ANÁLISIS | What/If S01E01: Pilot

“Dilema” (What/If) hace gala de cierta ‘artificialidad’ de una novela negra de la década del cuarenta, pero ambientada en la San Francisco actual, con una femme fatale como protagonista. Renée Zellweger es el centro de esta primera temporada de la serie antológica creada por Mike Kelley (“Revenge”), un thriller neo noir que tiene como fin explorar la moralidad de sus personajes, esos dilemas de los que se hace eco el título, y las consecuencias de las decisiones que se toman.

Esta primera entrega de diez episodios arranca con un piloto dirigido por Phillip Noyce “Peligro Inminente” (1994), “El Coleccionista de Huesos” (1999)-, un realizador acostumbrado al suspenso y las intrigas, que acá se deja llevar por todos los clichés y efectismos que le proporciona el guión casi telenovelesco de Kelley. El conjunto logra funcionar por momentos, más que nada cuando nos dejamos llevar por este falso universo, pero cae en el pecado de una narrativa estirada y rebuscada para poder adaptarse, una vez más, a este formato de serie más parecido a una extensa película de diez horas, en el que Netflix no para de caer.

“What/If” es una sucesión de lugares comunes que nos va llevando de la mano para discernir (y sufrir) el enigma central de esta historia, que arranca un año atrás con Anne Montgomery (Zellweger), famosa y despiadada mujer de negocios, inspiradísima a la hora de escribir su próximo libro “At Any Cost”. Un mote que también marca el hilo de esta trama que, referencias y chistes aparte, parece sacada de la década del noventa.  

Sin ninguna conexión con esta señora, al menos por el momento, tenemos a Lisa (Jane Levy) y Sean Donovan (Blake Jenner), un joven matrimonio que pudo superar varias tragedias personales y la sigue remando para cumplir sus sueños. Ella es la creadora de un emprendimiento de biotecnología llamado Emigen Molecular Sequencing, constantemente en busca de inversores. Él es un jugador de fútbol retirado, paramédico y bartender, que intenta convertirse en bombero. Su vida financiera se está yendo a pique pero, como bien dice la canción, el amor es más fuerte.

Ahí es donde, durante una noche de tormenta y frustraciones, entra en juego Anne y una “propuesta indecente” (casi literal), aunque no todo tiene que ver con relaciones sexuales y costosos vestiditos negros. Montgomery se compromete a invertir 80 millones en el proyecto de Lisa (el cual ya fue rechazado por todo el mundo, ya que implica enfrentarse a las compañías farmacéuticas más poderosas), a cambio de pasar una noche con Sean a solas. ¿Haciendo qué? Ese es el gran misterio que desencadena esta truculenta historia, ya que el joven (por contrato) no puede confesar qué hizo realmente durante la velada, ni siquiera a su adorable esposa.

Ustedes pensarán que esta decisión moralmente reprochable les costó un montón porque nadie se vende por uno míseros millones, pero si la pareja no confiara en el amor y la confianza que se tienen, “What/If” se terminaría a los diez minutos. Apremiada por todas sus deudas y a punto de perder la compañía, Lisa accede a jugar el juego de Anne, quien tiene como mantra eso de “qué estamos dispuestos a hacer (o perder) para alcanzar nuestras metas”. Es obvio que la señora alguna vez estuvo en esa misma situación, y ahora puede darse el lujo de manipular, explotar y humillar a los que tiene a su alrededor. Claro que también tiene motivos ocultos, y por ahí va a venir el desarrollo de esta historia.

Mala, mala, mala eres

  

“Dilema” se parece a mil historias que ya vimos, tanto en el cine como en la TV, y a pesar de sus arquetípicos y casi caricaturescos personajes (y situaciones), tiene los elementos necesarios para atraparnos con el suspenso y convertirse en un placer culposo al alcance de un clic. Eso sí, los capítulos de una hora de duración son excesivos, y ahí es donde más se nota la necesidad de relleno y proliferación de subtramas innecesarias y enmarañadas, cargadas de romances extramatrimoniales y tragedias familiares, porque acá, nadie tiene una vida medianamente normal y monótona.   

El aspecto visual que Noyce intenta imponer a toda costa tampoco funciona, porque sus planos oscuros y enigmáticos no pueden tomarse en serio en el contexto de la serie. Lo gótico se transforma automáticamente en camp, y es imposible evitar la carcajada de esas escenas que, de alguna manera, nos remiten a “La Muerte le Sienta Bien” (perdón, Zemeckis). Lo que nos lleva a la conclusión de que “What/If” funciona mejor (y de manera intencional) como comedia negra y absurda, resaltando constantemente la villanía de su protagonista, y esas piernas cruzadas expuestas (¿?), en contraste con la imperturbabilidad moral de la joven Lisa que, de seguro, va a terminar pisando el palito.