ANÁLISIS | Wanted: Dead: un hard mode para tu paciencia

Este año comenzó con varios lanzamientos interesantes y algunas sorpresas que auguran que 2023 será un gran año para los videojuegos. Sin embargo, hasta las épocas doradas tienen sus traspiés y cosas que mejor olvidar. Este es el caso de Wanted: Dead, un juego que no ejecuta bien ninguna de sus propuestas.

Wanted: Dead salió el 14 de febrero y se trata de un juego de acción desarrollado por Soleil, los creadores de los clásicos Ninja Gaiden y Dead or Alive. Su principal propuesta es ser una mezcla de shooter con cobertura y un hack and slash en un mundo cyberpunk donde se encuentran seres sintéticos y las personas se realizan modificaciones en sus cuerpos.

Nos pondremos en la piel de Hannah Stone, integrante de la Policía de Hong Kong y teniente que lidera a la Unidad Zombie. Ella fue condenada a cadena perpetua por infringir normas militares cuando pertenecía a la fuerzas armadas, pero volvió a la libertad debido a un programa de rehabilitación que nos pone como líder de esta unidad. Básicamente, somos los “chicos y chicas malas” estilo Suicide Squad, que resuelven los casos policiales de la forma más violenta posible con mucha sangre, espadazos y balas de por medio

El juego comienza presentándonos a nuestros compañeros de trabajo, que nos acompañarán durante toda la aventura. En una misión, comenzamos a descubrir algunas cosas extrañas y quedamos en medio de un caso de corrupción entre corporaciones y será nuestro objetivo descubrir qué está pasando. Por momentos, la historia parece ser interesante pero está muy mal contada. Los personajes, salvo la protagonista, son genéricos y estereotipados. Nada llega a llamar demasiado la atención.

Wanted: Dead no termina de definir si se toma en serio o no. Algunas secuencias intentan poner un marco de seriedad a la trama, mientras que otras sólo están para ser un meme. Algo que me pareció muy llamativo, es que en algunos momentos de la historia, la cinemática pasa a ser un corto animado y es como si estuviéramos viendo un anime. La inclusión de esto parece interesante pero termina siendo totalmente irrelevante por lo que se cuenta y por cómo se lo cuenta. 

Vamos a lo más importante del juego: su jugabilidad. Su principal propuesta, tal como dijimos, se encuentra en mezclar un shooter de cobertura con un combate frenético cuerpo a cuerpo con espada. Desde la teoría, parece una apuesta divertida de jugar. Sin embargo, es en este apartado donde el título falla por completo ya que la ejecución de gameplay es frustrante y olvidable.

Para empezar, el juego consiste en una oleada tras otra de una muy poca variedad de enemigos en escenarios totalmente genéricos. Por más que dispongamos de armas, el combate termina siendo con la espada, ya que es mucho más útil. Esto se debe a que las municiones entre checkpoint son limitadas, y algunos enemigos parecen ser una esponja de balas que sólo sirven para perder munición. 

En cuanto al combate a corta distancia, tendremos combos de ataques muy sencillos de utilizar que combinan espada y pistola. También podremos esquivar y hacer desvíos a los ataques enemigos para desestabilizarlos, lo que nos dará la posibilidad de hacer remates. Básicamente, las peleas son siempre iguales, ya que las animaciones son muy pocas, los enemigos no tienen variedad y no hay muchos combos diferentes para utilizar

El juego busca ser violento y en las misiones todos nuestros personajes estarán llenos de sangre. Hay una búsqueda de gore constante también en cómo derrotamos a los enemigos, ya que podremos cortar sus extremidades. Incluso, en cada escenario hay escondida una motosierra que nos permitirá eliminar a todos los enemigos de un solo golpe realizando la misma animación una y otra vez.

