Ken Levine es una leyenda, pero seis años después del lanzamiento de BioShock Infinite, no tenemos idea qué es de la vida de su director y creador de la saga.
Luego del lanzamiento de Infinite Levine disolvió el estudio Irrational y fundó una nueva empresa llamada Ghost Story Games junto a un grupito de 12 diseñadores con los que buscaba rescatar su propio espíritu independiente. Y parece que estamos cerca de saber qué se trae entre manos.
La noticia es que el equipo de Ghost Story se está expandiendo, algo muy común cuando se está por presentar un proyecto, y busca un diseñador de niveles con experiencia en simuladores inmersivos, el género de Deus Ex, Fallout, y claro, BioShock.
La búsqueda laboral dice que los candidatos trabajarán en un “proyecto muy ambicioso en lo creativo del género de simulador inmersivo” y destaca que la experiencia en el diseño de shooters y/o juegos de rol de acción suma mucho.
No es la primera vez que recibimos algún indicio del proyecto de Levine a través de los avisos clasificados: en diciembre de 2015 el estudio estaba buscando un desarrollador con experiencia en juego de mundo abierto y elementos de acción.
En una reciente conferencia Ken deslizó que su próximo juego será de ciencia ficción y no sería un breve indie sino una historia extensa de narrativa lineal. “Extensa” parece ser la palabra clave en este caso, porque en una entrevista de hace unos años dijo que una de las razones por las que decidió tomarse un tiempo en su carrera fue el haberse cansado de “trabajar cinco años en un juego que la gente termina en un fin de semana.”
Todo parece indicar que el diseñador está trabajando en un juego tipo BioShock, pero que será “una experiencia más difícil y desafiante para los jugadores” que las dos entregas de la serie.
Un simulador inmersivo difícil, en un mundo abierto con elementos de rol de acción de narrativa lineal y extenso… ¿será una mezcla de BioShock y Dark Souls?