Un día como hoy de 2015, justo cuando la marea se empezaba a poner sosa, el estudio francés Dontnod salió de la nada con una aventura coming-of-age sobre tres adolescentes, la misteriosa desaparición de una de ellas, y por supuesto, viajes en el tiempo. Después de Telltale Games pocos habían podido hacer bien el formato episódico, algo que Square Enix sugirió para Life is Strange, y terminó dando fantásticos frutos.
A esta altura Dontnod Entertainment es un nombre establecido en la industria. Pero no siempre fue así. Al principio de la década el estudio independiente establecido en París luchaba por mantenerse a flote después de anunciar la bancarrota por las pobres ventas de su título debut, Remember Me, una arriesgada versión multiplataforma del género acción y aventura. Es verdad, fue arriesgado. Por algo, Sony lo terminó desechando después de cortar fondos, y fue Capcom quien lo rescató y terminó publicándolo.
Es que Dontnod desde el vamos fue un proyecto ambicioso, y para demostrarlo, tuvieron que salir con todo. La primera jugada no les salió bien, pero el tiempo les dio otra oportunidad, y la tomaron. Un juego mucho más simple en mecánicas, pero muchísimo más ambicioso en corazón. En plenos desarrollos legales sobre el estado de la compañía, comenzaron a trabajar en Life is Strange con ayuda de Square Enix y lanzaron el primer episodio a fines de enero de 2015. Diez meses después terminaban de entregar con moño y todo una de las narrativas más impactantes e intensas en la historia del gaming.

Más allá de sus fallas, Remember Me había demostrado el enorme potencial de estudio francés. En Life is Strange concentraron esa misma energía para crear una excelente historia, que sea representativa del mundo que nos rodea, pero con un giro de ciencia ficción, y el efecto fue sorprendente. Con un sólido guión, personajes de los mejores construidos en el medio, como Chloe Price y Max Caufield, y las invaluables actuaciones de las actrices que las interpretan a ellas, y el resto de los personajes. Aunque el guión no sea siempre sólido, al final del día el paquete completo termina siéndolo con creces.
En la selva impredecible de todos los días que es el mundo de desarrollo de videojuegos vale celebrar la creación de cinco franceses chiflados y su ambicioso estudio. Eso y la confianza de Square Enix para lanzar un título inusual, confiando en el poder de la historia, sus personajes, y los videojuegos, como medio para transmitir todas esas emociones.