ANÁLISIS | Vengeful Guardian: Moonrider, un juego retro dirigido a los amantes de los 16 bits

Vengeful Guardian: Moonrider tuvo su lanzamiento y nos lleva directo a la década de los 90 con un juego de plataformas de acción que busca homenajear y transmitir la misma experiencia que lograban los juegos en nuestras viejas consolas.

Si tuviste una SEGA Génesis o una Super Nintendo, posiblemente veas imágenes de Vengeful Guardian: Moonrider y lo notes como algo familiar, por su estética. Esto no estaría para nada alejado de la realidad ya que se trata de un homenaje directo al género de plataformas y acción en 2D que tanto enamoró a toda una generación.

El juego fue desarrollado por JoyMasher, un estudio que ya lanzó varios títulos retro que fueron muy bien recibidos por la comunidad, como Oniken, Odallus y Blazing Chrome. En este caso, apostaron por revivir la experiencia que nos brindaron los videojuegos de 16 bits. Si bien las referencias son un montón, no cabe duda de que los mayores exponentes a los que buscaron homenajear fueron Ninja Gaiden y Shinobi.

Un punto a destacar, antes de comenzar a desarrollar los principales apartados de Vengeful Guardian: Moonrider, es que el juego no busca traer el género a la actualidad ni innovarlo. Su mayor propuesta es retratar de la mejor forma posible la experiencia de esos títulos retro. 

La historia es bastante básica pero no deja de ser un buen justificativo para golpear y destruir todo lo que se nos ponga en nuestro paso. En el juego, conoceremos un mundo futurista que está gobernado por un estado totalitario que domina al pueblo a través del miedo y la violencia. Para esto, crea androides ninjas con el único fin de mantener su poderío contra la gente. 

Todo esto cambia cuando el gobierno crea a Moonrider, quien adopta conciencia propia y decide convertirse en el Guardián del Pueblo. Por este motivo, tendremos la misión de combatir contra todos los súper soldados para ponerle fin a la dictadura que acecha a la gente. 

Aquí comienza nuestra aventura, donde tendremos que pasar distintos niveles derrotando a cada uno de los soldados. Salvo en la primera misión, podremos elegir el orden de los objetivos de la forma en que queramos. Cada nivel cuenta con distinta ambientación y es uno de los aspectos en los cuales Vengeful Guardian: Moonrider más destaca ya que el diseño de los mapas y de arte están muy bien logrados.

En cuanto a la jugabilidad, contaremos de un ataque básico y uno especial, que tendremos que usar con prudencia ya que nos gastará energía. Cuando derrotemos al jefe final de cada nivel, obtendremos su habilidad especial, por lo que a medida que juguemos, conseguiremos nuevas habilidades que cambiarán bastante la experiencia del combate. 

Estos poderes van desde la posibilidad de invocar shurikens protectores hasta la de realizar un ataque rápido o invocar un portal con un devastador ataque a distancia. La experiencia del juego cambia ya que algunas son muy poderosas y otras más situacionales.

Otro aspecto que cambia bastante la experiencia son los chips de combate. En cada nivel habrá entre 1 o 2 coleccionables que son equipamiento y que podremos colocar en nuestro personaje obteniendo alguna pasiva. Sólo se nos permitirá usar dos y, según los que elijamos, obtendremos diferentes ventajas en los combates. Sin embargo, también podremos colocarnos un chip que simplemente nos cambia el color del personaje, u otro que hace que nos derroten al primer golpe recibido.  

Vengeful Guardian: Moonrider no cuenta con selector de dificultad y considero que se debe a la personalización posible del juego a través de las habilidades que usemos. El juego en sí no me pareció difícil en ningún momento, salvo en algunos saltos que me complicaron más de lo debido. Incluso, hasta los jefes finales de cada nivel me parecieron sencillos, y se debe a que algunos golpes generan demasiado daño, aunque queda en cada uno utilizarlos o no. 

En este mismo sentido, la rejugabilidad también toma un punto central ya que los coleccionables y las nuevas habilidades y chips nos permitirán volver a jugar los niveles de distintas maneras. Una vez que terminemos una fase, se nos clasificará según el puntaje que hicimos, el tiempo que tardamos y los objetos que encontramos.

En mi experiencia, la primera vez que jugué cada nivel lo hice de manera detallada para explorar cada rincón, derrotar a todos los enemigos y encontrar los coleccionables. Luego, en un segundo y tercer intento, intenté hacer una buena marca de puntuación y pasar las etapas de la forma más rápida posible. Los niveles pueden durar entre 5 y 15 minutos según la forma de juego en la que decidamos encararlos.

Cada enemigo tiene su patrón de ataque, por lo que tendremos que aprender sus habilidades y movimientos para actuar de la mejor forma. Algo que me decepcionó un poco es que los jefes finales no tenían más de tres tipos de ataques y no noté mucha diferencia entre el final de cada fase. Incluso, me parecieron mejores los sub jefes que se encuentran en cada nivel, antes que el final.

Aparte del combate, la jugabilidad también se encuentra en los saltos ninjas de Moonrider, ya que allí reside su lado plataformero. Como en las viejas experiencias de los 90´s, exploramos los mapas de manera lateral y vertical y tendremos que saltar entre plataformas y escalar por las paredes para esquivar trampas mortales y llegar a distintos lugares. El sistema funciona bien y, al igual que en las viejas épocas, por momentos puede ser injusto cuando nuestro personaje no cae donde deseamos

Como mencionamos anteriormente, el arte y diseño de los distintos niveles sobresalen, siendo los apartados más actuales del título y, en este sentido, la banda sonora siempre acompaña la acción del juego de buena manera. Una opción en la configuración, permite que el juego se pueda apreciar simulando ser una pantalla de TV vieja, y activarlo fue un divertido y nostálgico. Un agregado para probar un rato.

En definitiva, Vengeful Guardian: Moonrider sabe lo que quiere, lo que propone y a quién está dirigido. Sobre eso, cumple las expectativas. Hay algunos momentos de cada escenario que me hicieron recordar a muchos títulos de SEGA que disfruté de niño como escenarios de ascensor, momentos de moto, señales de peligro cuando algo venía a interceptarnos y hasta mapas aéreos que traerán nostalgia a más de una persona.  

Como puntos negativos, solo puedo mencionar a los jefes finales, que me dejaron sabor a poco y, si bien a mi la duración me pareció correcta, el juego puede pasarse en unas pocas horas si no tenemos la intención de rejugar los niveles ni explorarlos al máximo. Por otro lado, no me hubiera disgustado que trajeran alguna mecánica nueva o actual al género, aunque esto no es algo negativo ya que es fiel a su propuesta de ser un homenaje directo a los juegos de la década de los 90.

PUNTAJE: 8.0

Vengeful Guardian: Moonrider salió el 12 de enero para PC, PlayStation 4, PlayStation 5 y Nintendo Switch. Completar el juego y rejugar sus niveles varias veces me llevó 6 horas en PC.