Brian Fargo es parte de la realeza del gaming, en especial si hablamos de RPGs clásicos, por eso cada uno de sus juegos genera un hermoso revuelo de expectativas, pero si hablamos de Wasteland son palabras mayores. Esto no significa que estemos ante una serie masiva y popular como Fallout, pero sí un gran evento para los seguidores de la serie original. Como sabrán la saga cambió cuando pasó a manos de Bethesda y los amantes de la fórmula de los primeros títulos encontraron en Wasteland 2 su refugio, por eso todos los ojos estaban puestos en la esperadísima secuela. Luego de más de 40 horas de juego, y con intenciones de rejugarlo, puedo aseverar que Wasteland 3 es uno de los mejores RPG que jugué y pasó directamente a mi lista de favoritos, aunque lamentablemente no está libre de bugs, algunas mecánicas que no funcionan y problemas de optimización.
La aventura comienza con una breve introducción al universo Wasteland, la guerra nuclear y la Inteligencia Artificial Cochise (evitaré spoilers, por si prefieren jugar el recomendadísimo Wasteland 2) y nos pone en la piel de un equipo de Desert Rangers en camino a una inevitable emboscada. Así, luego de una espectacular cinemática, nos dan el tutorial de combate en el que veremos en acción a nuestros recién creados Rangers. El combate es por turnos, con una fuerte base en rol clásico de D&D y tiene todos los ingredientes que podemos esperar: emboscadas, cobertura, buffs de liderazgo, habilidades especiales, armas de fuego y el siempre útil combate a melee. Aún en la dificultad normal cada batalla sacará lo mejor de nosotros, en especial durante las primeras diez o quince horas de juego, ya que los enemigos utilizarán los mismos recursos que nosotros para intentar matarnos. Todo esto, sumado a la escasez de la munición, la letalidad de las lesiones y la ventaja del que logra atacar primero, creará rápidamente la sensación de que estamos luchando por sobrevivir al invierno nuclear.Luego de sobrevivir a la emboscada iremos a Colorado Springs, hogar de Saul “El Patriarca” Buchanan, una suerte de dictador que gobierna Colorado con mano dura bajo su propia concepción de justicia. Ahí reconocerá que la emboscada fue un error suyo y nos dará un lugar para establecer nuestra base de operaciones, aunque con una condición: que lo ayudemos a capturar con vida a sus tres hijes que complotan para derrocarlo. Así, con nuestros objetivos principales bien en claro y la misión de reclutar staff para cada sección de la base (mecánicos, médicos, armeros, entre otros) partimos a explorar. A partir de ese momento podremos movernos libremente por el extenso mapeado, siguiendo las misiones sugeridas o cumpliendo los objetivos emergentes que nos irán pasando por radio. En muchas ocasiones tendremos que actuar con velocidad, lo que implica elegir a quién ayudar y por ende la vida o muerte de ciertos personajes. Es tal la cantidad de bifurcaciones argumentales, ya sea a través de diálogos, acciones o inclusive por inacción, que lo más seguro es que todos tengamos resultados bastante diferentes.
El apartado rolero pisa muy fuerte en Wasteland 3, tanto que los jugadores que prefieren resolver lo más posible a través del diálogo están de parabienes. Cada vez que subimos de nivel nuestros personajes obtendrán un punto para mejorar un atributo (Coordinación, Fuerza, Velocidad, etc) que impactará directamente sobre el combate. También 3 puntos de habilidad, que afectan nuestra capacidad de rolear en diálogos, abrir cerraduras, desactivar trampas y mejorar nuestra destreza con cada grupo de armas. Finalmente cada dos niveles recibiremos un punto de Perk, para elegir uno de entre los que hayamos desbloqueado ya sea por las habilidades adquiridas o de los comunes. A la hora de rolear en diálogos, el juego cuenta que los seis integrantes del equipo participan, por eso podemos tener un personaje dedicado a “hacerse el malo”, uno que sabe de tecnología y otro que sabe adular, expandiendo así nuestras opciones. En esta ocasión los atributos no están atados a las habilidades, como es en D&D, por lo que no hará falta que el más fuerte del equipo sea el que intimide, el combate y el rol van por separado.Wasteland 3 toma a nuestro vehículo como un personaje más, que participará en la mayoría de los combates a cielo abierto. Ya sea para sobrevivir a la radiación, usarlo como cobertura, reventar enemigos con la torreta o atropellarlos, nuestro Kodiak será vital para nuestra supervivencia y tendremos un taller para personalizarlo. El resto del equipo estará formado por cuatro Rangers creados por nosotros y dos NPC que ayudarán a impulsar la narrativa. Si bien al iniciar sólo podremos hacer dos, una vez lleguemos a Colorado Springs podremos crear cuantos personajes sean necesarios. ¿No nos gustó como quedó uno? Hacemos otro y listo. Los personajes nuevos tienen un nivel menos que nuestros protagonistas, así que siempre estarán a nivel, mientras que los NPC vendrán con sus propias características y equipamiento. Sin embargo, todos estarán completamente bajo nuestro control y podremos personalizarlos a gusto.
