Todos los caminos conducen a Roma dice el dicho por la inmensidad de tamaño que tuvo este imperio y por el quiebre en la historia que generó, de la misma forma que lo hizo hace 17 años Rome: Total War que nos daba la oportunidad de tomar el control de uno de los imperios más grandes y conocidos que hubo en la historia, siendo éste el primer juego de la saga Total War en ser reconocido como uno de los pilares de lo que sería el futuro de los juegos de estrategia.
Creative Assembly, en conjunto con Feral Interactive, estudio que también se encargó de llevar varios Total War al mundo mobile, hicieron un trabajo bastante decente pero que pudo haber sido mejor en varios aspectos.
Total War Rome Remastered es, básicamente, una remasterización de la nostalgia en todo sentido porque las mejoras realizadas, que si bien no son tantas, son realmente notorias, sobre todo en la comparativa con el juego original. Donde más se notan estos cambios es en el modelado de las unidades y en el mapa de la campaña que están hechos a nuevo, al igual que en el excelente trabajo que logran con la cámara, que ahora pasa a ser libre en todas las instancias como en sus entregas más recientes. La gran novedad que trae esta remasterización es la de tener las dos expansiones y todas las facciones desbloqueadas del juego, con un total de 38 facciones para poder jugar la campaña con sus respectivos niveles de dificultad, propio de la situación de cada una.
La mayoría de las facciones se pueden desbloquear jugando la campaña, una vez que eliminamos a una se nos habilita en la selección del menú para iniciar con esa nueva facción o también podemos tomar el camino corto y desde las opciones avanzadas del juego tener todo desbloqueado así elegimos desde el inicio la que más nos guste. La campaña tiene una versión reducida que consiste en dominar 15 provincias o resistir al ataque de la facción de Galia, lo que hace que sea mucho más accesible para los jugadores nuevos que no quieran estar incontable cantidad de horas tratando de dominar todo el mapa.
Otra de las mejoras que trae la remasterización de este Total War es el nuevo tutorial para nuevos jugadores, como una serie de consejos y descripciones sumados a una wiki para poder entender más en detalle lo que estamos haciendo o lo que el juego nos pide hacer para seguir avanzando. Puede que se torne bastante molesto el tutorial porque no nos dá la libertad de ir explorando, sino que nos lleva de la mano diciendo qué tenemos que hacer y cómo tenemos que hacerlo, en especial cuando entramos en la primera batalla donde nos explican cómo posicionar las unidades en formación y los controles básicos. El mapa táctico, sobre todo en la campaña, el cual también hicieron a nuevo, nos da toda la información que necesitamos desde poderío de las facciones y cuales son las que están más dispuestas a comerciar o iniciar un tratado diplomático hasta cuánto porcentaje hemos explorado.
El comerciante, agente nuevo agregado para esta versión, es quien nos habilita el poder comerciar con otras facciones o directamente ofrecerles un soborno para que se vuelquen hacia nuestro lado, aumentando las riquezas de nuestra facción. Además, la diplomacia se ajustó a una versión un poco más moderna, que si bien no tenemos la función de trato rápido como en las últimas entregas, por lo menos ya no dependemos de la suerte para saber si es un trato justo o no porque nos aclaran si es muy exigente, equilibrado o si nos desfavorece.
Es la primera vez que Total War va a contar con multijugador “cross-platform”, porque ahora quienes jueguen en Windows van a poder hacerlo con quienes jueguen en Linux o macOs. Y, tal vez lo más importante para este tipo de juegos, se habilitaron los mods para esta versión remasterizada que claramente va a ser que se mantenga vivo como lo hizo hasta ahora.
Si bien son bastantes las mejoras en aspectos técnicos y visuales, como la optimización para 4K, aún mantiene ciertas mañas del juego original como el extraño pathfinding -o búsqueda de ruta- o que el mapa en las batallas, en algunos lugares del mapa donde hay llanuras, termine siendo un mantel verde cuando alejamos la cámara. Particularmente, no me termina de convencer el volver a jugar un juego de hace 17 años, con todo lo que eso conlleva, porque es literalmente el mismo juego de siempre pero con una nueva resolución y con esto no estoy diciendo que sea malo el juego en general o que la remasterización sea mala, al contrario, me parece de las mejores remasterizaciones que se han hecho a un juego de estrategia en los últimos tiempos, pero realmente no sé cuántos jugadores estén dispuestos a pagar por este juego el mismo precio que Three Kingdoms o Warhammer II, porque no tiene otro ancla más que la nostalgia de saber que fue el primer gran juego de Total War.
Ya sea en la versión remasterizada, como en su versión original, Total War: Rome demuestra a las claras el cambio que significó para esta saga y lo importante que fue para establecer a Creative Assembly como uno de los estudios más relevantes en cuanto a juegos de estrategia. Y no importa cuánto tiempo pase, con solo escuchar “Dioses odio a los galos, mi abuelo también los odiaba incluso antes de que les sacarán los ojos” sabés que solo queda disfrutar de una de las mejores campañas que pueden existir en el mundo de la estrategia.
Gracias a la optimización que tiene, cualquier PC puede correrlo sin ningún tipo de problemas, aunque siempre es recomendable instalarlo en un SSD para evitar tiempos de carga excesivos. El código fue cedido por la distribuidora.