Esta semana finalmente se puso en funcionamiento a nivel mundial Ricochet, el sistema anti-cheat de Call of Duty, y los resultados han sido inmediatos.
Ricochet es el nuevo software anti-cheat que, como los utilizados por Riot Games o Blizzard, requiere acceso a nivel kernel para garantizar que no haya modificaciones en el sistema. Activision había prometido el debut del sistema en Warzone con el lanzamiento de la primera temporada y la llegada de Caldera, y después de algunos días poniéndolo a prueba en ciertas regiones de Asia, Ricochet desembarcó en el resto de las regiones, y los cheaters no están contentos.
Los foros se llenaron de testimonios, pero uno de los más claros fue el que capturó la cuenta de Twitter Modern Warzone, dedicada a la cobertura completa de todo lo que tiene que ver con el battle royale.
“Me banearon por ID de hardware en la cuenta primaria (BAN permanente”, comienza el usuario de un foro. “Intenté crear nuevas cuentas y todo estaba bloqueado. Lo dejé por casi un año”.
“Ayer compré una computadora nueva. Intenté jugar Warzone de nuevo. Creé una nueva cuenta (no me conecté a ninguna de las anteriores) y desafortunadamente la cuenta fue suspendida de inmediato. No cambié el monitor, el mouse o el teclado. ¿Qué pasó?”
Evidentemente el accionar de Ricochet es implacable, y según la publicación oficial de Activision “esto es sólo el comienzo”.
“Estamos dedicados y decididos a evolucionar el sistema anti-trampas de RICOCHET con el tiempo, luchando por la comunidad contra aquellos que tienen como objetivo estropear su experiencia de juego”, dice la empresa.
De todas maneras los hacks son un juego del gato y el ratón, y ya hay videos de usuarios que aparentemente consiguieron superar el software. Algunos dicen que son videos grabados antes de la implementación y publicados ahora, pero es creer o reventar.