La idea del juego es que derrotemos a los enemigos a distancia con armas a distancia, y nos enfrentemos a los que utilizan espada con la espada. La ejecución falla por completo, ya que se vuelve muy frustrante. Los enemigos con espada son casi imposibles de matar con disparos, y los de distancia no nos dejarán en paz mientras tratamos de pelear con los demás. El juego termina siendo caótico y las coberturas pasan a ser un extra, ya que lo más rentable pasa a ser eliminar a todos con la espada, priorizando los enemigos a distancia.

Esta secuencia de combate se repetirá a lo largo de todo el juego. El primer escenario es completamente igual al último en su ejecución. Sólo cambia el skin del lugar, el momento de la historia en el que estamos y no mucho más. Al final de cada nivel hay un jefe que termina siendo sencillo, ya que todos se eliminan de la misma forma, desviando sus ataques y golpeándolos cuando quedan aturdidos. Ninguno de los combates son memorable como tampoco lo es nada dentro del juego.

Por otro lado, Wanted: Dead también cuenta con minijuegos estilo Yakuza, donde podremos hacer karaoke y comer ramen con nuestros compañeros de la comisaría mientras pulsamos botones. También tendremos un juego de arcade a disposición y en la comisaría podremos encontrar maquinitas para sacar premios y regalos. Estas mini actividades están bien, pero no aportan nada al juego y no nos dan demasiadas recompensas.  

Un punto central de Wanted: Dead es su dificultad ya que sus desarrolladores prometieron una propuesta difícil. Sobre esto, hay que decir que el combate mano a mano no trae demasiados dolores de cabeza. Sin embargo, el problema es cuando peleamos contra muchos enemigos a la vez y, siendo un juego basado en oleadas de enemigos, esto es un problema. Nuestros movimientos son lentos y no tenemos demasiadas herramientas para pelear con más de un enemigo al mismo tiempo, volviendo la experiencia tediosa y frustrante. 

Acá es donde el juego se vuelve difícil, pero no en el buen sentido. No hay una curva de dificultad que debemos aprender, un movimiento que debemos masterizar, sino que se trata de complicarnos las cosas por falencias del propio diseño. Hay enemigos que nos pueden matar en un segundo y no podremos hacer nada al respecto.

Además de esto, el juego se basa en checkpoints y los caminos entre estos puntos de guardado a veces son muy lejanos para complicarnos las cosas. La mayoría de nuestras muertes son a causa de que llegamos con lo justo y necesario a los últimos combates y vamos a terminar perdiendo por desgaste. Las municiones y las vidas entre checkpoints son limitadas, por lo que podremos llegar a la última oleada de enemigos sin balas y sin vida. 

Los juegos difíciles son divertidos cuando su dificultad se siente justa y nos obliga a mejorar como jugadores. En este caso, la idea es complicarnos las cosas porque sí, y no hay mucho para mejorar si un soldado escondido entre cajas nos mata con una granada en un segundo. Tampoco es justo si no contamos con balas para defendernos y los enemigos que quedan nos generan daño de solo existir, prácticamente. El combate es repetitivo y no aporta nada al gameplay. Puede ser divertido en las primeras horas, pero pierde su fuerza rápidamente.

Como finalidad, el juego tiene en su eje al combate, y los errores que este propone terminan haciendo que el juego falle por completo en su intención. Siendo bueno, lo único destacable que puedo mencionar de Wanted: Dead es la personalidad de la protagonista, algunas cosas de la historia y la comisaría donde estaremos entre misiones, ya que es el único escenario del juego que recibió un mínimo de amor. En lo demás, falla por completo.

En resumen, el gameplay no aporta nada y es frustrante, los escenarios son iguales y genéricos, no hay variedad de enemigos, las posibilidades de combates son muy limitadas y la música y ambientación son olvidables. A todo esto, se le suma que gráficamente deja mucho que desear, las expresiones faciales son rarísimas y el rendimiento, al menos en PC, es malo: tuve bajones de FPS, desconexiones de audio y varios crasheos. 

PUNTAJE: 3.0

Wanted: Dead salió el 14 de febrero y completé el juego pasadas las 9 horas en PC.