacia el realismo en sus modelos y texturas; realismo que se siente más “suave” en un monitor CRT que en la grilla de píxeles del LCD. Pero por supuesto, nada es perfecto: el mayor inconveniente de la tecnología CRT es la enorme dimensión de su hardware en comparación con los monitores planos de hoy en día. Una unidad CRT requiere de un espacio considerable, y el peso de la misma también es un factor a considerar, con algunas unidades modernas acumulando un par de decenas de kilos.

Al final del día no parece ser una opción que termine afectando a la industria en general; pero para aquellos con gustos específicos en cuanto a la calidad gráfica y de performance, tal vez tener un monitor CRT como segunda opción para algunos juegos es un concepto interesante. De última, nos deja con un pensamiento: ¿qué tecnología nos mostrará el futuro para hacer de nuestros modernos monitores LCD el próximo concepto de “Retro”?