El promedio de casi 2900 análisis de usuarios ponen la versión para dispositivos móviles como el juego peor rankeado de la historia de Blizzard en la plataforma, con un lapidario 0.5 sobre 10.
Actualmente hay 107 análisis positivos, 17 regulares y 2771 negativos.
La mayoría de los análisis condenan el juego por la naturaleza free-to-play que en realidad es pay-to-win, por lo que los análisis negativos alcanzan un porcentaje 95,5%, superando el rechazo del 94,6% de Burning Crusade con más de seis veces más análisis.
En los últimos días aparecieron reportes e investigaciones de lo usuarios que estiman que actualizar un personaje en su totalidad podría costar hasta 110 mil dólares.
Con este nuevo fracaso de críticas de Diablo Immortal, Blizzard alcanza una particular marca: ser una compañía enorme que recibió tres promedios por debajo del 1.0 en Metacritic en tres años seguidos.
La historia de terror comenzó en 2020 con Warcraft III: Reforge, que fue muy castigado por ser un compendio de promesas incumplidas, continuó en 2021 con World of Warcraft: The Burning Crusade, que agregó microtransacciones; y finalmente Diablo Immortal, convertido en una sombra de la franquicia original.
El director del juego, Wyatt Cheng, defendió el juego diciendo que el rechazo de la comunidad estaba basado en información falsa, una declaración que fue duramente cuestionada por la comunidad.