El combate tiene la misma importancia que el roleplay, por eso es fundamental que aprendamos las reglas básicas. Cada tipo de arma, además de utilizar su propia munición especial y escasa, requiere de una cantidad de puntos para ser utilizada. Estos también se usan para realizar cualquier tipo de acción, desde caminar hasta utilizar ítems o habilidades, pero Wasteland nos avisa con un claro código de colores hasta donde podemos movernos sin perder la posibilidad de atacar. La libertad que nos propone puede ser, al menos al comienzo, verdaderamente abrumadora y la mejor escuela será la de la prueba y el error. Pero una vez que estemos a gusto con el tipo de equipamiento que nos ofrece podremos desplegar la táctica que se nos ocurra: ¿Querés un francotirador que inicie el combate por un sector mientras el resto del equipo flanquea al adversario? Se puede ¿Preferís tener tanques que apuren al enemigo a melee mientras el resto apoya a distancia? ¡Por supuesto! El único límite es nuestra imaginación, pero más importante es el tiempo y la atención que le hayamos dedicado a entender cómo funcionan las armas en las manos del Ranger con los Perks adecuados. Wasteland 3 es un RPG fantástico, a la altura de lo que podríamos esperar del estudio de Brian Fargo, pero tiene una generosa cantidad de problemas técnicos que varían según la plataforma en la que lo estemos jugando, y para muchos podrían arruinar completamente la experiencia. En mi caso lo jugué en PC a través de Game Pass y, aún con las especificaciones recomendadas, sufrí los largos tiempos de carga, el fast travel completamente roto y varios problemas al navegar los menús con joystick, pero en la comunidad oficial de Reddit los casos de bugs importantes se multiplican día a día. Al parecer el modo multijugador está roto, no sólo hay casos en los que evita que guardemos la partida sino que llega a corromper los saves de campaña en solitario. También hay personajes principales que desaparecen impidiendo avanzar en las misiones principales, crasheos constantes y hasta combates bugeados en los que el turno es siempre de los enemigos. Todo parece indicar que los problemas aparecen más en las PC con las especificaciones mínimas y en menor caso en PS4 y Xbox One, por eso debe ser que no los padecí, pero no imagino la frustración de perder 50 horas de aventuras a causa de un bug. Como les decía a mí no me pasó y desde el lanzamiento inXile Entertainment sacó varios parches solucionando los problemas principales, aunque no hay solución para quienes no tienen un save anterior.
Wasteland 3 es un RPG inmersivo, que te sumerge de lleno en las tierras heladas de Colorado durante el invierno nuclear y te transforma en el protagonista de la historia. Dentro de este mundo hay cientos de subtramas divertidísimas que proponen, además, decisiones morales y otras que nos dejarán contemplando la pantalla sin saber qué hacer. No hay nada que se compare a tomar una decisión ajustada y ver el desenlace, sea cual sea, acompañado de la increíble banda sonora a cargo de Mark Morgan. El doblaje en inglés tiene algunas de las mejores actuaciones que escuché en un RPG en años, sumando perfectamente al clima y a la inmersión: cada diálogo importa y cada misión tiene su impacto, ya sea en la narrativa global o en la subtrama en cuestión, por eso es que me parece un producto fantástico y un digno sucesor del gran Wasteland 2. Sin embargo los problemas técnicos son, al menos por ahora, una amenaza constante que hay que tener en cuenta.
Pasé una semana entera en Wasteland 3, enamorándome de cada uno de mis Rangers y llegando a involucrarme de lleno en la narrativa. Los problemas técnicos no llegaron a afectar el disfrute, al punto que inicié una segunda partida para ver los diferentes finales.